¿Fue exitosa la primera etapa del blanqueo?: este es el impacto que tuvo en las reservas del BCRA
Este jueves 31 de octubre marca el fin de la primera etapa del Régimen de Regularización de Activos o "blanqueo de capitales", implementado por el Gobierno argentino como parte de su paquete fiscal. Este programa, que busca incentivar la declaración de bienes y activos no registrados tanto en Argentina como en el exterior, ha superado las expectativas de las autoridades y especialistas en la materia, incluyendo al presidente Javier Milei y al ministro de Economía, Luis Caputo. A pesar del cierre de esta fase inicial, el blanqueo continuará hasta el año próximo, aunque esta primera etapa ha sido la más atractiva debido a sus condiciones preferenciales.
El programa de blanqueo se compone de varias etapas, cada una con diferentes alícuotas y beneficios para los participantes. La primera fase, que finaliza este 31 de octubre, ofrece una alícuota del 5% sobre el total de bienes regularizados.
Además, durante esta etapa inicial, quienes declaren dinero en efectivo no declarado, conocido popularmente como "dólar colchón", pueden hacerlo sin multas hasta un límite de 100.000 dólares. Este beneficio ha incentivado a numerosos contribuyentes a regularizar sus activos, aprovechando la alícuota baja y la posibilidad de no enfrentar sanciones adicionales por el dinero físico no declarado.
A partir del viernes 2 de noviembre, comenzará la segunda etapa del blanqueo, la cual se extenderá hasta fines de enero de 2025. Durante esta fase, la alícuota aumentará al 10% sobre los activos regularizados que superen los 100.000 dólares. Esta tasa es el doble de la ofrecida en la primera fase, lo cual podría modificar el nivel de participación en esta nueva etapa, aunque el Gobierno confía en que el programa seguirá atrayendo interesados debido a la estabilidad de las condiciones macroeconómicas y la posible seguridad de capital que brinda el sistema financiero.
Resultados preliminares del blanqueo y su impacto en las reservas
Si bien hasta ahora no se han publicado cifras oficiales sobre el balance final de la primera fase del blanqueo, se espera que este 31 de octubre se anuncien los resultados preliminares, los cuales, según estimaciones, indicarían la regularización de activos por un valor aproximado de 40.000 millones de dólares. De este total, alrededor de 14.000 millones corresponderían a dinero en efectivo y el resto a bienes y cuentas en el exterior que no estaban declaradas hasta el momento.
Uno de los efectos tangibles de este proceso ha sido el notable incremento en los depósitos en dólares dentro del sistema bancario. El stock total de estos depósitos alcanzó los 31.634 millones de dólares, lo que representa un aumento de 237 millones desde el último récord registrado el 30 de septiembre.
Este incremento coloca a los depósitos en dólares cerca de superar el récord histórico de 32.492 millones de dólares alcanzado en agosto de 2019, durante la presidencia de Mauricio Macri. Si la tendencia continúa, el blanqueo podría contribuir a alcanzar o incluso superar este máximo histórico, con efectos potencialmente positivos en las reservas del Banco Central.
Aumento de reservas del Banco Central a través de los encajes bancarios
El crecimiento de los depósitos en dólares no solo fortalece la posición de los bancos, sino que también incrementa las reservas del Banco Central mediante el mecanismo de encajes, es decir, el porcentaje de los depósitos que las entidades bancarias deben mantener en el Banco Central.
Esta acumulación de reservas es particularmente significativa en el contexto actual de las reservas netas negativas del Banco Central, y representa una herramienta clave para fortalecer la situación financiera de la entidad y su capacidad de intervención en los mercados de cambios.
Desde la consultora LCG, especializada en análisis económico, señalaron que esta dinámica contribuye a la acumulación de reservas gracias al aumento en los encajes de los bancos, los cuales, según indican, parecen estar llevando gradualmente al Banco Central una parte de los depósitos en dólares provenientes del blanqueo, en previsión de que los clientes no los retiren en el corto plazo.
De hecho, los datos disponibles muestran que cerca del 90% de los que se acogieron al régimen hasta la fecha optaron por mantener sus fondos en el sistema financiero, lo cual podría traducirse en un refuerzo adicional de las reservas.
Impacto en el riesgo país y en la deuda pública
Otro efecto de la mayor disponibilidad de divisas en el sistema financiero ha sido la reciente baja en el índice de riesgo país, que perforó la barrera de los 1000 puntos en las últimas jornadas. Esta reducción del riesgo país es interpretada como un indicador de mayor confianza en la administración actual y en su capacidad para implementar medidas económicas estables.
Para aquellos contribuyentes que regularizaron más de 100.000 dólares, el régimen también ofrece la posibilidad de invertir en distintos activos hasta el 31 de diciembre de 2025, a cambio de eximir el pago de la alícuota del 5%. Una de las opciones habilitadas por el Gobierno para este tipo de inversiones es la compra de bonos soberanos, lo que ha impulsado la demanda de la deuda local y podría tener un impacto en su valorización en el mercado.
Con el cierre de la primera fase del blanqueo, el enfoque ahora se centra en la etapa que comienza en noviembre, cuando quienes regularizaron menos de 100.000 dólares podrán retirar su dinero sin penalización.
Esta opción de retiro ha estado disponible desde fines de septiembre, aunque utilizarla implicaba la imposibilidad de realizar futuras regularizaciones en el régimen. Ahora, con la finalización de la Etapa 1, el comportamiento de estos depositantes será un factor a observar para determinar si los depósitos en dólares en el sistema bancario continuarán creciendo, se mantendrán estables o disminuirán debido a los retiros de los participantes con menor volumen de capital regularizado.