Esta es la clave para aumentar tu patrimonio neto

Habitualmente, cuando se habla del patrimonio de una persona, se hace referencia a los activos que esta posee. Si bien es correcto, la clave se encuentra en el patrimonio neto, es decir, la diferencia entre los activos con los respectivos pasivos.

En otras palabras, los bienes con los que se cuenta restado las deudas y obligaciones. De esta forma, se puede conocer la salud financiera de cada individuo. Además, siempre se debe apuntar a que este crezca con el paso del tiempo, ya que un buen patrimonio no siempre es algo bueno. Por ejemplo, se puede tener dos inmuebles (positivo), pero ambos con una gran deuda hipotecaria (negativo).

Cómo incrementar el patrimonio neto

Una de las principales formas de "incrementar" el patrimonio consiste en invertir, aunque esto se debe hacer sabiamente. Es decir, elegir los activos en los que se va a invertir teniendo en cuenta los objetivos y tolerancia al riesgo.

De esta forma, por ejemplo, un depósito a plazo fijo está orientado a un perfil más conservador, mientras que las acciones suelen dirigirse a un público con un perfil más agresivo con respecto al riesgo. En esta línea, generalmente las personas más jóvenes suelen asumir mayores dosis de riesgo, mientras que, a medida que crecen, suelen volverse más conservadores.

En todos los casos, los expertos suelen aconsejar el revalúo de la estrategia de inversión por lo menos una vez al año. Otra alternativa para incrementar el patrimonio neto consiste en reducir gastos. Estos suelen ir de la mano con la creación de presupuestos.

Una regla muy común es el 50/30/20 la cual consiste en gastar el 50% del dinero que se obtiene en gastos fijos, como el alquiler, un 30% en gastos variables y lujos, como una entrada al cine y el 20% restante se ahorra o invierte.

Para ello, una vez que se identificó cuales son los gastos más grandes, se debe proceder a recortar las áreas más prescindibles. Esto puede ir desde negociar la tarifa de internet hasta reducir el consumo de servicios públicos o dar de baja un servicio de streaming. En otras palabras, cualquier cambio que no afecte la calidad de vida diaria es imprescindible.

En paralelo, se debe tratar de incrementar los ingresos para que el patrimonio crezca a un mayor ritmo. Dentro de este apartado se encuentran la posibilidad de trabajar más horas, intentar obtener un ascenso o emprender un nuevo negocio, entre otras opciones.

¿Cómo proteger el patrimonio neto?

Si bien incrementar el patrimonio neto es necesario, también es fundamental protegerlo para evitar que este caiga incluso aplicando prácticas que lo elevarían. Entre estas formas se encuentran los fondos de emergencia.

Este consiste en una suma de dinero en efectivo, o activos de inmediata liquidez como es el caso de los FCI money market. Según especialistas, este debe contener fondos suficientes para afrontar las obligaciones de entre 3 y 6 meses.

Esta cobertura te protege ante imprevistos como enfermedades, roturas de dispositivos, entre otras cuestiones. De esta forma, se evita malvender inversiones o recurrir a préstamos con tasas de intereses elevadas, decisiones que afectarán negativamente a tu patrimonio.

Otra de las claves consiste en reducir las deudas, especialmente las que tienen intereses más elevados. Un error muy común de las personas que tienen algún tipo de deuda es invertir dinero sin antes cancelarlas. Excepto que los intereses se cobren si o si, o que los rendimientos que se obtengan sean superiores a los que devengue una deuda, la prioridad es cancelar las obligaciones.

Finalmente, se debe considerar la opción de proteger los activos y bienes con los que se cuenta. Cabe mencionar que la mayoría de los activos no están garantizados, por lo que tu patrimonio podría bajar ante un infortunio. Por ejemplo, si se cuenta con un inmueble y este lamentablemente se quema, si no se tiene un seguro, se pierde el bien.

Si bien por cuestiones económicas es prácticamente imposible asegurar el 100% de los bienes con respecto a la mayoría de posibles riesgos, siempre se debe analizar las probabilidades de utilizar el seguro y qué impacto tendría dicho hecho en el patrimonio.