Plazo fijo y tasa de interés más baja: cuál es la rentabilidad "ideal" para derrotar a la inflación
El plazo fijo tradicional paga menos interés, algo que está afectando al ahorrista debido a que pierde más frente a la inflación. Es que si bien el índice de precios al consumidor (IPC) es más bajo, el nuevo descenso de la renta de los depósitos genera la pregunta sobre cuál debería ser la "tasa ideal" que tendría que ofrecer para que el inversor se vea tentado a volcarse a esta alternativa en pesos.
El último dato oficial de inflación corresponde a febrero, en el que se registró un incremento de 13,2%. Y los analistas están proyectando que en poco tiempo se llegará a registrar un solo dígito mensual.
"En este contexto, el Banco Central sorprendió al bajar las tasas de interés, renovando la duda sobre cuánto conveniente realizar un plazo fijo tradicional", plantea a iProfesional Roberto Geretto, economista y portfolio manager de FundCorp.
Es decir, el BCRA redujo la tasa nominal de referencia de política monetaria desde el previo 100% hasta el 80% anual (TNA). Además, eliminó la imposición de una tasa mínima para los plazos fijos, por lo que los bancos pueden pagar la renta que deseen.
Por lo que ahora, un plazo fijo tradicional ofrece una tasa promedio de 73% de TNA, donde "algunos bancos más chicos pagan más tasa, mientras que los más grandes probablemente estén por debajo de dicha cifra", acota Geretto.
De esta manera, una colocación a 30 días arroja una tasa efectiva anual (TEA) del 103,18%, un porcentaje que se ubica muy por debajo de la inflación esperada para los próximos meses.
A modo de ejemplo, la mediana de las expectativas de mercado relevadas por el BCRA, indica una proyección mediana de 210,2% para la inflación de todo 2024.
Plazo fijo y su tasa "ideal" de equilibrio
En resumidas cuentas, si un ahorrista realiza un plazo fijo tradicional, la renta obtenida no llega a compensar la inflación esperada para un período corto, más allá que puede llegar a superar el IPC de algún mes, en caso de llegar a ser de un dígito.
En concreto, hoy una colocación bancaria ofrece una tasa promedio de 6,09% cada 30 días, por lo que si la inflación supera ese porcentaje estaría produciendo una licuación del capital.
"Y para peor, en caso de ocurrir un salto cambiario al momento de salir del cepo, muy probablemente, la inflación mensual sea mayor", suma Geretto a iProfesional.
Por lo tanto, para que tenga atractivo un plazo fijo en pesos, este economista sostiene que se lo debe compensar al inversor no solo por la expectativa de inflación, sino otorgarle "una prima por los riesgos asumidos, donde a priori no hay certezas sobre el rumbo de la inflación en los meses próximos".
Entonces, a modo de ejemplo, si se espera de forma "optimista" que la inflación para marzo sea del 10% mensual, según Geretto, la tasa efectiva anual (TEA) de un plazo fijo para dicho mes "debería ser de casi 214% para evitar una licuación, porcentaje que equivale a un TNA de casi 120%. O sea, dar una renta mensual de 9,86%. Y lo anterior es sin agregar ninguna prima de riesgo".
Es decir, para darte una renta atractiva al ahorrista, de acuerdo a lo estipulado por este economista, debería otorgarse una tasa mayor a la que se brindaba antes del descenso realizado por el BCRA en el presente marzo.
Plazo fijo, dólar y otras variables
También es necesario aclarar que la tasa "ideal" que debería ofrecer un plazo fijo tradicional no es sencilla de implementar, debido a que existen otros aspectos fundamentales en la economía que se deben considerar y que impactan en las variables.
"La situación actual tiene muchas restricciones y problemas macro por solucionar. Uno de ellos es el stock de pasivos remunerados del BCRA, la llamada ´bola de pases y Leliqs´. Por lo que si el Banco Central sube la tasa para que sea positiva en términos reales, esto agrava el déficit cuasi fiscal, ya que se debería pagar más intereses. Por lo tanto, para solucionar esto ´vía licuadora´, lo más probable es que continúen las tasas de interés por debajo de la inflación", resume Geretto a iProfesional.
Como consecuencia, si la situación macroeconómica se acomoda y se tiene como meta salir del cepo, "ahí sí es probable que se pase a tasas reales positivas. No sólo por la necesidad de defender al tipo de cambio sin cepo en dicho contexto, sino porque el déficit cuasifiscal debería ser un problema atenuado o ya resuelto".
Al mismo tiempo, la baja de tasas de interés dispuesta por el BCRA hace días atrás tenía el riesgo de hacer despertar a los precios de los dólares financieros. Sin embargo, en el contexto actual de Argentina, se visualizó que esa variable "no es tan influyente como en otros países sin cepo y un mercado financiero más desarrollado".
A su vez, Geretto aclara que la menor emisión endógena de dinero disminuye expectativas de inflación. Y, finalmente, el dólar blend exportador (80% al oficial y 20% restante al contado con liquidación) sigue ayudando a que la brecha se mantenga acotada.
"De ese modo, por ahora pueden convivir tasas reales negativas con dólares financieros calmos", concluye Geretto.
El plazo fijo tradicional, por ende, no tiene miras a mejorar la renta que paga, debido a que la apuesta del Gobierno es que baje la inflación y, por transición, la tasa de interés.-