Invertí en CEDEAR como un "lobo de Wall Street": empresas desconocidas con mucho potencial
Muchos recordarán el personaje del corredor de Bolsa encarnado por Leonardo DiCaprio en la película "El Lobo de Wall Street", que en sus comienzos operaba con aquellas acciones de empresas desconocidas o poco "visibles" y que tenían un gran potencial de suba.
Salvando las distancias, en la actualidad existe un Cedear que permite replicar de cierta manera ese espíritu debido a que se posiciona en un índice que representa a unas 2.000 pequeñas y medianas firmas estadounidenses. En este caso, sólidas y con fundamentos serios.
Este Certificado de Depósito Argentino (Cedear) es un instrumento de renta variable que se puede comprar en pesos y está listado localmente en el ByMA, y equivale a fracciones del ETF (índice) sectorial Russell 2000 (IWM), que cotiza en dólares en Wall Street.
El mismo representa a unas 2.000 pymes estadounidenses, que en dicho país esa calificación aplica a tamaños de empresas que facturan más de u$s1.000 millones, una cifra que en Argentina sólo es superada por las grandes compañías locales.
"Un primer punto de interés para comprar este Cedear es la diversificación que brinda, ya que al adquirir este certificado que cotiza alrededor de los $28.000 te permite comprar una participación en 2.000 empresas", recomienda a iProfesional José Ignacio Bano, economista y analista financiero.
Cedear de empresas chicas y medianas para invertir
En cuanto a los fundamentos que presenta este índice sectorial (ETF) Russell 2000 (IWM) para seguir subiendo, son que la economía de Estados Unidos puede empezar a favorecer a estas pequeñas y medianas firmas gracias a que se espera la llegada de una baja de tasas de interés para reactivar más la economía de dicho país.
"Un aspecto por el que me interesa mucho este Cedear es porque se presume que estamos cerca del comienzo de la baja de tasas en Estados Unidos, algo que beneficia especialmente a las pymes. Es que estas firmas, aunque son grandes empresas respecto a nuestra economía, necesitan financiación", explica Bano.
Por lo tanto, si baja el interés, disminuye el costo que deben asumir a la hora de salir a buscar fondos.
"Por ende, se financian más barato, consiguen mayores ganancias y pueden desarrollar más proyectos. En cambio, esto no afecta a las mega empresas del índice S&P 500, que tienen millones y millones de dólares de caja, y que las tasas altas hasta las benefician en muchos casos porque pueden colocar su capital a mejor interés", acota Bano.
Según el análisis que realiza con el comportamiento de los precios de las diferentes empresas, cuando empiezan a bajar las tasas, se percibe que a lo largo de un año las "small caps (firmas chicas) son las que más suben" respecto a otro tamaño de compañías.
Por ejemplo, bajo esas condiciones, cita que en un año pueden ascender 26,6% en dólares bajo esas circunstancias, mientras que las medianas ascienden en su cotización 22% y las grandes alrededor de 16%.
"En términos del ratio Foward Price Earnings, encontrás que sólo antes de la crisis de las 'punto com' del año 2000 las empresas chicas estuvieron tan baratas, en relación a las grandes, como ahora. En ese momento, como ocurre en la actualidad, las grandes compañías estaban con ratios de valuación altos y las tecnológicas muy altos", grafica Bano.
Por eso, considera que el Cedear del índice Russell 2000 (IWM) puede ser un "buen refugio" ante una posible corrección del índice S&P500.
Cedears como inversión: qué representan
Más allá de los atractivos que tiene el índice Russell 2000 (IWM), se debe considerar que al presentarse localmente a través de Cedear permite obtener otros beneficios para el inversor.
Es que estos certificados se compran en pesos y ajustan su cotización en base a dos factores. El primero es la devaluación de la moneda local a través del movimiento que tiene el dólar contado con liquidación (CCL).
Y, en segunda medida, su precio depende del valor que adquiere en el mercado bursátil el propio activo representado en Estados Unidos, por lo que incluye el riesgo y la variación de la cotización de la propia compañía a la que representa.
Por estos motivos, es una alternativa que permite resguardarse del riesgo local, diversificando la cartera e invirtiendo en empresas que cotizan en mercados del exterior, al tiempo que ofrece una cobertura frente a la devaluación del peso.