Se acelera la inflación y el Gobierno se juega a achicar la brecha del dólar: ¿podrá evitar un desbande de precios?
Algunas de las consultoras que monitorean la evolución de la inflación de los alimentos detectaron que la primera quincena de abril fue la peor del año, en cuanto a la suba de los precios. LCG, la consultora fundada por Martín Lousteau, midió un 5,5% en esos primeros quince días, en línea con lo medido por Orlando Ferreres. En el Banco Central también tienen registros similares, con una proyección inquietante para el resto de abril, en el rubro de los alimentos.
Para tener en cuenta: si los alimentos repitieran este mes la tendencia de marzo -con una suba promedio del 9,3%-, significaría que la proyección de inflación interanual de ese rubro se establecería en el 181%.
No hace falta aclarar que se trata de una dinámica explosiva a nivel política y social, imposible de seguir para los salarios.
Alimentos: el sector que más sufre el impacto de la inflación
Los empresarios, como el propio Sergio Massa, siguen con suma atención los movimientos de precios de la canasta básica.
A nadie sorprende que cada vez más sectores tengan en cuenta como referencia los $400 o $410 del dólar MEP o del contado con liqui. La falta de referencia de los precios es total. Lo que empieza a preocupar sobremanera es que esa misma distorsión se empieza a evidenciar en el rubro más sensible.
Lo más claro de ese desconcierto está sucediendo ahora mismo: algunas de las arroceras más grandes del país tienen suspendidas las ventas ante la incertidumbre generada por la puesta en marcha del "dólar agro".
Como los empresarios desconocen el alcance real del nuevo programa oficial -destinado a juntar dólares en el Banco Central- prefieren esperar hasta tener los detalles.
El alerta para Massa y su equipo -del que ya tomaron nota- da cuenta de que cualquier paso en falso provocará fuertes subas en los precios de productos esenciales de la mesa de los argentinos. Por esta misma cuestión, el lanzamiento del programa exportador sigue demorado.
Algo de esto sucedió un par de semanas atrás, cuando el propio Gobierno habilitó una suba inmediata del 53% en el precio mayorista de la yerba, que indefectiblemente se trasladará a las góndolas. Otro 20% adicional impactará en las próximas semanas.
Tras el fracaso de Precios Justos, Massa inicia la carrera por los dólaregs
En distintas empresas líderes evalúan los próximos pasos. En las últimas dos semanas, los aumentos enviados a los mayoristas y a los comercios tradicionales arrancaron en 6% y llegaron al 10%. También hubo alzas similares hacia los supermercados, para los productos que no están incluidos en "Precios Justos".
La principal inquietud se vincula sobre la cantidad de dólares que el Gobierno podrá habilitar a esas compañías para asegurar las importaciones de insumos y bienes críticos para la producción.
La cuestión fue abordada en la última reunión de la Copal, la cámara que reúne a las principales industrias alimenticias del país. Hay alerta máxima, porque ninguna empresa quiere quedar desenganchada en los costos que afronta para producir; ni quiere aparecer como bloqueando los acuerdos con la secretaría de Comercio.
En este contexto, Massa está concentrado en la tarea de juntar divisas. Retornó de Washington con el guiño del FMI para renegociar todas las metas del último acuerdo con el organismo. Era lo obvio, a menos que el Fondo Monetario se quedara de brazos cruzados a la espera de un default de la Argentina.
La pregunta obvia, sin respuesta positiva por ahora, es si el FMI flexibilizará su posición y otorgará un desembolso adicional para compensar parte del quebranto por la sequía.
"No tenemos ningún indicio de que el Fondo mandé dólares", le dice a iProfesional un miembro del equipo económico.
Para contrarrestar esa dureza, Massa encabezó una serie de negociaciones con otros organismos internacionales -Banco Mundial, BID y CAF-, en un intento de acercar divisas al Banco Central.
Evitar una devaluación abrupta del tipo de cambio sigue siendo el objetivo número uno del ministro, y a esta hora acaso la única meta que se plantee lograr en serio.
Canje de bonos: el "guiño" de la UBA a Sergio Massa
El guiño de la Universidad de Buenos Aires a Massa para que avance con el canje de bonos es clave para el ministro. Le dará una herramienta para poder intervenir en el mercado del dólar financiero, con el objetivo de que no se dispare la brecha.
Una disparada de esas cotizaciones (contado con liqui y MEP) arruinaría el plan para acercar dólares al BCRA. Por eso mismo, se espera que entre el Palacio de Hacienda y el BCRA utilicen todo lo que tengan a mano -que de hecho es muy limitado- para evitarlo.
En todo caso, existe la chance de subir la tasa de interés un escalón adicional. El ministro cree que una suba de las tasas de interés en este momento empeoraría la situación económica. Básicamente, por el mayor costo para las empresas y por la emisión monetaria adicional que esa medida implicaría. Tampoco serviría como ancla, a pesar de las sugerencias que le acaba de hacer el Fondo Monetario durante su visita a Washington.
Massa preferiría esperar antes de aplicar una nueva suba en el costo del dinero, pero la presión del FMI es muy clara en ese sentido.
La cuestión se definirá pasado mañana en el directorio del Banco Central. La medida será clave: en una dinámica de aceleración inflacionaria, el Gobierno quiere evitar un mal mayor que, en este contexto, sería una fuga de depósitos bancarios.