Por el efecto de la devaluación y el traslado a precios, el salario real toca mínimos en varios años
Con datos correspondientes al segundo trimestre de este año, el INDEC informa que el ingreso promedio a nivel país alcanzó los $87.200. Agrega que de ese total las dos terceras partes de la población recibieron unos $139.000. Con respecto a la población asalariada, que ronda los 10 millones de personas, el ingreso promedio fue de $149.000, un monto que se eleva a los $187.000 para aquellos que cuentan con descuentos jubilatorio, mientras que para quienes trabajan en forma informal, el ingreso promedio equivale a $81.700.
En tanto que según el Ministerio de Trabajo, el denominado RIPTE o Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables alcanzaba en julio a los $325.000. Cabe recordar que según la metodología oficial se lo define como la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.
Más allá de las diferencias metodológicas entre una y otra encuesta, si se toma como válido al RIPTE, se pueden hacer algunas consideraciones en cuanto a su evolución reciente. Para ello pueden tomarse dos "drivers": la inflación, a través del IPC y el blue.
El salario real medido en pesos tuvo una fuerte caída
En el primer caso, es decir si se toma en cuenta el salario real medido en pesos, a julio pasado se observaba una marcada recuperación de corto plazo, pues se ubicaba un 6% por encima de enero de este año. Pero en sentido inverso, seguía siendo casi un 6,5% inferior al máximo alcanzado por este Gobierno en febrero de 2020, es decir en el mes previo a que se desatara la pandemia y la posterior cuarentena.
Si el cálculo se prolonga a la última década, sería un 16% menor que el máximo alcanzado en noviembre de 2017, cuando la remuneración alcanzaba a los $388.000 de hoy.
En cuanto al salario real pero esta vez medido en dólares, los resultados son similares, pues los u$s388 de julio de este año son un 18% inferiores que la remuneración vigente en febrero de 2020, aunque superaron holgadamente el mínimo histórico de apenas u$s332 de octubre de 2020. No obstante, si se comparan con el máximo de los últimos 20 años, que también fue en noviembre de 2017, la caída es del 60 por ciento.
Las subas salariales no alcanzan a cubrir la inflación
No obstante, si se toman en cuenta las estimaciones de algunas consultoras privadas en lo que hace a los aumentos salariales registrados en agosto, que consideran los acuerdos concretados en algunas ramas de la actividad y se los hacer jugar con la inflación por un lado y la variación del tipo de cambio por el otro, se concluye que todo lo recuperado en julio se habría evaporado el mes pasado.
En cuanto al salario en dólares, los u$s475 de agosto, sería un 34% inferior al de febrero 2020 y un 68% menor que el tope de la serie, de noviembre de 2017.
En definitiva, en el muy corto plazo, de la comparación de los niveles salariales de julio y agosto surge que la devaluación post PASO licuó gran parte de la recuperación salarial que se observaba el mes anterior y en el mediano plazo, no hace más que agudizar la baja de los ingresos.