Déficit fiscal: tras el nuevo "plan platita" de Massa, ¿puede cumplirse la meta pactada con el FMI?
El staff report del FMI en el marco de la quinta y sexta revisión del acuerdo con Argentina que se conoció el viernes 25 de agosto mantuvo la meta de déficit fiscal primario anual en 1,9% del PBI, aunque se actualizó nominalmente en función del cambio en las proyecciones de inflación para 2023, que el organismo internacional prevé en 120%, por lo cual el rojo no debe superar ahora los $3,3 billones.
La consultora Eco Go precisó que "teniendo en cuenta que a julio, el déficit acumulado representa aproximadamente el 1,2% del PBI, en lo que resta del año el rojo podría ser de solamente 0,7% del PBI".
En el reporte técnico, el FMI destacó que "el programa descarriló" y que todas las metas (fiscal, monetaria y de acumulación de reservas) del segundo trimestre se incumplieron por amplios márgenes, y enfatizó que hay que moderar la suba de los salarios públicos y en el gasto previsional, y reducir el costo en subsidios a través de nuevos aumentos de tarifas.
Sin embargo, el ministro de Economía Sergio Massa, anunció el domingo un conjunto de medidas para recomponer los ingresos de sectores de clase media y jubilados para mitigar el impacto de la devaluación. Según los cálculos de los economistas, el costo fiscal del paquete de medidas rondará en torno a 0,3% del PBI. En este contexto, la mayoría de los analistas prevé que no se cumplirá la meta fiscal anual con el FMI.
Déficit fiscal: ¿qué pasó en los primeros siete meses?
El déficit fiscal primario fue en julio de $ 334.366 millones, por lo cual acumuló en siete meses $ 2,2 billones, lo que implica entre 1,2 y 1,3% del PBI, según las estimaciones de los economistas.
Un informe de la consultora PxQ señaló que "la meta fiscal viene siendo incumplida porque el gasto no cayó tanto como para compensar la caída de la recaudación (afectada principalmente por la sequía)".
La consultora precisó que en el acumulado de los primeros siete meses "los ingresos cayeron 9% en términos reales, mientras que el gasto se contrajo 4,8%". Y detalló que "la contracción del gasto primario se dio por la quita de subsidios a la energía (-20% anual) y al transporte (-16%) y al recorte en las jubilaciones y pensiones (-7,5%), mientras que el gasto en infraestructura (+27%) y en salarios públicos (+7,2%) aumentaron por la puesta en marcha del gasoducto presidente Néstor Kirchner y las paritarias públicas, respectivamente".
"Para corregir esta dinámica, dado que el FMI no modificó la meta fiscal para 2023, el plan del organismo es que entre agosto y noviembre el gobierno se comprometa al equilibrio fiscal. Por el lado del gasto, este objetivo se alcanzaría mediante una contracción del 11% real anual para lo que resta del año, protegiendo el gasto en infraestructura prioritaria y los programas sociales", remarcó.
Y calculó que "si así fuera, el poder adquisitivo de los salarios públicos debería contraerse 5% entre agosto y diciembre, y además se debería implementar un aumento de las tarifas eléctricas para aquellas familias de bajos y medianos ingresos y para pequeños comercios".
Por el lado de los ingresos, el FMI estimó que la aplicación del impuesto PAIS a un conjunto de importaciones de bienes y servicios aumentaría los recursos en un 0,8% del PIB durante el resto del año. Para PxQ ese guarismo "parece optimista, además que se omite el impacto que tendrá la recesión sobre la recaudación".
Déficit fiscal: el impacto de las medidas
La consultora Equilibra calculó que el impacto de las medidas anunciadas el domingo sobre las cuentas fiscales es de "$590.000 millones, lo que equivale a 0,3% del PBI y aseguró que "sumara presión adicional sobre el cumplimiento de la meta contemplada en el acuerdo con el FMI".
Al respecto, Lorenzo Sigauto Gravina, director de Análisis macroeconómico de esa consultora, comentó que "nosotros desde principio de año no vemos que se logre la meta de 1,9% del PBI, y probablemente el déficit primario cierre parecido al año pasado en 2,4% del PBI".
"Calculamos que el recorte del gasto debería ser de 14% interanual real en lo que resta del año para cumplir con la meta del FMI", dijo el economista quien consideró que "hacer eso en un año de elecciones presidenciales en el último semestre es algo inédito para Argentina, es algo que no vemos que vaya a pasar".
