Esta inversión está a precio de ganga y puede ser la opción ganadora con Milei
La Argentina sigue mostrando una curva invertida de bonos, con el bono AL29 rindiendo el 40%, el AL30 el 35% y el resto de los bonos AL35, AE38 y AL41 rindiendo en torno del 20% anual.
Cuando miramos atentamente las emisiones entre bonos con jurisdicción local y extranjera, nos encontramos que el bono con vencimiento en el año 2029 tiene un stock de u$s4.831 millones y el AL30 un stock de u$s29.673 millones.
Los bonos AL29 y AL30, a precios muy bajos
Es interesante analizar que ambos títulos pagan una tasa muy baja, en el caso del bono que vence en el año 2029, 1% anual, y el bono que vence en el año 2030, paga 0,75% anual hasta julio del año 2027 y 1,75% anual desde esa fecha al final del vencimiento.
Estos bonos pagan tasas muy bajas, frente a una tasa del bono de tesorería americano a 7 años del 4,14% anual. No parece que sea conveniente reestructurarlos, en todo caso habría que gerenciar correctamente los pagos, emitiendo nuevos títulos y haciendo frente a las amortizaciones con nuevos bonos.
El bono AL30 amortiza u$s4 cada u$s100 en el año 2024 y u$s16 cada u$s100 en el año 2025. En el caso del AL30 amortiza u$s20 cada u$s100 en el año 2025. Esto implica desde ahora al año 2025 la suma de u$s6.900 millones en concepto de amortizaciones a dos años vista, con vencimientos altamente concentrados en el año 2025. Si Argentina logra superávit fiscal, en menos de dos años se recuperaría el dinero invertido.
Para el caso de los bonos AL35, AE38 y AL41 los vencimientos de capital comienzan a operar en el año 2027 para el caso del bono que vence en el año 2038, en el año 2028 para el bono que vence en el año 2041, y en el año 2031 para el bono que vence en el año 2035.
Entre estos tres bonos operan vencimientos por u$s70.239 millones, y su vencimiento opera a partir del año 2027, con lo cual hay tiempo para juntar este dinero, o bien lograr la reputación para salir a renovar deuda en el mercado de capitales.
La tasa de interés que pagan es inferior al 4,25% anual, son bonos a largo plazo y el bono americano a 20 años rinde el 4,4% anual, mientras que el bono a 10 años rinde el 4,12% anual. En este caso tampoco tendría sentido reestructurar la deuda, ya que el cupón de tasa es similar a la tasa americana, y toda reestructuración podría llevarnos a cupones de interés más elevados.
Conclusiones
- Los bonos AL29 y AL30 están a precios muy bajos, cotizando en torno de los u$s37, son casi una acción del mercado de capitales. Deberían valer mucho más, ya que si Argentina logra superávit fiscal debería mostrar una curva de rendimientos con pendiente positiva, ambos títulos deberían valer como mínimo u$s55.
- El resto de los bonos deberían copiar el recorrido alcista, pero a menor velocidad. Es hora de comprar bonos cortos, y en la medida que lleguen al objetivo de u$s55,00 comenzar a arbitrar por los bonos largos que deberían cotizar por debajo de este valor.
- Cualquier estrategia del gobierno de realizar una mega emisión de bonos atentará contra la suba de estos títulos, en cambio la colación de bonos para el pago de amortización de estos títulos potenciará a la suba las paridades, y hará descender las tasas de retorno.
- El camino pasa por lograr tener en el año 2024 equilibrio fiscal, y superávit fiscal en el año 2025, de esta forma el mercado voluntario de deuda se abriría para Argentina. No podríamos colocar a tasas tan bajas como la reestructuración de deuda del año 2020, pero se podría colocar a plazos más largos, con tasas apenas superiores a las de Estados Unidos.
- En la actualidad, el total de la deuda paga intereses por el equivalente al 5,26% anual, y la deuda representa casi el 100% del PBI. La deuda nominada en Derechos Especiales de Giro del FMI paga una tasa del 6,72% anual, y es mucho más elevada que la tasa que pagamos por la deuda reestructurada. Estos datos son tomados del boletín fiscal del ministerio de economía al 31 de diciembre del año 2022.
- Si Argentina logra superávit fiscal y logra renovar la deuda pública, postergando vencimientos de capital y pagando la tasa de interés, logrará un ingreso de capitales que terminará planchando el dólar en el mercado, y dejará de ser un objeto de deseo.
- Si Argentina no logra una sana política de superávit presupuestario, las puertas de la hiperinflación y mega devaluación estarán a un paso. Lograr el superávit será muy difícil, más aún en una coyuntura como la actual con faltante de dólares producto de los escases de exportaciones. Lo que cuesta vale, sacrificarse hoy, para que el Gobierno entrante tenga un buen final en su mandato de 4 años.