Dólar en febrero: los 3 factores que pueden impactar sobre su precio y que monitorea la City
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Luego de un 2024 con excepcionales rendimientos de las acciones y los bonos argentinos, el primer mes del 2025 comenzó bastante volátil y, a pesar de una corrección en la primera quincena, enero terminó cerrando con leves subas. Pero hay varios interrogantes financieros para el mes que comienza.
En sintonía con lo que fue el año pasado, durante enero las acciones del sector financiero lideraron las subas del Merval, impulsadas por un tipo de cambio mucho más estable que los años anteriores y una clara desaceleración de la inflación, que es particularmente beneficiosa para las empresas de este rubro.
Entre las acciones argentinas de los ADR que cotizan en la Bolsa de Nueva York se destacaron los papeles de BBVA (+17,7% en dólares), Mercado Libre (+15,3%), Grupo Financiero Galicia (+10,8%) y Banco Supervielle (+10,5%).
Por otro lado, este viernes los bonos soberanos de deuda operaron en terreno negativo: los Bonares cayeron 0,63% (AL41D) y los Globales hasta 0,92% (GD41D).
La tendencia a la baja también se observó a lo largo del mes, y cerraron con un rojo acumulado de hasta 11% (fue el caso del AL30D y GD30D). El riesgo país cerró la semana en 618 puntos básicos.
De acuerdo a la opinión del analista Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, "esta fue una buena semanauna para los Bonos Globales, aunque el riesgo país por encima de 600 puntos, en comparación con otros mercados emergentes, nos lleva a seguir viendo espacio para compresión, de avanzarse en materia de controles cambiarios y/o fuentes de financiamiento".
En el plano cambiario, el BCRA volvió a comprar divisas y las cotizaciones alternativas del dólar siguieron muy estables, un escenario casi óptimo para proyectar una salida del cepo sin sobresaltos en este año electoral.
Los 3 interrogantes financieros de febrero
Hay que recordar que a partir de la semana que viene la entidad monetaria reducirá el ritmo mensual de devaluación desde el 2 al 1 por ciento.
1. El dólar paralelo y los financieros, en el nuevo esquema cambiario de Luis Caputo
Por lo tanto el primer interrogante esta centrado en cómo se moverá el dólar paralelo y los dólares financieros a partir de este nuevo esquema cambiario y de la baja de la tasa de interés de política monetaria del BCRA que se produjo desde este viernes.
El valor del dólar paralelo finalizo por tercer día consecutivo a $1.220 para la venta. En enero el precio del billete informal cayó 10 pesos, un 0,8% con respecto de los $1.230 del cierre de diciembre de 2024.
Por su parte, el valor de los dólares financieros alternativos cayeron hasta cinco pesos a lo largo del mes, en una plaza intervenida por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y que además cuenta con la oferta extra del "dólar blend" por el cual el 20% de las exportaciones se liquida a través de activos bursátiles.
El valor del dólar MEP finalizó a $1.169,23, mientras que el dólar CCL cerro en $1.180,81, frente a los 1.185,64 del cierre de diciembre de 2024.
En tanto que el valor del dólar mayorista finalizó $1.053,50, con un incremento de 1,50 peso en el día. A lo largo de la última semana, el tipo de cambio oficial subió 4,50 pesos o un 0,4 por ciento. Y en el primer mes del año la suba fue de 21,5 pesos o 2,08 por ciento. Con un dólar libre a 1.220 pesos, la brecha cambiaria quedó en el 15,8 por ciento.
2. Impacto sobre los dólares paralelos de la reducción de retenciones
El segundo interrogante de los operadores del mercado financiero local y de Wall Street para febrero es si el decreto 38/ 2025 públicado la semana pasada en el Boletín Oficial que reduce temporarianente las alícuotas de retenciones al sector agroexportador y modifica el sistema de liquidación y control generará una mayor oferta de dólares por parte de ese sector que podría provocar una baja del dólar paralelo y de los dólares financieros alternativos pese a la baja que han tenidos desde hace un año a la fecha.
