Caputo patea intereses para después de 2024 para contener al dólar y apurar la salida del cepo cambiario
La idea del ministro de Economía, Luis Caputo, es ahorrar cada peso que se pueda y postergar todo pago que sea posible por el tiempo más largo. Es por ello que desde que comenzó el año, ante cada vencimiento de deuda ha procurado pasar los nuevos compromisos para el 2025 en adelante.
En la estrategia para conseguir el superávit fiscal del 2% del PBI este año, Caputo no va a pagar intereses de deuda en 2024, que es lo que determina si hay superávit o déficit financiero en el Sector Público Nacional no financiero (SPN) base caja.
Para liberar el cepo, Caputo patea intereses para 2025
No es que no se generen intereses de deuda a lo largo de este año. Solo es que los va a pagar en 2025. Un ejemplo de esto pasó en la primera semana de marzo cuando el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, lanzó un megacanje de deuda por el equivalente au$s54.000 millones y logró pasar nuevos vencimientos por $42 billones a 2025,2026,2027 y 2028.
De esa operación, según dijo el Ministerio de Economía, hubo un ahorro de intereses de $500.000 millones. Esa cifra es un indicio sobre las cifras que se pagan en intereses todos los años por la deuda en pesos.
Para el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, la postergación del pago es funcional al objetivo de Caputo. "Para alcanzar el equilibrio fiscal probablemente se requiera menos superávit primario, tal vez con 1 punto se podría alcanzar", señaló.
Caamaño indicó que como el Palacio de Hacienda está emitiendo todo a cupón cero para al menos 2025, "este año los intereses no van a impactar" en el cálculo de las cuentas base caja.
Al respecto, Alejandro Pegoraro de la consultora Politikon Chaco, señala que "lógicamente que este año van a tratar de postergar todo el pago posible para el año próximo".
"Ya en esa situación, el Gobierno va a estar parado de otro modo hoy están pagando bonos CER que ajustan por la inflación pasada que es una bola", indicó.
De acuerdo con los números del ajuste que presentó Caputo al iniciar su gestión, en 2024 vencen intereses de deuda por un total de 2,2 puntos del producto bruto interno, es decir, a moneda actual unos $13 billones.
Esa cifra es la que el titular del Palacio de Hacienda trata de "patear" para adelante, para evitar así que le compliquen los números del año. Y es lo más sencillo de hacer en términos de costo político. No lo tiene. Gran parte de lo que queda de deuda post canje todavía sigue en manos del Estado.
El dibujo contable
Ezequiel Zambaglione, de Balanz, considera que la acción de Caputo "es medio tramposa porque si uno emite a cupón cero con capitalización lo único que haces es que no figuren los intereses en la cuenta". "No tengo que pagar, pero estoy aumentando la deuda como si el acreedor me estuviera aceptando automáticamente un nuevo bono", señaló.
Zambaglione se refiere a las nuevas letras con capitalización que comenzó a emitir el Tesoro. Simplemente, es un título que paga todos los intereses acumulados al final del período incorporando al capital. En términos contables, es como pedir plata prestada por un año, no ir devolviendo nada mientras transcurre el plazo, y abonar todo al final. Es como un préstamo sin intereses, pero con un capital más alto.
Para algunos analistas consultados, se trata solo de una cuestión comunicacional y contable. De ese modo el Gobierno puede presentar mejor los números del 2024, aunque consideran que todos los gobiernos tienen algo de contabilidad creativa para maquillar sus estados.
Lo fundamental es cerrar el déficit fiscal
Para que el esquema de ajuste del Gobierno sea realmente creíble, entonces, se requiere asegurar que a fin de año el denominado resultado "base caja" sea positivo, por lo menos a nivel de gastos corrientes. Si el mercado encuentra que el Gobierno se mantiene en esa línea, el dólar tenderá a mantenerse a la baja y el Gobierno podrá anticipar la salida del cepo al dólar.
Y aún existen problemas para Caputo. Al igual que lo está haciendo con la deuda de los títulos en pesos, también está acumulando nueva deuda de importadores. Se trata de otros u$s12.000 millones para marzo que van a estar oficiando de condicionante.
Si el Gobierno no logra acordar un nuevo bono para entregar por la nueva deuda, es posible que no pueda levantar las restricciones hasta fin de año, más allá de lo "barato" que pueda lucir el dólar actualmente.
A su vez, entregar bonos dolarizados a los acreedores a corto plazo para cubrir la nueva deuda importadora genera un nuevo pasivo al Banco Central, que no puede mejorar su hoja de balance. Aún sumando reservas como lo viene haciendo, gran parte está comprometida en bonos o préstamos que se saldan en menos de un año.
La solución para esa encerrona sería seguir dando señales a los mercados para que baje el riesgo país y permita a la Argentina volver a hacer colocaciones en bonos globales. En el último acuerdo que se hizo con el FMI se señala que ese momento llegaría a fines del año que viene. Pero tal vez, tengan que anticiparlo.
Canje de deuda
Con el canje de deuda de 11 y 12 de marzo se lograron pasar vencimientos por unos $42 billones, pero quedan todavía $63 billones. Los vencimientos pagaderos en pesos entre marzo y junio ascienden a $12.69 billones, conformados por deuda ajustable por CER (34% del total), bonos duales (27%), títulos en pesos sin ajuste (20%) y bonos dólar linked (19%). Todo ello sin tener en cuenta la deuda en dólares.