OPINIÓN EXPERTA

Cuasimonedas en La Rioja: el sueño del pibe de gastar sin pagar costos

En La Rioja comenzaron a circular los "Chachos", una cuasimoneda utilizada medio de pago de impuestos, tasas y tarifas. Qué consecuencias trae esta medida
FINANZAS - 31 de Julio, 2024

Hace dos semanas comenzaron a circular los bonos de cancelación de deudas (BOCADE) emitidos por el  gobierno de la provincia de La Rioja, que con la denominación de CHACHOS pueden utilizarse para pagar  hasta un 30% de los salarios de los empleados públicos provinciales y para cancelar deudas y pagos con  proveedores y contratistas del estado provincial. Los bonos emitidos vencen el 31 de diciembre de 2024 y  pagan un interés directo del 17% semestral. Los comercios que los reciben pueden solicitar al gobierno su  rescate en cualquier momento. 

Dado que son recibidos por el Estado riojano como medio de pago de impuestos, tasas y tarifas, y por una  porción del sector privado de esa provincia, circulan dentro de La Rioja como una moneda adicional al  peso, una "cuasimoneda". Según la visión del gobierno que las emite, son aceptados en las transacciones  a su valor nominal y ayudan a amortiguar los efectos de la recesión y la caída del consumo en el mercado  local. 

¿Qué consecuencias puede tener la emisión de cuasimonedas en una provincia? En primer lugar, nunca  es buena noticia que las provincias recurren a este instrumento, pues deteriora la credibilidad en la política  monetaria nacional, al disminuir la capacidad del BCRA para controlar la cantidad de medios de pago y por  ende la inflación.

No obstante, hasta ahora parece una decisión limitada a La Rioja, porque otras provincias (al menos las que han publicado información fiscal en 2024), han optado por ajustar el gasto, en términos  reales, ante la caída de los ingresos propios y recibidos desde Nación. 

Cuasimonedas: qué pasó a principios de los años 2000

Respecto a los posibles efectos de los bonos en el territorio en el que circulan (provincia de La Rioja),  resulta conveniente recordar algunas de las consecuencias más relevantes que entre los años 2000 y 2003 dejó la circulación de cuasimonedas en 14 provincias de Argentina:  

  • Aumentaron los costos de transacción, disminuyendo la eficiencia en general de la economía, por  cuanto el gobierno, las empresas y las personas debieron crear mecanismos especiales para  adaptarse a las transacciones con bonos 
  • Se generó mayor pérdida de poder adquisitivo sobre los ingresos de los habitantes de las  provincias emisoras, ya sea por mayor inflación directa, precios diferenciales para pagos con bonos  o por la desvalorización directa del valor de los bonos. 
  • La cotización de los bonos dependió de la cuantía relativa de los bonos emitidos, con relación a la  base monetaria o la recaudación propia provincial. 
  • No se observó una menor caída en la actividad económica en las provincias que emitieron  cuasimonedas, con relación a las que no lo hicieron. 

Se debe recordar que, en aquella experiencia de hace casi un cuarto de siglo, algunas provincias emitieron  bonos por alrededor de la mitad de sus bases monetarias, y exhibieron cotizaciones de entre 65% y 75%  del valor nominal del bono. En el caso extremo de Corrientes, emitió el equivalente a poco más de su base  monetaria y las cotizaciones del bono llegaron a ubicarse en torno al 50% del valor nominal. No obstante,  en las provincias que fueron más cuidadosas en su emisión, la cotización no bajó del 90%, generando  menos inconvenientes. 

Con una emisión excesiva de cuasimonedas pueden surgir precios diferenciados para un mismo producto  o servicio, según si se paga con moneda de curso legal o con cuasi-monedas provinciales. No obstante, por  una política de precios y/o para no tener conflictos con el gobierno provincial, puede ocurrir que los  precios resulten iguales para un mismo producto, sin importar si se paga con dinero o bonos, aunque dicho  precio resulte más caro que en una situación hipotética en que no existieran las cuasimonedas en esa  jurisdicción. 

Por ende, los efectos monetarios negativos que se pueden desprender de una emisión excesiva de bonos  locales pueden resultar en un mix entre la mayor inflación que produce la emisión de dinero y la  desvalorización de los papeles que implica la emisión de títulos públicos por arriba de su demanda.  

En el año 2003, los bonos provinciales fueron rescatadas por el Gobierno Nacional a través del Programa  de Unificación Monetaria (PUM). En las actuales circunstancias, resulta poco probable que el gobierno del  presidente Milei acuda en rescate de bonos provinciales, lo cual obliga a una emisión muy cuidadosa por  parte de la provincia de La Rioja. 

Al político promedio le gusta gastar, porque eso puede generarle votos. Claro que, si para gastar, hay que  cobrar impuestos, los impuestos ahuyentan votos, y puede compensar. Pero si el gasto se paga con billetes  o cuasimonedas sin respaldo, cuyo costo es sólo el de su impresión, tenemos "el sueño del pibe" del  político promedio: Gastar sin pagar los costos. Es la base del problema de la inflación. Claro que la inflación  (o la desvalorización de las cuasimonedas), si bien al inicio confunden a la población, si luego resultan  persistentes finalmente terminan generando costos políticos a sus emisores. 

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