Se desploma la inversión de moda entre los argentinos: cuánto pierden los principales Cedears

Dice un conocido dicho popular chino que "el leve aleteo de las alas de una mariposa en oriente puede generar un tsunami al otro lado del planeta". Precisamente, ese aleteo comenzó el pasado viernes con la decisión del Banco de Japón de subir la tasa de interés 0,25%, lo que fortalece el yen frente a otras monedas, a lo que se sumó aumento del desempleo en los Estados Unidos a 4,3 por ciento.

Como si esto no bastara, en el fin de semana Berkshire Hathaway, el fondo de Warren Buffett, anunció una reducción a la mitad de su participación en Apple, lo cual generó una oleada de ventas de acciones que suscitó inquietud por las perspectivas del sector tecnológico. Finalmente, las acciones de Nvidia se veían afectados por un informe que indicó que el lanzamiento de sus próximos chips de IA podrían retrasarse tres meses tras haberse detectado fallas en su diseño, lo que podría afectar a clientes como Meta, matriz de Facebook, Google, de Alphabet, y Microsoft.

Este lunes, el aleteo de la Bolsa de Tokio fue muy intenso, pues al cierre de las operaciones el Indice Nikkei registró una caída de más del 12%, lo cual encendió las luces de alarma en todas las bolsas de mundo. Las primeras en sentir el impacto fueron, por cuestión de horario las europeas, con bajas del orden del 2%, siendo las más afectadas las de Alemania, con el 2,3%, Francia (-1.6%) e Inglaterra, que pierde el 1,3 por ciento.

En tanto que en las primeras operaciones de Wall Street, el Dow Jones retrocedía el 2,6%, el Nasdaq otro 2,4% y finalmente el S&P500 otro 2,7%. Para los analistas es precisamente este último dato el más preocupante, pues este indicador es tomado como anticipatorio del ciclo económico en los EE.UU. De hecho, diferentes fuentes atribuyen la caída masiva de las cotizaciones a las proyecciones sobre una hipotética recesión en ese país.

Obviamente estos movimientos negativos impactan en la Bolsa de Buenos Aires, pues el S&PMerval acusaba una baja inicial superior al 4%, liderados por Comercial del Plata (-6,9%), TGN (-6,4%) y Edenor, con el 6 por ciento. Pero la peor parte la llevaban las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, con pérdidas que en muchos casos superiores al 10%. No obstante, con el paso de los minutos, la tensión comenzó a ceder, pues finalmente el S&PMerval cerró con una baja del 0,9 por ciento. 

Este movimiento es según el economista Fernando Marull lógico, pues cabía "esperar un mal día en la plaza local con aumentos del dólar, caída de bonos y acciones y un Banco Central vendiendo reservas". Por su parte, para el analista Agustín Cramo, cabe esperar en este contexto que se reacomoden los dólares financieros, acompañando la debilidad de las monedas emergentes".

Lunes Negro: el impacto de la caída de las bolsas llega a los Cedears

A lo largo de los últimos meses los CEDEARs fueron ganando un lugar de privilegio en la cartera de inversión local, debido a una serie de factores que los ponían un paso más adelante que las acciones que cotizan en el Panel líder. Entre ellos puede mencionarse que estos representan acciones de compañías extranjeras que están autorizadas a operar localmente, lo cual les quita el "riesgo argentino"

A lo anterior se suma el hecho que su cotización depende de dos factores: el precio en el mercado de origen y la evolución del tipo de cambio local, en este caso ligado al contado con liquidación.

Es precisamente este último factor el que permite por estas horas amortiguar el impacto de las caídas de los precios en Wall Street de muchas de ellas. De hecho, la última cotización del contado con liquidación se ubica en los $1.338, lo cual implica una suba de casi el 1,5%, que es la que permite amortiguar la baja de los CEDEARs.

A manera de ejemplo, Nvidia, que perdió 6,4% en Wall Street, cayó en Buenos Aires dos puntos porcentuales menos. Algo similar sucede con Tesla (-3.7% y -2.7%, respectivamente), Citi, con el 3,5$ y 2,4% o en el caso de Amazon, con el 3.6% frente al 4,1% en la bolsa de origen.

"No obstante el derrumbe inicial, existía cierto consenso en el mercado que como suele suceder en estos casos, la reacción resulta un tanto exagerada, pero para comprobar o desechar esta posibilidad habrá que esperar", afrima Cramo.