Aunque hablamos constantemente sobre él, su origen sigue siendo poco conocido. No es una moneda en sí misma, sino una cotización informal del dólar estadounidense, vista como una vía de escape a los controles cambiarios; un canal para el ahorro o una forma de búsqueda de cobertura: todo eso es el dólar blue.

En la actualidad, esta cotización está teniendo fluctuaciones, y si bien hoy el dólar blue se vendió con una baja de veinticinco pesos, a $1.405, en las cuevas del microcentro porteño, este martes había cerrado a 1.430 pesos, con lo que había marcado un nuevo récord. 

Por qué se llama dólar blue

El porqué de su nombre (blue significa azul en inglés) no está del todo claro, aunque existen varias teorías. Una frase popular dice "es más falso que dólar celeste", lo que podría explicar el origen del nombre.

Otras versiones sugieren diferentes explicaciones. Según expertos, podría estar relacionado con las acciones blue chip, que tienen alto valor de capitalización y gran liquidez, otros dicen que el origen del nombre podría deberse a que a los gobiernos les gusta poner nombres marketineros a las cosas que no suenan tan bien.

Otro motivo responde a que en el ambiente del dólar informal suele haber billetes falsos. De esta manera, para verificar su autenticidad, hay quienes le pasan una fibra y, si queda en color azul, significa que se trata de un billete falso.

Lo que sí se sabe con certeza es que este término empezó a usarse hace un poco más de diez años, durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, como resultado del cepo al dólar que impuso su administración para limitar el acceso a la divisa. Esto impulsó el crecimiento del mercado paralelo, y su cotización se convirtió en noticia diaria.

Cuándo nació el dólar blue

Aunque el mercado blue es relativamente marginal y de alta volatilidad, sigue coexistiendo con su hermano el verde

El origen del dólar blue data de mucho antes de la aparición de su nombre. En septiembre de 1931, poco después de que Gran Bretaña abandonara el patrón oro, el gobierno de José Evaristo Uriburu implementó un mecanismo de control cambiario para contrarrestar el impacto de la crisis de 1930 en la economía local.

Además, se creó una Comisión de Control de Cambios, autorizada a establecer un tope mínimo y máximo para la compra de divisas por parte de los bancos. Desde 1933, se establecieron dos tipos de cambio: uno vendedor y uno comprador. Así surgió una suerte de mercado negro legalizado. Sin dudas, ese primer control de cambios es el origen primigenio de nuestro contemporáneo dólar blue.

La historia siguió su curso y, entre 1945 y 1973, la época dorada del keynesianismo, los controles cambiarios eran la norma en muchas partes del mundo, según una fuente del mercado. Después, esto cambió, y el ajuste de precios junto con el desarrollo de los mercados financieros ganaron espacio.

Durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón (1946-1952), se establecieron tipos de cambio múltiples para impulsar el desarrollo del comercio exterior.

En Argentina, el dólar paralelo comenzó a prevalecer notablemente en la década de 1970, a partir de la dictadura militar. Es más, en la década de 1980, todo el centro porteño estaba cableado por las "cuevas financieras", que pinchaban con un alfiler y un cable los tendidos de las agencias de noticias para obtener de primera mano datos clave para el mercado.

Con la convertibilidad y el corralito de por medio, entramos al siglo XXI con un dólar paralelo que hasta tiene nombre propio.

Aunque el mercado blue es relativamente marginal y de alta volatilidad, sigue coexistiendo con su hermano el verde y varios otros tres, como el MEP, el contado con liqui y el solidario.

Hoy, se convirtió en una de las cotizaciones de mayor referencia del mercado del dólar porque, al no estar regulada, es vista como un espejo real de lo que pasa con la divisa.