IPROFESIONAL ENTREVISTA

Dolarización en Argentina: mitos y verdades, según un economista experto

En entrevista con iProfesional, Nicolás Cachanosky expuso su propuesta de dolarización y explicó por qué podría ser una solución para la economía
FINANZAS - 03 de Julio, 2023

La dolarización es un tema que está en boca de todos actualmente en la Argentina, donde políticos y economistas discuten cuál es la forma más adecuada para ponerle un punto final a la inflación. En este marco, iProfesional dialogó con Nicolás Cachanosky, economista y profesor universitario de la Universidad de Texas "El Paso".

Nicolás Cachanosky y Emilio Ocampo publicaron el año pasado el libro "Dolarización, una solución para la Argentina". Esta propuesta tuvo una gran repercusión académica y mediática desde su presentación. Incluso, fue considerada como practicable por el candidato a presidente Javier Milei. De todos modos, esta versión de la dolarización no es parte del plan económico del libertario.

-¿Cómo afectará su propuesta de dolarización al día a día de la población general? 

-Una vez que se haya dolarizado, la vida cotidiana de los argentinos se simplificará, dado que se tendrá una moneda estable. El peso desaparecerá de las operaciones diarias. Por ende, los pagos, cobros, y todas las transacciones económicas se realizarán en dólares. Los ejemplos más claros de esto son Ecuador y El Salvador: en estos países, sus habitantes abren la billetera y tienen dólares, los sueldos e impuestos se pagan en dólares. 

Entonces, a la propuesta de dolarización hay que entenderla como una facilitación de la vida monetaria de la población. La diferencia con cualquier plan de estabilización típico, es que la dolarización establecerá una estabilidad creíble. Su aplicación erradicaría la inflación por completo y reduciría el movimiento de la tasa de interés. Consecuentemente, todo aquel que maneje una empresa o trabaje en ella dejará de preocuparse durante su día a día por qué movimiento financiero hacer para proteger su capital de una devaluación, inflación o suba repentina en las tasas. Esto le permitirá a las personas enfocar sus recursos en cómo producir, ganar mercados, etcétera. 

También, a la hora de realizar operaciones de comercio exterior u obtener un crédito, se dejará de depender de la disponibilidad de divisas u otros factores propios del sistema de cepo cambiario con un entorno inflacionario. 

-¿Se puede dolarizar hoy? 

- Nuestra propuesta de dolarización no está pensada para implementarse hoy. Para hablar de dolarización hay que separar tres preguntas elementales. Una es ¿por qué dolarizar? Otra pregunta es ¿cómo dolarizar?. Y, finalmente, ¿cuándo dolarizar? Nosotros nos enfocamos más en el por qué y en el cómo dolarizar; y no tanto en el cuándo. Esto se debe a que la realidad económica y política en la Argentina cambia todos los días. Entonces, que se hable hoy de cómo dolarizar, no quiere decir que hay que dolarizar hoy; nuestra propuesta se presenta para el próximo gobierno electo.

Nicolás Cachanosky, economista y autor de un libro sobre la dolarización.

-¿A qué tipo de cambio se haría la dolarización? 

-Últimamente, circularon varios números respecto al valor en que se dolarizaría. Nosotros proponemos que la dolarización se haga al tipo de cambio de equilibrio de mercado del momento. Es un mito que la dolarización se haría a $4.000,$9.000, etc. Estos valores asustan a la población. ¿Cuál sería tipo de cambio de equilibrio? Es difícil saber por las restricciones de capitales e intervenciones imperantes. Una de las cosas que hay que hacer antes de dolarizar es quitar las restricciones, ver dónde se ubica el tipo de cambio de equilibrio y ahí tener una referencia del valor en el cual se haría la dolarización. Ahora, de existir una corrección del tipo de cambio, eso es independiente de si se dolariza o no

-Entonces, ¿es un mito que la dolarización dilapidará los sueldos de los argentinos? 

-Claro que sí. Hay que dejarle bien en claro a las personas que al dolarizar, el salario será el del momento dividido por el tipo de cambio de equilibrio al cual se hará la dolarización. Es decir, no es que hay que dolarizar devaluando el peso. Si el peso se devalúa o no, dependerá del ajuste previo del mercado (y no de la dolarización). Por lo que los salarios serán similares a lo que eran antes de la dolarización. 

-¿Cómo haría para salvaguardar la estabilidad bancaria en un sistema de dolarización? Es decir, ¿quién actuaría como prestamista de última instancia? 

Para responder esta pregunta hay que separar lo que es una corrida bancaria de una corrida cambiaria. En la Argentina, las corridas cambiarias llevan a las corridas bancarias; ya que si se quiere escapar del peso y parte de esos pesos están depositados en el banco, terminará existiendo una corrida bancaria. 

