MALA OPCIÓN

Por qué financiarse con tarjeta de crédito es un pésimo negocio y cuánto se termina pagando

Pagar el monto mínimo de la tarjeta de crédito tiene efectos negativos que se deberán subsanar en los meses posteriores y que van más allá de la tasa
FINANZAS - 15 de Agosto, 2023

Con la suba imparable de la inflación el desfasaje entre los gastos y los ingresos de las familias hace que se busquen opciones para cubrir ese bache, y una de ellas es el endeudamiento a través de la tarjeta de crédito. En tal sentido, las estadísticas que publica habitualmente el Banco Central correspondientes a julio muestran que los saldos financiados con tarjetas en ese mes ascienden a $417.000 millones.

Esta cifra implica una suba del 143% frente a igual mes del año pasado y del 68% en lo que va del año, es decir que se incrementaron por encima de la inflación y del dólar.

Si bien este mecanismo es tal vez el más sencillo, pues no se necesita hacer ningún tipo de gestión, no es el más conveniente, pues más allá de los costos que se deben afrontar tiene "efectos colaterales" que si no se manejan con prudencia pueden conducir a un callejón sin salida. Sobre este punto, el director de la consultora Focus Market, Damián Di Pace afirma que "utilizar este recurso de forma periódica puede devenir en un problema financiero a largo plazo".

Precisamente, tomando en cuenta como se conforma el monto mínimo del "mes después", Di Pace afirma que "el desafío es si los ingresos futuros van a poder pagar esas cuotas". Ante esta situación, los especialistas recomiendan que, en caso de no poder pagar el total de la tarjeta, lo más conveniente será recurrir a pagos que superen aunque sea levemente el mínimo, pues ello permitirá disminuir la carga de los intereses e ir bajando la deuda progresivamente.

Ventajas y desventajas del pago mínimo

El pago mínimo es el menor monto que exigen los bancos para mantener la línea de crédito vigente y evitar entrar en mora. En la práctica se trata de un porcentaje del total de la deuda a pagar por el uso de la tarjeta y las cuotas pendientes del mes que dependerá de la entidad bancaria y del gasto realizado.

Si el cliente opta por esta modalidad tiene la posibilidad de estar al día con su cuenta y por lo tanto, no afecta su estatus crediticio.

Pagar el mínimo o financiar la tarjeta de crédito se puede transformar en un muy mal negocio

El nuevo escenario

El lunes el Banco Central implementó una suba de tasas que repercute en todo el sistema financiero, incluidas las compras que se financien con tarjetas de crédito. En el caso particular de los plásticos, se fijó una tasa del 107% anual, lo cual implica una suba de 19 puntos porcentuales respecto del nivel previo, que era del 86%. Esto está en línea con la suba del rendimiento del plazo fijo a 30 días por hasta $30 millones, que pasó del 97% al 118%.

A partir de la aplicación de estas tasas de interés, quien opte por financiar a manera de ejemplo $10.000 deberá pagar solo este concepto en el próximo resumen unos $10.880. Este monto surge del plazo que media entre la fecha de pago de la tarjeta y el siguiente.

Pero se debe tener en cuenta que cuando se abona sólo el "pago mínimo", al saldo impago que se traslada al próximo mes se le debe sumar no solo los intereses correspondientes, sino también una proporción de las cuotas pendientes y otros costos, que incrementarán el saldo mínimo siguiente, lo que hace que la deuda sea mayor.

Así por ejemplo, en algunos bancos de primera línea el monto mínimo se conforma con el consumo del mes anterior al que se suma el monto que no se pagó, el 5% de los consumos en hasta 3 cuotas más los débitos asociados a la cuenta, el 25% de las cuotas de cuatro a seis meses, el 50% de los planes a más de 7 meses, el 100% de los intereses, comisiones, adelantos y consumos que se pasaron a cuotas.

Sumando todos estos factores, se llega a que el costo financiero total puede superar cómodamente el 200% anual.

No pagar la tarjeta de crédito o pagar menos del mínimo es la peor de las situaciones

Pagar el mínimo puede ser un mal menor

No pagar la tarjeta de crédito o pagar menos del mínimo es la peor de las situaciones. Primero, porque se inhabilita la tarjeta y el titular no puede seguir usándola. Segundo, porque si no se sigue de cerca esta situación, la acumulación de intereses podría superar incluso al valor inicial de las compras.

Para peor, el banco ya no solicitará el pago mínimo, sino que reclamará el total de la deuda, que se conforma con el saldo más los intereses acumulados que, de acuerdo al tiempo que haya pasado, estos pueden llegar a ser superiores al valor de la compra inicial.

Incluso, la falta de pago afectará el perfil crediticio del moroso con otras entidades financieras y hasta podría figurar en la Central de Deudores del BCRA, lo cual causaría que, por ejemplo, los bancos y/o compañías financieras sean reacias a otorgar préstamos o ciertos servicios y productos como tarjetas de montos elevados.

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