En ese marco, Sigaut Gravina dijo que "creemos que el gasto primario real caería -en el mejor de los casos- un 10% interanual en los últimos cinco meses del año compatible con un rojo primario de 2,4% del PBI".
Además, el economista argumentó que "tras el último desembolso de u$s7.500 millones, el FMI ya no tiene mucho poder de coerción sobre Argentina hasta que hable en noviembre con el próximo presidente electo, por lo que el incumplimiento de la meta va a estar".
Déficit fiscal: ¿se puede cumplir la meta anual con el FMI?
Christian Naud, economista de ACM, planteó que "las medidas implican un mayor gasto nominal para intentar recomponer parte del salario real, pero al encontrarnos en un contexto donde se está acelerando la inflación, no es descartable que igualmente se termine contrayendo el gasto en términos reales"
"De igual forma, se requeriría un importante esfuerzo fiscal adicional. El gasto debería contraerse un 11% real hasta fin de año, tarea complicada dado el contexto electoral y la caída de la actividad. Nuestra estimación de déficit fiscal primario para 2023 es de 2,4% del PBI", precisó.
De igual diagnóstico, Aldo Abram, director Ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso auguró que "la meta fiscal con el FMI no se va a cumplir, las últimas medidas dificultan mucho más el cumplimiento, a final de año vamos a estar 2,5% o más de déficit primario".
Jeremías Morlandi, Director de Políticas Públicas del Centro de Estudios Económicos Argentina XXI (CEEAXXI) también pronosticó que "la meta fiscal no va a cumplirse, estamos en un contexto donde la caída de la actividad económica y del consumo van profundizándose producto de la incertidumbre económica y la caída del salario real".
"Las últimas medidas anunciadas son un ‘Plan Platita' en tiempos donde no hay mucha platita. De hecho, ya hay provincias que han manifestado que no podrán pagar el bono de $60.000 pesos y hay dudas entre las empresas. El costo fiscal será aproximadamente del 0,7% del PBI, lo cual perjudica aún más las cuentas públicas. Nos encaminamos a un déficit fiscal de alrededor de 3 puntos del PBI", proyectó.
Por su parte, Eco Go estimó que el conjunto de medidas "tendría un impacto de 0,3% del PBI, con el costo repartido entre el sector público y privado, y es equivalente a una suba de la demanda de 3% de cada mes".
En ese marco, Sebastián Menescaldi, director de la consultora evaluó: "No creo que tenga mucha incidencia en el déficit pero por malos motivos, porque lo que te genera esto es más presión de demanda. Y por otro lado, tenés las expectativas desancladas y los precios que suben".
"Entonces, el ajuste (del gasto) lo vas a hacer no diciendo ´voy a cortar una partida’ sino simplemente por efecto de la inflación. Si bien yo no veo que sea factible cumplir la meta anual, no vas a estar muy lejos, pero no por buenos motivos, sino porque la inflación va a provocar el ajuste en términos reales", explicó.
Déficit fiscal: ¿y si hay congelamiento de tarifas?
Aunque en staff report el FMI instó a Argentina a reducir subsidios para lograr la consolidación fiscal vía ajuste de tarifas, Massa busca darle empuje a su campaña y analiza la posibilidad de dejar de lado la suba de tarifas de luz en todo el país prevista a partir de septiembre, y también las del transporte público (trenes y colectivos) en el área Metropolitana de Buenos Aires, y que permanezcan congeladas hasta después de las elecciones.
En Delphos advirtieron que "estas medidas profundizarían las distorsiones de precios relativos en abierta contradicción con las recomendaciones del FMI".
A su vez, Naud sostuvo que "las tarifas eléctricas, de congelarlas, luego de una devaluación del tipo de cambio oficial que llevó a mayores costos, se traduciría en un mayor gasto y por ende, se alejaría aún más de las metas fiscales del FMI. Algo similar pasaría con el transporte". Y subrayó que "el tema de las tarifas en central para el FMI y congelarlas iría en contra de lo que sugiere".
Asimismo, Claudio Caprarulo, director de Analytica, estimó que el déficit fiscal de esta año rondará 2,5%, y juzgó que "no es buena idea congelar tarifas, es acumular más desequilibrios en un sector que viene de por sí con precios rezagados".