En la City aseguran que algunos bonos pueden subir hasta 32%
Después de jornadas positivas en el mercado financiero, con el riesgo país por debajo de los 800 puntos básicos y con bonos hard dollar que suben hasta casi 100% en este 2024, en el mercado todavía creen que hay margen que los títulos sigan subiendo.
De hecho, Portfolio Personal Inversiones (PPI) le puso un número: los bonos pueden subir entre 30% y 32% en los próximos doce meses. La ALyC estima los retornos esperados para la deuda con ley Nueva York como los que vencen en 2035 tiene un upside del 32%.
De concretarse, pasaría de los alrededor de u$s60 actuales a los potenciales u$s75. Para los que son ley local, o sea los Bonares, PPI tiene como el de mayor upside al que vence en 2041, que llegaría a casi u$s70 versus los actuales u$s55.
Los bonos siguen de fiesta: cuánto más pueden subir
Lo que propone PPI se alinea con las observaciones del mercado financiero. Aurum Valores también llevó a cabo un análisis sobre el potencial de los bonos argentinos. Han actualizado sus proyecciones, teniendo en cuenta las mejoras en las expectativas de acumulación de reservas. Esto es resultado de la continuidad en el aumento del stock de depósitos en dólares, impulsado por el blanqueo, lo que incrementa la capacidad de préstamo del sistema financiero. De este modo, el BCRA podría seguir comprando divisas, a pesar de que esta no sea la mejor época del año estacionalmente.
"Si en 2018/2019 el sistema financiero otorgaba el 50% de su stock de depósitos en dólares y esos préstamos eran adquiridos por el BCRA, al volver a esa relación del 50%, la venta potencial de divisas al BCRA podría alcanzar los u$s8.000 millones, considerando el stock actual de depósitos en dólares", explica Aurum.
A partir de esta base, revisaron las proyecciones de riesgo país y la curva hard dollar para junio de 2025, ajustándolas a niveles similares a los de Egipto en un escenario optimista (curva alrededor del 9%) y Pakistán en un contexto normal/bueno (curva cerca del 11%).
También ajustaron las probabilidades subjetivas para cada escenario, aumentando las del optimista al 15% (desde 5%), incrementando las del escenario bueno (de 55% a 60%) y reduciendo las del malo (riesgo país a 1.500 puntos) al 20% desde el 35%.
Las variaciones esperadas para cada escenario a junio de 2025 suponen que se recibirán los cupones de enero de 2025 sin reinvertirlos (si se reinvirtieran en los escenarios positivos, las subidas serían mayores y en los negativos las pérdidas serían más significativas). Así, la ALyC estima un upside del 24% para los GD30 y GD41 en el escenario positivo.
Se advierte que con datos tan alentadores, "es sencillo pasar por alto el creciente riesgo cambiario subyacente en este programa económico".
"El Gobierno busca que lo perdido por la vía comercial, se recupere por la vía financiera"
"Desde la devaluación del 10 de diciembre, el tipo de cambio real multilateral se ha apreciado un 49%, y el dólar oficial ha regresado a su nivel de finales de noviembre de 2023. Además, esto ocurre en un contexto donde el real brasileño se ha depreciado fuertemente, llevando a la moneda de nuestro socio comercial nuevamente a sus mínimos postconvertibilidad (en 2015 y 2023, ambos precediendo un fuerte salto cambiario)", señala.
Esto ha llevado al Gobierno a enfrentar un déficit en la cuenta corriente cambiaria, aunque logra compensarlo con mayor financiamiento comercial y préstamos al sector privado. "De esta manera, busca que lo perdido por la vía comercial se recupere por la vía financiera, lo cual podría mejorar aún más con un nuevo acuerdo potencial con el FMI y un canje de deuda en 2025", indica.
Con una visión positiva sobre la curva de deuda argentina, el siguiente paso lógico es identificar el segmento óptimo para invertir.
En términos generales, Cohen menciona que los bonos pueden clasificarse en dos categorías: el tramo corto, que incluye vencimientos en 2029 y 2030, y el tramo largo, que abarca bonos con vencimientos en 2035, 2038, 2041 y 2046.
"La principal diferencia entre ambos radica en la concentración de los pagos: el tramo corto implica desembolsos mayoritariamente bajo la gestión de Milei (entre 61% y 50%), mientras que en el tramo largo los pagos se extienden hacia años posteriores, alcanzando entre un 7% y un 17% hasta finales de 2027", aclara.
Así, Cohen sostiene que una estrategia "conservadora" sugiere adquirir bonos en el tramo corto para limitar la exposición al riesgo asociado con futuras administraciones.
"Por otro lado, una estrategia más agresiva contempla invertir en el tramo largo, apostando por una posible reelección de Milei. Desde nuestra perspectiva, consideramos más favorable la primera opción, priorizando una estrategia más segura frente a la volatilidad potencial", afirma Mazza.
Además, ven una oportunidad atractiva en comprar bonos emitidos bajo ley argentina, que actualmente cotizan con un descuento significativo del 4% frente a sus equivalentes emitidos bajo ley neoyorquina. En este momento, el GD30 se cotiza a u$s70,8 (TIR del 13,2%), un 4,1% más que el AL30 a u$s68.1 (TIR del 15%). De manera similar, el GD38 se vende a u$s68,6 (TIR del 12.2%), lo que representa un incremento del 3,9% respecto al AE38 a u$s66.0 (TIR del 13.0%).
"Recomendamos mantener la exposición en bonos del Tesoro, especialmente en el tramo corto. En particular, destacamos el AL30 por su atractivo descuento frente al GD30. Para inversores más optimistas y dispuestos a asumir riesgos elevados, sugerimos considerar inversiones en el tramo largo mediante el AE38", aconseja Mazza.
"Los bonos continúan su rally y por ahora no encontramos razones para realizar ganancias. El BCRA sigue con un ritmo elevado de compras en el MULC; además, el Tesoro ha consolidado un superávit fiscal como una práctica saludable. La inflación ha caído por debajo del 3%, mientras que tanto la actividad como los salarios están recuperándose y la imagen positiva del Gobierno permanece alta", concluye Juan Pedro Mazza, estratega de Cohen.