Todo lo que hay que saber antes de sacar un préstamo personal para no arrepentirse después
Quien navegue por los diferentes portales de los bancos de primera línea con la intención de solicitar un préstamo personal debe tener muy en cuenta antes de hacerlo una serie de cuestiones para evitar sorpresas en algún momento, más que nada cuando prácticamente toda la operación se realiza a través de las páginas de las entidades y conseguir asesoramiento no es tarea fácil.
En tal sentido, conviene hacer un breve repaso de los principales elementos que lo conforman.
En primer lugar se debe evitar caer en el lugar común de multiplicar la cantidad de cuotas elegida por el monto de las mismas, ya que en ese cálculo no se toma en cuenta el "efecto tiempo" y si se lo considerara, nadie tomaría un préstamo por los montos que surgen del cálculo. La explicación es sencilla: considerando la inflación, no es lo mismo una cuota que se pagará el mes que viene que otra que vence dentro de algunos años.
Otro factor a tener en cuenta es que parte del ingreso "aplicar" a la cuota. En general, los bancos fijan un tope del orden del 25% / 30% del correspondiente al grupo familiar, pero la práctica indica que no es conveniente que supere el 20 por ciento.
¿Por qué? El motivo es sencillo: con una inflación muy elevada, si bien la cuota se mantiene invariable, el ingreso disponible se ve afectado por la suba de los precios de la mayoría de los bienes y servicios.
"Aunque la cuota es elevada, tomo el préstamo, total la cuota se va a licuar con la inflación". Esta afirmación solo es válida en un escenario en el que el avance del salario iguale a la suba de los precios, lo cual salvo contadas excepciones no sucedió en los últimos años.
Préstamos personales: qué pasa con la tasa de interés
Hechas estas aclaraciones, vale analizar que sucede con las tasas de interés. Sobre este punto, el potencial interesado puede encontrarse con bancos de primera línea, tanto públicos como privados, que publican tasas nominales de interés que van del 100% al 140% anual. Pero si se toma el dato más relevante, que es el costo financiero total, aquel que incluye todos los gastos y comisiones que se incluyen en el préstamo, como por ejemplo el IVA, los niveles van del 218% pero llegan a rondar el 400% anual.
A partir de estos porcentajes, surge la pregunta de cuál sería el porcentaje de inflación que está implícito en ellos si se asume el supuesto que la suma de las cuotas, ajustada por dicho porcentaje debe igualar el monto solicitado. Este cálculo, que es habitual para todo tipo de operación financiera que se prolonga en el tiempo parte del supuesto que "un peso de hoy vale más que uno que se va a cobrar o pagar en el futuro".
Para llegar al resultado buscado el camino es muy sencillo: se reexpresa cada una de las cuotas del préstamo que vencen a lo largo del préstamo a precios de hoy, ajustadas a una determinada tasa, de manera tal que la suma de todas ellas "empate" la suma inicial.
En el caso del préstamo más barato, el que tiene un costo financiero total de 218%, la tasa de inflación implícita es del 10.5% mensual, en tanto que para el segundo, asciende nada menos que a casi el 14% mensual. Si se toman estos porcentajes como indicadores de la inflación futura, se llega a niveles anuales del 230% y 370%, respectivamente.
Pero también existe otro cálculo que se puede realizar a partir del monto total a devolver que surge de la suma de todas las cuotas, en función de la inflación estimada por el consenso del mercado.
Si se establece que a priori para los próximos 24 meses la inflación anual podría rondar el 120%, el 130% o el 140%, una vez hechos los cálculos correspondientes se llega a la conclusión que para el préstamo más barato se estará devolviendo, descontada la inflación, entre un 26% y 36% por encima del monto inicial.
En el caso del más oneroso la cuestión se agrava, pues partirá del 56% y llegará al 70%. Es decir que con esta última cifra se estará devolviendo 1,7 veces el monto inicial, aún descontando cada una de las cuotas en función de la inflación.
En síntesis, estos son algunos de los datos a tener en cuenta hoy para evitar un dolor de cabeza en el futuro.