DECISIÓN DIFICIL

Ante la caída de la inflación, ¿conviene un préstamo a tasa fija o uno ajustado por UVA?

Quien evalúa la posibilidad de tomar un préstamo personal tiene la posibilidad de elegir entre las dos opciones que ofrecen los bancos en la actualidad
FINANZAS - 20 de Noviembre, 2024

Ya sea porque se plantea la oportunidad de hacer una compra de cierta envergadura, hacer una inversión o para reordenar las finanzas familiares, es normal que surja la posibilidad de tomar un préstamo personal. En tal sentido, las opciones que ofrecen los bancos bajo la forma de un préstamo personal son dos: tradicional o ajustado por UVA.

Ambos casos se rigen por el denominado sistema francés de amortización, que para los préstamos tradicionales se caracteriza por tener cuotas iguales y consecutivas. En cuanto a los intereses, estos se calculan sobre saldos y el capital que se va amortizando surge de la diferencia entre la cuota pura y el monto de los intereses. Es por ello que a lo largo del tiempo la parte de la cuota que se destina a la cancelación de capital va subiendo y los intereses decreciendo.

Pero en función de este mecanismo es que el saldo del capital adeudado no se ajusta proporcionalmente al plazo, lo cual suele generar algún tipo de rispideces entre el banco y el tomador del crédito, pues cuando este último quiere cancelar en forma anticipada, se encuentra que por ejemplo, si se abonó el 50% de las cuotas, el capital adeudado es mayor a ese porcentaje.

Otro punto a tener en cuenta es que al monto "puro" de cada cuota se le suman el IVA por los intereses de cada una de ellas, por lo que ello incide en el denominado costo financiero total (CFT), que en definitiva tiene más relevancia que la tasa nominal anual del préstamo.

En cuanto al préstamo ajustado por UVA, si bien el cálculo de las cuotas también se basa en el sistema francés, la diferencia es que cada uno de los pagos mensuales se ajusta en función de la inflación pasada, con un determinado desfasaje. También hay que tener en cuenta que la tasa de interés se calcula por encima de la inflación.

Préstamo a tasa fija o ajustado por UVA: ¿cuál conviene más?

La ventaja que tiene el préstamo tradicional es que su cuota es fija e inamovible a lo largo de toda lo operación, en tanto que para el UVA el punto a su favor es que su cuota inicial es mucho más baja, aunque se vaya incrementado a lo largo del tiempo por el efecto inflacionario. Pero al pagar una cuota inicial menor, ello permite acceder a un monto mayor con la misma relación cuota / ingreso.

En tal sentido, lo que se suele hacer es una simulación para calcular los montos iniciales de las cuotas en función de las tasas de interés que cobran los diferentes bancos.

Así por ejemplo, considerando un préstamo por un monto de $1 millón a 24 meses, con una tasa nominal del 65% anual, que puede tomarse como el promedio que cobran los bancos privados, la cuota inicial es de $73.000.

En cuanto a los préstamos ajustados por UVA, las tasas de interés rondan el 11% sobre inflación, por lo que para el mismo monto la cuota inicial arranca de los $50.000 pero posteriormente se incrementará en función del avance de los precios, calculando cada una de ellas en función del capital adeudado.

Teniendo en cuenta las cuotas iniciales para ambos sistemas, surge la pregunta de cuál es el más conveniente, teniendo en cuenta cuando se pueden "cruzar" ambas cuotas y a cuanto ascendería el monto total a devolver.

Debido a que la cuota del sistema tradicional es fija, en este caso sería de $73.000 y que la del UVA larga en $50.000, todo dependerá lógicamente de lo que suceda en términos de inflación para los próximos dos años, por lo que en este punto se deben plantear por lo menos dos escenarios:

  • Inflación mensual del 3%: asumiendo un porcentaje similar al actual, se estaría devolviendo cerca de $1.5 millones frente a los $1.7 millones del tradicional. La cuota del UVA solo superaría a la del tradicional en los dos últimos pagos.
  • Inflación mensual del 4,3%: si esta fuera la inflación mensual promedio de los próximos 24 meses, en ambos casos se devolvería el mismo monto en términos nominales. Las cuotas del préstamo UVA igualarían a la del tradicional justo en la mitad del préstamo y luego seguirían subiendo.

En definitiva, si para los próximos doce meses se estima que el IPC mensual puede ser inferior al 4,3% convendría un préstamo ajustado por UVA, y más aún si el indicador mensual fuera igual o menor al 3 por ciento, pues en este caso, todas las cuotas serían inferiores a la del tradicional.

En sentido inverso, si el IPC trepara al 5% mensual, convendría un préstamo tradicional, pues estaría devolviendo casi $200.000 menos en la suma total y el corte de las cuotas se registraría a partir de la número once.

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