Qué es una línea de crédito y para qué sirve
Normalmente, en estas situaciones, la primera opción que pasa por la cabeza es solicitar un préstamo, sin tener en cuenta una opción que puede ser mucho más adecuada: las líneas de crédito.
Claro que, las opciones para conseguir financiamiento son escasas. En países como el nuestro, solo la mitad de la población tiene acceso a una cuenta en un banco, y quienes sí la tienen, no disponen de tantas opciones para que les presten. Pedir plata a familiares suele ser incómodo y las financieras por lo general, suelen tener costos muy elevados al punto de uno terminar pagando inclusive el triple de lo que pidió inicialmente.
A continuación, en iProfesional te contamos qué es una línea de crédito, cómo funciona y que beneficios puede tener frente a otras formas de financiación.
Qué es una línea de crédito y para qué sirve: una herramienta financiera esencial
Las líneas de crédito son instrumentos financieros flexibles y accesibles que se han convertido en una herramienta vital para individuos y empresas. Aunque a menudo se confunden con otros tipos de préstamos, las líneas de crédito tienen características únicas que las hacen especialmente útiles en diversas situaciones.
Las líneas de crédito tienen la ventaja de que son reutilizables, es decir, una vez que pagás el crédito que tomaste, podés volver a utilizarlo en el futuro. Por eso es clave tener un plan. Saber cómo vas a ir cubriendo el crédito que te han dado, cuándo y en qué lo vas a gastar.
Cómo funciona una línea de crédito
Una línea de crédito es un acuerdo entre un prestamista, generalmente un banco o una institución financiera, y un prestatario, que puede ser una persona o una empresa. Este acuerdo permite al prestatario acceder a una cantidad máxima de dinero, conocida como el límite de crédito, que puede usar según sus necesidades. A diferencia de un préstamo tradicional, donde el prestatario recibe una suma fija de dinero de una vez, una línea de crédito proporciona acceso continuo a fondos hasta el límite acordado.
El funcionamiento de una línea de crédito es similar al de una tarjeta de crédito. El prestatario puede retirar fondos hasta el límite de crédito, pagar el saldo y luego volver a retirar hasta el límite disponible. Los intereses solo se cobran sobre el monto retirado, no sobre el límite total. Esta característica proporciona una gran flexibilidad, ya que el prestatario puede gestionar su flujo de efectivo de manera más eficiente.
Los diversos tipos de líneas de crédito
Existen varios tipos de líneas de crédito, cada una diseñada para satisfacer diferentes necesidades financieras. Los principales tipos incluyen:
Usos comunes de una línea de crédito
Las líneas de crédito son extremadamente versátiles y pueden ser utilizadas para una variedad de propósitos. Algunos de los usos más comunes incluyen:
Cuando utilices la línea de crédito, esta tendrá un costo denominado tasa de interés, que puede ser fija (el monto a pagar no se modifica durante el crédito) o variable (el monto puede cambiar según las variaciones del mercado). Al momento de endeudarse, hay que prestar mucha atención a estas tasas: te recomendamos que sea fija.
Además, este valor se calcula sobre el monto de dinero que efectivamente usás y el plazo (cantidad de meses) en el que decidas devolverlo. Lo más importante es que puedas pagar el monto mensual de la cuota.
Por último, muchas entidades cobran un costo de mantenimiento. Lógicamente, lo ideal es tomar dinero de la que menor costo tenga, de esta manera te estarás financiando inteligentemente.
Entre tanto, ¿cuáles son las ventajas y desventajas de sacar una línea de crédito?
Las líneas de crédito ofrecen numerosas ventajas, incluyendo flexibilidad en el acceso a fondos, pago de intereses solo sobre el monto utilizado y la posibilidad de reutilizar el crédito a medida que se reembolsa. Sin embargo, también presentan desventajas, como la posibilidad de endeudarse en exceso y la tentación de utilizar el crédito para gastos innecesarios. Además, las líneas de crédito sin garantía pueden tener tasas de interés más altas y condiciones de aprobación más estrictas.
Sin embargo, es importante resaltar que cuando sacamos un crédito, es importante conocer nuestra capacidad de endeudamiento. No es recomendable que el pago de tus deudas supere el 20% de tus ingresos.
¿Qué quiere decir esto? Por ejemplo, si tus ingresos son 10.000 pesos no podés destinar más de 2.000 pesos al pago de deudas. Esta regla te ayuda a evitar un problema a futuro. Recordá que para calcular el 20% tenés que dividir tus ingresos en 100 y el resultado multiplicarlo por 20. La cuota a pagar no debería superar el monto que salga de este cálculo.