FMI: qué pasará con la economía y la inflación argentina en 2023
El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó sus proyecciones económicas en la reunión de primavera boreal donde actualizó las estimaciones para la economía Argentina: la inflación llegará al 98,6% en 2023 , lo que representa un leve retroceso respecto del 102,5% que observó en los últimos doce meses; mientras que la economía no caerá en recesión, aunque el PBI apenas registrará un alza de 0,2%. Las dos cifras muestran un mejor escenario que el ofrecido por las consultoras privadas.
El último informe del FMI tras la auditoría de las cuentas argentinas que se conoció hace 10 días mostraba estimaciones atrasadas: reconocía una suba de la inflación promedio de 76,5% a 79,6% y mantenía el crecimiento en 2%. En 2022 el PBI creció 5,2% y la inflación marcó 76%.
Las cifras registran el impacto de la sequía y las presiones cambiarias y se alinean con las estimaciones que dio a conocer la semana pasada el Banco Mundial, que vaticinó un PBI en 0% para 2023. El último relevamiento de expectativas de mercado (REM) que lleva adelante el Banco Central entre consultoras y economistas, en tanto, proyecta una caída del 2,7% para este año mientras que la inflación escala al 110% anual.
Informe del FMI: Argentina y el impacto de la sequía
"La razón para bajar la proyección de Argentina es la sequía. En 2024 se espera un 2% que es una mejora", aclaró el economista del Fondo Monetario Pierre Olivier Gourinchas. El PBI empeoró de forma "significativa" sobre el último trimestre de 2022, advirtieron los analistas.
"La inflación terminó en 94,8% el año pasado y hubo un empeoramiento en enero por la suba de los precios de los alimentos. Las expectativas de inflación se mantienen desancladas y por eso esperamos que (el IPC) siga en niveles muy altos", aseguró Petya Koeva Brooks, subdirectora del departamento de investigación del FMI.
Sergio Massa estará desde este miércoles en Washington DC para participar de la reunión del FMI y el BM. El informe de perspectivas World Economic Outlook (WEO) presentado este martes empeoró el pronóstico global: "el crecimiento tocará fondo en un 2,8 % este año antes de aumentar modestamente al 3 % el próximo año, 0,1 puntos porcentuales por debajo de nuestras proyecciones de enero", detalló Gourinchas.
Por otra parte, la inflación mundial caerá, aunque más lentamente de lo previsto inicialmente, del 8,7 % el año pasado al 7 % este año y al 4,9 % en 2024, agrega el WEO.
El World Economic Outlook también proyecta para la Argentina un leve crecimiento del desempleo, del 7% de 2022 al 7,6% en 2023 mientras que prevé que volverá a bajar al 7,4% en 2024.
En términos de balance de cuenta corriente, mientras el staff report, el informe técnico sobre la economía argentina por el programa con el Fondo aboga por ir desarmando los cepos de forma gradual, el resultado para 2023 será positivo por 1% tras un rojo de 0,7% el año pasado.
Recuperación frágil para la economía global
A nivel global, la titular del FMI Kristalina Georgieva anticipó el lunes que el crecimiento seguirá bajo por los próximos cinco años y, pese a eso, consideró que los bancos centrales deben mantener las tasas de interés altas para lidiar con la inflación.
"La desaceleración económica de este año se concentra en las economías avanzadas, especialmente en la zona del euro y el Reino Unido", advierte Gourinchas. Se espera que el crecimiento caiga a 0,8% y -0,3% este año antes de repuntar a 1,4 y 1 por ciento, respectivamente.
A pesar de una revisión a la baja de 0,5 puntos porcentuales, "muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo se están recuperando, y el crecimiento de fin de año a fin de año se aceleró al 4,5% en 2023 desde el 2,8 % en 2022", indicó. Argentina escapa a esa tendencia. En conferencia de prensa, el economista instó a estos países a asegurar acceso a swaps, fortalecer reservas y las líneas del FMI para evitar volatilidad.
Tras la "reciente inestabilidad bancaria", el FMI admite que la recuperación es frágil y dominan los riesgos a la baja. La inflación es mucho más rígida de lo previsto, incluso hace unos meses. La baja se refleja por la "fuerte reversión" de los precios de la energía y los alimentos. "Pero la inflación núcleo, que excluye la energía y los alimentos, aún no ha alcanzado su punto máximo en muchos países".