Lo primero que hay que explicar es que a partir de la medida hay dos nuevos tipos de cambio a elección del exportador.
Como sucedía hasta ahora, el 33% de retenciones para la soja, pero con un plazo de hasta 90 días para liquidar. Y otro tipo de cambio oficial con la disminución de la retención del 33% al 26%, pero hay que liquidar a los 15 días, o sea dejar los dólares en el BCRA.
Frente a este escenario algunos analistas financieros del sector agropecuario consultados por iProfesional sostienen que conviene seguir pagando el 33% de retención y apostar a la tasa en pesos durante 90 días. Así se gana una diferencia en dólares haciendo un carry trade que no compensa los puntos que se reducen con la medida.
Pero varios de ellos señalan que el principal problema es la falta de rentabilidad del sector agropecuario ya que los costos en dólares subieron entre el 120% y el 160%, el combustible saltó de $360 a cerca de $1100, en tanto los cereales aumentaron entre un 40% y un 80%. En estos casos el margen bruto de cualquier cultivo es negativo.
Lo que el Gobierno busca con la reducción temporal de las retenciones al sector agroexportador es seducir a quienes aún conserva granos de la cosecha anterior.
Se calcula que hay en stock unos 3.000 millones de dólares y el Gobierno busca que se liquiden esas divisas para que ingresen los dólares para sumar a las reservas internacionales brutas del BCRA y cobrar los derechos de exportación.
Algunos analistas señalan que se trata de una medida similar a las distintas versiones del llamado "dólar soja", aplicado en la última etapa del Gobierno de Alberto Fernández, pero con una cotización del dólar oficial más competitiva. Si bien sostienen que el nuevo esquema es muy similar a los dólares especiales que se ofrecieron durante la gestión de Sergio Massa al frente del ministerio de Economía.
"La gran diferencia es que en esos programas hubo retenciones cero durante los dos meses de vigencia de la medida, pero ahora no es más que una reducción que no compensa al agro", explicó el ex secretario de Agricultura Juan José Bahilo y agregó, además, que el Gobierno anterior conseguia en los primeros diez días más de u$s1000 millones y acá, por ahora, no se está liquidando nada.
Lo cierto es que en los últimos días distintos eslabones del complejo agroexportador comenzaron a advertir algunas distorsiones en la implementación de esta reducción temporal de los derechos de exportación, que le quitan atractivo. Bahilo afirma que lo que le interesa al ministerio de Economía es apurar la liquidación de un 30% de la cosecha del año pasado que está sin comercializar.
En relación a la liquidación de dólares, hay que destacar que el viernes se registró un importante monto operado en el segmento de contado, por unos u$s514,5 millones, y ayer el BCRA realizó compras en el mercado único libre de cambios (MULC) por unos 163 millones de dólares.
De esta manera, el BCRA terminó la semana con un saldo a favor de unos 352 millones de dólares y, de acuerdo a cifras provisorias, la entidad monetaria obtuvo un saldo comprador por 1.748 millones de dólares en el primer mes del año.
En tanto que las reservas internacionales brutas cayeron por quinta rueda consecutiva. En este caso, fueron unos u$s1.121 millones y totalizaron los u$s28.307 millones.
Está baja de las reservas internacionales brutas se produjo por motivos técnicos, debido a movimientos contables de fin de mes de los bancos para cumplir con la posición global neta (PGN) en moneda extranjera con el cierre de mes.
Luego los dólares regresan a las reservas del BCRA con el inicio del febrero. Fuentes cercanas al BCRA explicaron que el viernes se produjo la cancelación de u$s120 millones por vencimientos con el BID y los Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre). En el caso de los Bopreal solo impacta en reservas internacionales brutas en el caso de pagos que se depositan en cuentas del exterior.
La operatoria bursátil dejó un saldo negativo este viernes, con el interrogante derivado del eventual alcance que podría tener un nuevo acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional), principal expectativa de los inversores después de un 2024 de extraordinarias ganancias para el mercado, que hoy demanda nuevos fundamentos para justificar nuevas alzas en las cotizaciones.
