¿Qué inversiones podemos considerar para hacer frente a la inflación?
Una inflación que se posicionó en 25,5% en diciembre, y se espera se mantenga alta en los próximos 2 o 3 meses (bajando recién a un dígito quizás a mediados de año), nos obliga a pensar opciones para proteger nuestros ahorros. Veamos, sin ir más lejos, algunas alternativas a tener en cuenta según el perfil del inversor con el que uno se sienta identificado…
Empecemos por los más conservadores. Sin riesgo o con muy bajo, dentro del mercado de capitales podemos encontrar activos que nos ayuden a compensar, al menos en parte, los efectos de la inflación. En tanto, también son opciones que nos pueden servir para buscar darle algo de rentabilidad a pesos que sólo tengamos por unos días (y por ende, que pierdan menos poder adquisitivo), antes de ser aplicados al pago de una tarjeta, de un alquiler, etc.
Cedears, obligaciones negociables y cauciones para hacerle frente a la inflación
Una posibilidad, de hecho, son las Cauciones bursátiles. De muy bajo riesgo (son operaciones garantizadas) y de corto plazo ofrecen una TNA, por ejemplo, del 88% a 5 días y unos puntos más altas si extendemos el plazo a 14 días. Otra opción son los FCI Money Market, que permiten tener una liquidez inmediata, e invierten en instrumentos de bajo riesgo como ser plazo fijo, cuentas remuneradas, etc. Su TNA promedio se ubica en la zona de 90%, y presionada a la baja en las últimas ruedas.
En ambos casos, igualmente, la realidad es que las tasas son negativas en términos reales. ¿Qué queremos decir con esto? Que si bien nos ayudan a compensar en parte el efecto de la alta inflación, no lo hacen en su totalidad.
Incluso podemos sumar en este universo a los fondos de Renta Fija T 1, que buscan unos puntos por arriba de lo ofrecido por un FCI T 0, con la liquidez disponible a 24 horas y sumando riesgo de mercado a su cartera.
Por ende, si bien uno puede acceder a diferentes estrategias, es real que son activos con mayor volatilidad. Punto último que hace que, a diferencia de las anteriores alternativas (cauciones y T 0), tengan un plazo promedio recomendable arriba de los 30 días. Por otro lado, para perfiles moderados, que tienen un horizonte de inversión de mediano plazo y buscan también obtener una renta en dólares, en el mercado existen algunas opciones interesantes en las Obligaciones Negociables.
¿Buen momento para comprar Cedears?
Estos son activos de renta fija (instrumentos que de antemano conocemos su flujo de fondos, las fechas de vencimiento y devolución de capital e intereses), emitidos por empresas. Algunas de las ONs sugeridas para una cartera son la de YPF (YMCJO) con vencimiento el 30/09/33 y cupón del 7%; Mastellone (MTCGO) 30/06/26 y cupón del 10,95%; y Genneia (GNCXO) 02/09/27 y cupón del 8,75%.
Por otra parte, también existe la posibilidad de sumar FCI de Renta Fija discrecional. Acá encontramos carteras de fondos que invierten en bonos tanto en pesos, como en dólares. Sólo es importante conocer su composición -en primer lugar, si apuntan al riesgo soberano o corporativo, o balancean entre ambos-, ya que eso determinará la ecuación riesgo-retorno potencial.
Por último, para perfiles más agresivos -y que cuenten con un horizonte de inversión de mediano/largo plazo)- podemos ya apuntar a la renta variable. Por un lado, los Cedears. Recordemos que son activos con un rendimiento que dependerá de la performance de las compañías del exterior que representan y también de la evolución del tipo de cambio CCL. En consecuencia, se analizan como un activo que permite por un lado dolarizar parte de una cartera; y por otro lado, salir del riesgo local con pesos.
El 2023 fue un año con altos rendimientos para la mayoría de las grandes compañías del exterior, destacándose Nvidia 873%, Meta 737% y AMD 554%, por ejemplo. Para este año, incluso, se guardan también buenas expectativas. No obstante, en parte estas dependerán entre otras cosas de las decisiones de la FED, y sin dudas del desarrollo de las elecciones en USA. Lógicamente, esto va más allá,de las circunstancias que puedan afectar a la economía global y/o la situación particular de cada negocio.
Mientras que, por último, si el objetivo es mantenerse en riesgo local encontramos una oportunidad en las acciones argentinas -aunque la volatilidad, como dato, se mantendrá alta-. Puntualmente, pueden existir buenas opciones en algunos sectores -y empresas específicas- del sector bancario, de energía y servicios públicos, producto de la coyuntura económica y política.
En conclusión, sin dudas el 2024 será un año desafiante desde lo económico y político, con una alta volatilidad, y donde deberemos estar atentos al día a día de las distintas decisiones que afectan nuestra economía personal y a las diversas inversiones que podemos llegar a realizar para proteger y aumentar nuestro capital.