Si mirás Ecuador, El Salvador, Panamá, no son países conocidos por tener crisis bancarias a pesar de no tener prestamistas de última instancia. Por lo tanto, el error está en pensar que tu único prestamista última es el Banco Central. En el Salvador, Ecuador o Panamá el prestamista de última instancia es el mercado financiero internacional, que sería grande para la Argentina. Ergo, si el problema bancario es de iliquidez (y no de insolvencia), existirán alternativas para conseguir préstamos y sortear la situación.   

Otro mito a derrumbar dentro de este marco es que el BCRA actúa como prestamista de última instancia. Para ser un prestamista de última instancia es necesario que se demande la moneda que emitís. En las crisis Argentinas no se demandan pesos, sino dólares. Es por esto sucesivamente se ha recurrido al FMI para superar una crisis. En tal caso, con la dolarización no se podría perder la posibilidad de tener un prestamista de última instancia porque no existe tal función hoy en día. 

-¿Es importante que haya una banca local teniendo una dolarización?

-Por supuesto. La banca local no se puede eliminar por dos motivos: primero y principal, por cuestiones legales. No se le puede impedir a un argentino llevar a cabo una actividad lícita como es la banca. Luego, la existencia de regulaciones internacionales limitarían que exista solamente una banca offshore en el país; esto se debe a que habría que convencer a bancos de primera línea de abrir cuentas pequeñas con todos los exhaustivos requisitos que este proceso implica.

La dolarización en Argentina, una posibilidad analizada en profundida por Nicolás Cachanosky.

Entonces, la idea de tener una banca offshore sin una banca local es impracticable. La pregunta que surge es: ¿cómo se hace para que los bancos locales se adecuen a las normativas de una dolarización sin que varios queden en el camino? La respuesta es muy simple: imagino que los banqueros serían los primeros en estar a favor de una dolarización por el potencial de crecimiento que tienen en términos de capitalización y crédito al sector privado. En Argentina existe un mercado muy grande para la banca privada, por lo que buscarán la forma de lograr cumplir con los requisitos pertinentes.

Además, para asegurar la credibilidad en el sistema bancario, nuestra propuesta plantea que los encajes de la banca privada argentina se depositen en un banco de reservas argentino, situado en una jurisdicción segura (fuera de la Argentina). La razón de fondo es proteger a los depósitos de posibles intentos de apropiación por parte del gobierno. De este modo, se evitarían corridas y se aseguraría la estabilidad de la dolarización. 

-¿Hay algún otro mito que quisieras derribar acerca de la dolarización? 

-Sí, es muy común entre los economistas cuestionar qué le sucederá a la economía en caso de un shock externo. Es decir, que sucederá si no se tiene un banco central para mover la tasa de interés o ajustar el tipo de cambio frente a estos shocks. Para derrumbar este mito, llamo a no caer en la falacia de Nirvana. El banco central que se tiene hoy en la Argentina te genera muchos más shocks de los que te genera el mundo. Pues, si no se puede acceder a un banco central ideal como el de Suiza, y lo que tenés es el BCRA, para Argentina estar dolarizada es mejor que no estarlo. 

La organización impuesta por la dolarización no es solo una cuestión de política monetaria, es una reforma institucional. Esta propuesta funcionaría como un aislante entre lo que le sucede al gobierno y lo que le pasa a la economía. Por ejemplo, cuando Ecuador declara el default de la deuda en 2008-2020, la prima de riesgo país y el costo del tesoro para el Gobierno subió, pero, la tasa de interés del sector privado se mantuvo estable y el crédito al sector privado siguió creciendo al mismo ritmo. Por ende, al estar en una dolarización los defaults del gobierno no le afectan al sector privado. Hoy, con el peso, si Argentina entrase en default, los privados afrontarían graves consecuencias. 

-¿Se ve usted implementando estas políticas, sería usted el próximo ministro de economía del país?

-A ver, la propuesta del libro surge como una curiosidad intelectual. Junto a Emilio encaramos esta propuesta técnica en términos de economía y suponíamos que nadie iba a leerla. De casualidad, cuando el libro estaba por salir, Milei comenzó a expresar sus intenciones de dolarizar y el tema tomó una dimensión inimaginable. 

De todos modos, no me veo siendo parte de un gobierno. Aun así, estoy dispuesto a asesorar a cualquier político que desee implementar esta propuesta, ya que considero que Argentina no puede permitirse otro fracaso. A la fecha, la propuesta fue presentada a varios candidatos a presidente y a casi todos sus equipos técnicos, por lo que nuestra postura es la siguiente: asistir con tal de evitar la improvisación en el caso de que se dolarice. 

Por último, me encuentro instalado en Texas, y el Ministerio de Economía en la Argentina es una trituradora de carne… Y carreras. 

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