3. El impacto de las políticas económicas de Donald Trump
Otra de las incógnitas que tienen los inversores es que también miran la trayectoria de las plazas externas ante un avance global del dólar, preocupaciones ante el pronto inicio de la imposición de aranceles por parte del gobierno de Donald Trump, y un aumento de los precios en Estados Unidos en diciembre que sugiere que la Reserva Federal (FED) podría retrasar el recorte de las tasas de interés, señalaron a la agencia Reuters.
A nivel local la gran novedad es que el BCRA dispuso desde el viernes reducir la tasa de política monetaria de 32% a 29%, continuando con un ciclo de baja de tasas de interés que comenzó el año pasado desde un nivel del 120 % anual y que se fue reduciendo hasta el valor actual. Un proceso nunca visto en la historia económica argentina ideado por el presidente Javier Milei junto al ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular del BCRA, Santiago Bausilli, que resulta clave para seguir bajando la tasa de inflación mensual del 2,7 % registrada en diciembre pasado.
La tasa de interés de pases activos también se reduce de 36% a 33%. Estas tasas regirán a partir del viernes 31 de enero, informó la entida y, además, señaló que "la decisión del Directorio se fundamenta en consideración de la consolidación observada en las expectativas de baja de la inflación".
Los recortes de la tasa de interés ya fueron un tema de particularimportancia a mediados de 2024, cuando el mercado inició un proceso de dolarización que hizo crecer la brecha cambiaria luego de que el BCRA ejecutara una caída muy rápida en el rendimiento de los instrumentos en pesos.
Según un cálculo de la consultora financiera 1816, si no hubiese operado una baja en la tasa de interés en pesos, "esta quedaría en 1,7% TEM (tasa efectiva mensual) medida en dólares oficiales (el 2,7% TEM de la Lefi menos el 1% del crawl). Un spread así sería notablemente alto (1,7% TEM es más de 20% anual) y, de hecho, es algo que no vemos desde mayo", indicaron en un informe reciente.
"Semejante diferencia entre las tasas en pesos y las tasas locales en dólares incentivaría aún más la generación de préstamos en moneda extranjera. Ese stock voló los últimos meses (y tiene mucho potencial para seguir creciendo dada la expansión de los depósitos en dólares por el blanqueo), con una suba que explica prácticamente el 100% de las compras del BCRA en el MULC desde mediados de agosto", mencionó 1816.
Eso se explica en que por las regulaciones, los préstamos en dólares deben ser liquidados en el mercado oficial y así son adquiridos por la autoridad monetaria, lo que le permite sumar reservas netas.
Por otro lado, el Tesoro colocó esta semana $6,5 billones en la segunda licitación de deuda del año y logró cubrir el 68% de los vencimientos que ascendían a 9,5 billones de pesos. El instrumento con mayor adjudicación fue el bono capitalizable (Boncap) a tasa fija a enero de 2027 y la licitación se caracterizó por ubicarse en la antesala al nuevo sendero de desplazamiento de 1% mensual del tipo de cambio por parte del BCRA.
El próximo lunes el Gobierno hará el primer retoque de relevancia al esquema cambiario que inauguró junto al inicio del mandato libertario y ajustará el ritmo al cual se actualiza el tipo de cambio oficial, que pasará a moverse a un ritmo de 1% por mes, en un contexto de una tasa de inflación más baja, un recorte de la tasa de interés, pero también de una apreciación marcada del tipo de cambio acumulada en los últimos meses.
El equipo económico esperó que la inflación mensual rondara el 2,5% durante un trimestre para hacer más lento el ritmo de depreciación del tipo de cambio, y de acuerdo a una hoja de ruta planteada a fin del año pasado, si el IPC registrara otro trimestre de inflación a la baja, el crawling peg podría desaparecer para dar paso a otro esquema cambiario. El alcance de ese etapa posterior parece marcado, entre otras cuestiones, por el resultado de las conversaciones con el FMI para un programa de financiamiento nuevo.