Luis Caputo no quiere devaluar: cuál es el plan B que estudia para el dólar
En la intimidad, Luis Caputo suele tener palabras muy elogiosas hacia Javier Milei. El Presidente le dio al financista una segunda oportunidad a quien se vio obligado a salir de manera traumática durante el gobierno de Mauricio Macri. El ministro de Economía agradece, sobre todo, que el jefe de Estado lo deja trabajar sin mayores presiones que la realidad misma. "Milei me deja hacer", comenta a sus eventuales interlocutores.
Caputo está convencido de que la suerte de su gestión se jugará en las próximas semanas, en donde se acumulan distintos desafíos.
Sobre todo con el dólar. Desde que asumió al frente del Palacio de Hacienda, el Banco Central reforzó las reservas, con compras netas que ya acumulan unos u$s7.000 millones. La clave, de ahora en más, será sostener ese flujo. El ritmo de adquisiciones podría sufrir un deterioro hasta la próxima cosecha, pero lo decisivo se jugará una vez que los chacareros recolecten la cosecha gruesa, ya en el inicio del otoño.
Por lo pronto, hay un dato a tener en cuenta: a partir de hoy, las micro, pequeñas y medianas empresas quedan habilitadas para acceder al mercado oficial de cambios para la adquisición de divisas para pagar importaciones.
Luis Caputo y una decisión clave sobre el dólar
El ministro de Economía quiere que el tipo de cambio sea el ancla de la inflación. Caputo rechaza la idea de una devaluación. Se lo dijo a los economistas con los que se encontró justo antes del feriado extra largo. Bausili, titular del BCRA, insistirá desde hoy mismo, cuando mantenga una serie de reuniones con representantes de bancos y de fondos de inversión extranjeros que llegaron en las últimas horas a Buenos Aires.
Caputo y Bausili -hasta ahora socios en la consultora Anker- se muestran convencidos de que podrán sostener la actual dinámica cambiaria. Sin necesidad de una nueva devaluación en la previa de la cosecha gruesa.
Los funcionarios creen que los productores y las cerealeras exportadoras liquidarán la producción a partir de abril aun cuando el tipo de cambio real se atrase, como producto de una inflación elevada y un crawling peg que se mantiene en el 2% mensual.
"El equipo económico depende de que no se amplíe la brecha cambiaria. Mientras se mantengan por debajo del 60%, no veo chance de que el Gobierno salga del crawling del 2% mensual", asegura un economista que lo vio a Caputo antes de los carnavales.
En todo caso, la duda que plantea otro de los profesionales que se juntó con Bausili en el BCRA refiere a si el Gobierno recién acelerará las minidevaluaciones diarias allá por el mes de mayo. Una vez iniciado el Otoño.
"Con cepo, buena cosecha y caída de la actividad, que implica menores importaciones, la compra de dólares podrá disminuir pero se mantiene. El punto es volver atrasar el tipo de cambio por inflación, que desacelera lentamente", posteó en la tarde del martes el economista Cristian Buteler.
El argumento central del ministro es que el dólar alto en la época de Massa reflejaba una inconsistencia estructural de la macroeconomía del gobierno de Alberto Fernández.
Y que ahora, con un Banco Central que dejó de financiar al Tesoro, empezó a equilibrar las cuentas públicas y acomoda el balance del BCRA, no se necesita de un tipo de cambio real tan elevado.
Sin recurrir a otra devaluación, Caputo apuesta por el campo
La clave, otra vez, será lo que suceda cuando llegue la cosecha gruesa: si el Gobierno podrá convencer a las cerealeras y a los chacareros de que lo mejor es liquidar la producción.
¿Es posible que para entonces se instrumente un nuevo "dólar blend"? ¿Hay chances de que el actual, conformado por un 80% al dólar oficial y 20% al contado con liqui, sea reemplazado por otro al 60% oficial y 40% al ccl, lo que implicaría una mejora para los productores y exportadores?
Desde Economía lo desmienten. Afirman que algo así complicaría la compra de reservas. Es sabido, además, que el FMI resiste una medida de ese tipo -justamente- porque atenta contra la compra de divisas en el mercado
El factor inflación
El esquema de Caputo podría funcionar siempre y cuando logre un repentino desplome de la inflación.
En las últimas semanas, las consultoras económicas mostraron una desaceleración en los aumentos de los precios, producto de la fuerte recesión ante la caída del poder adquisitivo de la mayoría de la población.
Esta tarde, el Indec dará a conocer la inflación de enero, en torno al 20%, por debajo del 25,5% de diciembre. La consultora Eco Go proyecta un IPC del 14% para febrero, pero en el equipo económico piensan que podría situarse un escalón por debajo.
¿Hay chances de que la inflación baje a un dígito antes de junio, que es lo proyectado por el REM del Banco Central? Caputo cree que ese escenario es posible. Eso sí, en medio de una dramática caída del consumo.