Tras recorte de tasas, bancos apuestan a una baja de la inflación y a la vuelta del crédito hipotecario
Los últimos registros de la evolución del crédito al sector privado (individuos y empresas) dan cuenta de una caída histórica. De acuerdo a datos del Banco Central, esas líneas equivalen ahora al 4,1% del PIB. Se trata del nivel más bajo en las últimas dos décadas. El otorgamiento de créditos tuvo un piso tras la explosión de la convertibilidad, pero desde ese momento se fue recuperando año tras año.
Tuvieron un bajón con la crisis de 2009, pero se recuperó rápidamente, a partir del año 2010. La tendencia negativa volvió a partir de 2013-2014, a partir del recalentamiento de la inflación. Con alguna volatilidad, la baja se mantuvo durante la última década. Desde el año 2021, tras cierta recuperación después de la pandemia, la caída del crédito fue imparable.
Los datos de marzo dan cuenta de un desplome pocas veces visto, producto de la caída del consumo y de los ingresos de los clientes bancarios.
Ahora, también se le suma la nueva baja de la tasa anual del plazo fijo. Este jueves, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) redujo a 70% anual la tasa de política monetaria desde el 80% previo. A partir de esta decisión, que es consecuencia de la desaceleración inflacionaria, se estima que los bancos comenzarán a bajar la renta que ofrecen por las colocaciones en el mismo nivel y empezarán a pagar alrededor de 60% de TNA para los plazos fijos tradicionales, es decir, 10 puntos por debajo de la tasa de referencia.
Créditos por el tobogán
En cuanto a la caída del crédito, los datos están incluidos en el último informe monetario del Banco Central, con indicadores al mes pasado. Algunas caídas son brutales.
En promedio, el otorgamiento de créditos a empresas e individuos se desplomó un 39% con respecto a marzo del año pasado, en términos reales.
Los créditos a las empresas no escapan de la profunda recesión y la incertidumbre: bajaron 35,6% interanual (real) en el caso de las líneas con descuentos de documentos y del 24,2% en los "adelantos".
A pesar de la rebaja de las tasas de interés decididas por el Banco Central, hasta ahora no hubo una reacción positiva a ese movimiento, ya que hoy en día existe un fuerte apretón monetario y una recesión muy fuerte, que impacta en los ingresos y en la actividad de las compañías.
Préstamos a las personas, en rojo
En los casos de las líneas para las familias también se pone en evidencia la fuerte tendencia negativa.
Los créditos personales marcan una contracción del 50,9% contra marzo del año pasado en términos reales. Es decir, los bancos prestan la mitad que hace un año para el consumo.
Un escalón más abajo, pero también con una nota simular, el financiamiento con las tarjetas de crédito se encuentran un 34% por debajo de hace un año. Desde una entidad financiera líder admitieron a iProfesional que esta tendencia se vincula con dos cosas: el menor consumo, pero también en el incremento en el costo para financiarse con los plásticos.
Hasta fin del año pasado, el costo del financiamiento con las tarjetas estaba topeado por el BCRA. Ahora ese valor está liberado; lo mismo que ocurre con el rendimiento de los plazos fijos.
Los créditos prendarios también mantienen la tendencia negativa: muestran una caída del 48,4% versus marzo del año pasado (descontado el efecto de la inflación).
Acá juega la fuerte caída en la demanda de autos, producto del poderoso encarecimiento de los vehículos en los últimos meses.
¿Vuelven los créditos hipotecarios?
El escenario de retroceso del crédito podría mutar si el Gobierno logra estabilizar la economía, y la inflación mantiene una sostenida tendencia a la baja.
Algo de esto señaló el CEO del Grupo Galicia, poco después de que el banco adquirió la filial local del HSBC. "Si se estabiliza la macro y se consolida la baja de la inflación, los bancos están en condiciones de duplicar el volumen de créditos año tras año", dijo Fabián Kon.
Para que eso suceda, los financistas esperan una reducción notoria de la dinámica inflacionaria. Si ese escenario se confirmara, sería el resurgimiento de los créditos hipotecarios, que desaparecieron hace ya siete años.
"Con una inflación mensual por debajo del 5% mensual, y la expectativa de un descenso adicional, las líneas para la vivienda, de largo plazo, podrían volver", dijo a iProfesional el director de un banco extranjero que supo ser líder de ese tipo de líneas en los años ‘90 y también durante la administración Macri.
La expectativa de los banqueros consultados es que, tal cual sucedió en aquel momento, ahora también serían líneas indexadas, al estilo UVA. "No hay chances de otra cosa mientras la inflación no tienda a cero, y para eso falta mucho", explica el mismo banquero, que tuvo experiencia en aquellos años.
Hoy en día, el crédito hipotecario está virtualmente desaparecido. Lo poco que había hasta 2022 era a través de bancos públicos, que también se extinguieron.
Acá la cuestión central es si la economía se encamina hacia una inflación tan baja, que los créditos a individuos -y también a las empresas- vuelvan a ser viables. Está claro: la única forma de crecer en forma sostenida es con crédito. ¿Hacia allí vamos?