Con Banco Central endeudado y una "montaña de pesos" que crece, ¿a qué precio puede llegar el dólar paralelo a fin de año?
De aquí hasta las elecciones del 22 de octubre, es probable que tanto el Gobierno como el sector privado demanden cada vez más dólares en función de la incertidumbre política. En el caso que la definición se postergue al 19 de noviembre, es posible que esa incertidumbre se profundice y agrave la situación.
Con respecto al futuro del mercado cambiario, lo que se observa es que el Balance Cambiario del Banco Central (BCRA) refleja hoy una pérdida de unos 13.600 millones de dólares de reservas internaciones entre julio de 2022 y el mismo mes de 2023.
A esto hay que sumarle que entre adelantos de exportaciones e importaciones impagas, el BCRA debe al sector privado unos u$s16.500 millones.
Esto implica que cuando asuma el próximo gobierno, el BCRA le deberá al sector privado una suma probablemente muy superior a la actual.
El problema es que el próximo gobierno deberá saldar la deuda con exportadores e importadores, pero no tendrá de dónde sacar eso u$s16.500 millones. El dato a favor es que se podrían recuperar gran parte de los 25.000 de dólares que se perdieron de exportaciones agropecuarias por la sequía.
Qué pasa con el sector agroexportador
Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), en agosto las empresas del sector liquidaron unos u$s1.746 millones, lo que representa una baja de 48% en relación al mismo mes de agosto del año 2022, y un 9% menor a julio de 2023.
Así, en lo que va del año el ingreso de divisas del sector presentó una merma del 54% respecto al mismo período de 2022. Este resultado complica mucho al Gobierno, ya que necesita de estas divisas para cumplir distintos compromisos, como las importaciones que requiere el mismo sector agropecuario, entre otras actividades.
No hay que ser muy imaginativos para pensar que probablemente habrá más restricciones sobre las importaciones, ya sea por un ajuste en las cantidades importadas o vía precios a través de una nueva devaluación del peso frente al dólar antes de que asuma el próximo gobierno. Esto, probablemente, espiralice la tasa de inflación como ocurrió con la del 14 de agosto, que se trasladó a los precios casi inmediatamente.
La economía y una montaña de pesos
Es importante ver la foto del sistema monetario. La base monetaria suma unos 8 billones de pesos y muestra una expansión del 90% en términos anuales. Pero, como afirma el candidato Javier Milei, el problema son los pasivos remunerados que tiene el BCRA: la suma de las Leliq y pases pasivos llega a unos 19 billones de pesos, con un aumento interanual del 180%. Así, la suma de base monetaria más pasivos remunerados llega 27 billones de pesos y refleja un aumento interanual del 147%.
"El problema es la nominalidad de la economía y en caso que la inflación en agosto llegue al 11%, la inflación acumulada del último año se ubicaría en el 120% anual. Por lo tanto, los pasivos monetarios están marcando el rumbo de la inflación futura", explicó a iProfesional el experto Salvador Di Stefano.
Pero en el último año, el dólar mayorista aumentó a un ritmo del 150% anual, a una velocidad mayor que los pasivos monetarios y la inflación.
Por ese motivo, en los próximos 90 días, con tipo de cambio fijo en $350, el plazo fijo por debajo de la expectativa de inflación y la tasa de devaluación futura, los bonos en pesos a tasa negativa, ya sean actualizados por inflación, por dólar mayorista o duales, la salida está en línea con una nueva una suba en el precio de los dólares alternativos.
Dólares financieros: ¿qué precio tendrán a fin de año?
En este escenario, si el BCRA busca una mayor liquidación de dólares del sector agroexportador, el Gobierno le estaría proponiendo al sector exportador que liquide las exportaciones de harina y aceite de soja en un 25% en el exterior a un tipo de cambio CCL a un precio de $770, y un 75% en el mercado interno a un dólar mayorista en $ 350.
Con la posibilidad de liquidar un 75% en el mercado único y libre de cambios (MULC) y un 25% en el exterior, el valor interno de soja podría trepar a un valor superior a los 180.000 pesos; o bien, unos 520 dólares.
En la actualidad la cantidad de soja sin precio ascendería a unos 12 millones de toneladas. Si se liquida un tercio de este total, el BCRA estaría comprando 1.500 millones de dólares, porque el 25% se puede liquidar fuera del país.
Para que la cuarta versión de Programa de Incentivo Exportador (PIE) sea exitosa, sería necesario que se liquiden, como mínimo, 6 millones de toneladas. Esto implicaría un ingreso de unos 2.250 millones de dólares, explica Di Stefano.
Si hay una liquidación importante, el Gobierno incrementaría la recaudación de los derechos de exportación, con lo cual sumaría ingresos públicos que serían vitales para financiar el plan platita y no generar una mayor expansión de misión monetaria.
El Gobierno está en un escenario con reservas internacionales netas negativas y necesita una importante cantidad de dólares para poder atravesar los próximos 47 días antes de las elecciones presidenciales, y los 74 días hasta la segunda vuelta, si la hubiera.
Los inversores no encuentran atractivo en bonos soberanos en pesos ajustados por inflación, dólar mayorista o duales, ya que están todos rindiendo tasas negativas. Por lo tanto, no descartamos que los dólares alternativos busquen una mayor brecha frente al dólar mayorista.
Con un dólar futuro diciembre que cotiza en $746 de acuerdo al análisis del experto, los dólares alternativos a fin de año deberían ubicarse por encima de $1.100.
El mercado descuenta una nueva devaluación
Hay un consenso generalizado en el mercado finaciero local y en los operadores de Wall Street que el gran problema del próximo gobierno, apenas asuma, será la nominalidad de la economía, que está relacionada con el ajuste de todos los precios con los valores a los que llegue la inflación en los próximos meses.
El último informe de la consultora Consultatio Plus destaca que tarea del nuevo gobierno, entonces, no será estrictamente ajustar la macro -que ya estará ajustada por las suyas-, sino dar sostenibilidad a los nuevos niveles de nominalidad.
El informe describe que "la digestión de la sorpresa electoral de las PASO dejó tres novedades":
Pero, gane quien gane las próximas elecciones, el nuevo gobierno heredará pocas reservas internacionales y una importante deuda con importadores y exportadores, además de una inflación que será muy difícil de reducir.