Comprar productos de la canasta básica, la inversión imbatible que le ganó al dólar y al plazo fijo
El dato de inflación de enero arrojó una suba del 20,6%, es decir, en línea con algunas estimaciones del sector privado, pues lo ubicaban entre el 18 y el 22 por ciento. Si bien este porcentaje implica una baja con respecto a diciembre, que fue el más alto desde abril de 1991, el acumulado del bimestre se eleva al 51,3% según el INDEC.
Cabe recordar que previamente se conoció que en enero la inflación en la Ciudad de Buenos Aires fue de 21,7%, por lo que en los últimos dos meses alcanzó el 47,4%, de acuerdo a lo informado por la Dirección General de Estadísticas y Censos porteña (DGEyC).
Por su parte, el Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD) registraron una inflación del 22,6% en enero, con una leve disminución de 1,7 puntos en comparación a diciembre. Pese a la baja, el acumulado para el último bimestre fue del 52,4%, lo que está provocando "una caída del poder adquisitivo pocas veces vista en la historia argentina".
"El incremento en los precios durante enero estuvo marcado por un significativo efecto de arrastre estadístico desde diciembre, y una desaceleración progresiva hacia el final del mes", agregó el documento. Con esta marca, el alza en los precios a nivel interanual se colocó en torno al 260,4%.
El guarismo publicado por INDEC se ubicó 4,9 puntos porcentuales por debajo del nivel alcanzado en diciembre y supera ampliamente al 6% de igual mes de 2023. Cabe agregar que si ese porcentaje se anualiza, la inflación acumulada se elevaría a más del 830 ciento anual.
Si se desagrega del 51,3% en el bimestre de acuerdo a los denominados "rubros" que lo conforman, el que más sube es Bienes y Servicios varios, con el 91,6%; Transporte, con el 66,3%; Equipamiento y mantenimiento del hogar, que avanza un 59,9% y Salud, con el 59,7 por ciento.
En sentido inverso, los rubros que menos subieron fueron Educación, con el 7,1%; Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con el 29,8% y Prendas de vestir y calzado, con el 31,2 por ciento.
Los productos de la canasta básica que más y menos aumentaron
Desde Balanz sostienen que "en términos de incidencias, Alimentos & bebidas no alcohólicas, Transporte y Restaurantes & hoteles, fueron los tres componentes con mayor contribución a la variación mensual del índice de precios, con una incidencia de 5,53; 2,52 y 2,27 puntos porcentuales, respectivamente (referencia GBA)".
Observando la apertura por regiones, surge que las más castigadas son la Patagonia, con el 54,4%, seguida Cuyo (53.9%), el Noreste, con el 53,4% y la Pampeana y el Noroeste con el 52,4%. En tanto que el Gran Buenos Aires cierra el cuadro con el 49,5 por ciento.
En lo que hace a los productos que conforman la canasta básica, un primer análisis arroja como resultado una notable dispersión entre los diferentes rubros que conforman el indicador. En tal sentido, dentro de dicha muestra las mayores subas fueron las siguientes: el polvo para flan de 8 porciones, que subió un 141%, apenas por encima de los pañales descartables (141%); el café molido de 500 gramos, con otro 139,7%; los limones, que subieron un 135% y el champú, con un 133 por ciento. Un primer análisis arrojaría como resultado que varios de ellos tuvieron el impacto de la devaluación y en el caso los limones pesaría la cuestión estacional.
En sentido inverso, las menores subas corresponden al tomate redondo, que bajó por cuestiones estacionales un 37%; la batata, con una suba del 15%; la papa, con otro 16%; el azúcar (20,7%) y la docena de huevos, que trepó un 32 por ciento.
Productos del freezer y la alacena: los mayores rendimientos
En un contexto como el actual, en el que si bien el aumento de los precios parece mostrar cierta desaceleración, aunque no logró quebrar el piso del 20%, suele surgir la duda de cuál es la mejor inversión para tratar de resguardar el patrimonio de la familia, más aún teniendo en cuenta cuál ha sido la evolución de las inversiones tradicionales como lo son el dólar y la tasa del plazo fijo tradicional.
Al respecto, el rendimiento del primero en estos dos meses ha sido del 20%, en tanto que una colocación en una entidad bancaria rindió un punto porcentual menos.
En tal sentido, ante la abrupta variación de los precios relativos como consecuencia de la liberación de muchos de ellos, es evidente que la batalla que libra a diario el consumidor para resguardar su patrimonio frente al avance inexorable de los precios es cada vez más compleja, por lo que es interesante destacar cuáles fueron, entre los que pueden ser almacenados, los que más subieron en los últimos dos meses.
Por el lado de los productos que se pueden "stockear" en la alacena, los mayores rendimientos fueron para estos: el polvo para flan, que se encareció un 141,1%; seguido por el café molido, que subió el 139,7% y la sal fina, cuya "cotización" trepó un 111,3 por ciento. Un escalón más abajo se ubicaron el aceite de girasol y la harina de trigo, con más del 106 por ciento.
Incrementos similares pueden observarse en el rubro de artículos de limpieza e higiene personal, que fue liderado por las bolsas de pañales de 10 unidades, que subieron un 141%, seguidos por el champú (132,9%) y el detergente (117,9%), en tanto que la lavandina se encareció un 105,6% y el jabón en polvo otro 100%, afectados por la depreciación del tipo de cambio de diciembre.
En cuanto a los productos pasibles de ser freezados, la mejor "inversión" pudo haber sido comprar salchichas tipo Viena y guardarlas a buen recaudo, ya que su precio se incrementó un 95,3%, en tanto que las hamburguesas lo hicieron un 79%.
En lo que hace a los cortes de carne vacuna, las mayores subas corresponden al cuadril, con el 56,3%; seguido por la nalga, con el 54,8% y el asado, con el 52,3 por ciento. Por su parte, la paleta subió un 51% y la carne picada otro 47,9 por ciento.
Qué se puede esperar para febrero
Según el REM, este mes se iniciaría el camino descendente, luego de haber alcanzado un pico de 25,5% en diciembre, y se colocaría entre el 16,5% y el 18%. De todas maneras, las primeras estimaciones del mercado muestran que la inflación nacional podría llegar a un dígito recién en junio (entre 7,4% y 8%).
Por su parte, desde la consultora EcoGo afirman que "la inflación del primer trimestre encaraba a ser un segmento del año con una fuerte inflación similar a la de diciembre. Sin embargo, los aumentos en regulados vienen trabados con cautelares y avances tímidos a la hora de la quita de subsidios".
"Es por ello que, si esta tendencia se mantiene, se dilata la vuelta de la inflación de un dígito que en principio creíamos que podía llegar en mayo", agregan.
En tanto que desde la consultora Econviews, el economista Alejandro Giacoia afirmó: "Seguramente veamos una desaceleración en el nivel general, que si bien vamos a seguir con dos dígitos, pero empezando con ‘1′".
Esta proyección se explica en que la dinámica de precios dejó atrás el efecto de la devaluación de diciembre, y en que no va a quedar un arrastre estadístico tan alto de enero. Al mismo tiempo, la tendencia de desaceleración se sostiene en la caída de la demanda interna y del poder adquisitivo de los salarios, que en diciembre se desplomaron un 13,7% en términos reales.