Dólares paralelos y reservas: ¿qué prevé el mercado para abril, con la llegada del nuevo tipo de cambio para el agro?
El escenario cambiario empeoró en marzo por la fuerte sangría de divisas Banco Central para abastecer la demanda en el mercado oficial en un contexto de menor liquidación del agro. La entidad monetaria cerró el mes con un saldo de ventas netas de u$s1.918 millones. En tanto, en el primer trimestre acumuló un rojo de u$s2.998 millones, cifra que marcó el peor arranque de año en dos décadas.
A su vez, el dólar blue y las divisas financieras abandonaron la calma que habían mostrado en febrero, exhibieron mayor volatilidad y tocaron en el mes nuevos récord: el billete informal tuvo un máximo de $397, y el CCL y el MEP finalizaron el viernes con nuevos máximos históricos..
El drenaje de divisas deterioró el stock de reservas netas, que los economistas alertan que está en un nivel crítico. Ante esta coyuntura, el ministro de Economía Sergio Massa, anticipó que el Gobierno presentará el lunes el "dólar agro", que incluirá un dólar soja 3 en abril, por 30 días -que podría rondar los $300-, y un tipo de cambio diferencial por 3 meses desde mayo para economías regionales como el maní, el arroz y la vitivinicultura, productos de exportación que a diferencia de la oleaginosa sí tienen mercado interno.
Los economistas plantean que se trata de una medida "parche" que busca reforzar las reservas para "ganar tiempo" y evitar un salto brusco en el tipo de cambio oficial, y dicen que aunque es un "respiro transitorio" para paliar la pérdida de reservas, no despeja la incertidumbre cambiaria porque no soluciona los problemas de fondo.
Además afirman que la contrapartida de un dólar agro es una mayor emisión monetaria con lo cual algunos analistas creen que ese exceso de pesos puede presionar más sobre los dólares paralelos y sobre la inflación. En ese marco, auguran que $400 será el piso en abril de los dólares financieros, mientras que el blue para fin de ese mes oscilaría entre $410 y $420.
Reservas: llegó un desembolso del FMI
El BCRA registró en la última rueda de marzo un saldo negativo de u$s99 millones por su intervención en el mercado de cambios, con lo cual ya extendió la racha vendedora por 19 jornadas consecutivas.
Frente a los malos resultados del mes, fuentes del equipo económico alegaron que en este período "hubo demandas extras por pagos de bonos de Santa Fe y Mendoza, y barcos de gas, entre otros".
Los economistas alertan que las reservas netas están en un nivel crítico. Menescaldi calculó que bajo la metodología del FMI rondan en u$s2.800 millones, pero medidas bajo otras métricas están en "cerca de cero".
La consultora 1816 estimó que el stock de reservas netas se ubica en u$s1.000 millones, pero advirtió que las reservas líquidas (descontando DEGs y oro) son negativas en u$s5.300 millones.
Por su parte, las reservas brutas del BCRA cerraron marzo con un stock de u$s39.055 millones. El viernes registraron una suba de u$s2.492 millones frente al jueves debido a que el Fondo Monetario Internacional concretó el giro de un desembolso por u$s5.400 millones, de los cuales u$s2.700 millones se usaron para cancelar vencimientos con el organismo que cayeron el 21 y 22 de marzo y habían sido postergados.
Reservas: ¿qué impacto puede tener el dólar soja 3?
Sobre el nuevo dólar agro, el operador Gustavo Quintana, de Pr Cambios, señaló que "las medidas de estímulo para los sectores exportadores alientan tibias proyecciones de mejoras en los ingresos genuinos (de divisas) en el segundo trimestre de este año".
A su vez los analistas de PPI destacaron que con el dólar soja 3 "el objetivo sería ir en búsqueda, principalmente, de los entre 6 y 7 millones de toneladas no vendidos de la producción de 2022, ya que la sequía demoró la siembra y, en consecuencia, la cosecha, por lo que los primeros lotes de soja vendrían demorados".
"Somos un tanto escépticos de que el productor decida vender un tipo de cambio solo 44% superior al dólar oficial cuando no lo hizo a primas de 42% y 38% en las primeras dos versiones", señalaron.
Estimaron que "en caso de venderse las 7 millones de toneladas de soja acopiadas de 2022, el BCRA compraría unos u$s3.800 millones, de los que podrían desprenderse al dólar oficial de unos u$s1.100 millones (si vende el 30% de lo comprado como ocurrió en promedio en las dos ediciones anteriores), quedando con un neto de casi u$s2.700 millones. El correlato de esto sería una expansión monetaria de $916.000 millones o 0,6% PBI".
"La gran pregunta es qué ocurrirá cuando llegue la cosecha de 2023, por ahora estimada en 25 millones de toneladas. Dado el esquema de incentivos planteados con este dólar soja y con sus antecesores, cabe esperar que el productor de soja se "siente" sobre el grano (incluso pagando el sobrecargo de tasa al financiamiento que le aplica el BCRA, que resulta en una tasa efectiva anual de 145%) esperando un nuevo incentivo.
Para Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, "gran parte de la cosecha los productores la van a tener que vender porque en este trimestre tienen que hacer los pagos de insumos, alquileres de la campaña, con lo cual puede haber un buen ritmo de ventas".
"En el segundo trimestre de 2022 liquidaron u$s11.200 millones, en este trimestre estamos previendo que sean unos u$s9.000 millones lo que va a liquidar el sector agrícola", indicó.
El economista dijo que "el BCRA revertirá la postura vendedora en el mercado de cambios y pasaría a ser comprador, porque debería tener una oferta que triplique al de primer trimestre y, así, tener saldo positivo".
A su vez, Fernando Baer, de Quantum Finanzas, evaluó que "probablemente haya liquidación de divisas, porque hay un stock de soja, lo cual puede generar un flujo transitorio que alivie en abril; dada la dinámica que hoy tienen las reservas, cualquier cosa que permita dejar de perder como lo venís haciendo todos los días, es bueno".
Dólar agro: medida parche
Baer afirmó que con el dólar agro, el Gobierno "puede acumular algo (de reservas), pero eso no te saca las presiones que tenés para adelante" en el frente cambiario.
En ese sentido, Juan Pablo Albornoz, economista de Invecq, planteó que "los dólares soja (o ahora dólar agro) no crean dólares: aceleran liquidaciones rezagadas y adelantan liquidaciones futuras".
"Con los dólares soja, el Gobierno ya ancló la expectativa de que a futuro, si el panorama cambiario se complica, me van a ofrecer un tipo de cambio diferencial. En la medida en que el giro del negocio se lo permita, el oferente de divisas tiene todos los incentivos para no liquidarlas en el corto plazo especulando, justamente, con un dólar agro o afines", esgrimió.
El economista sostuvo que "es seguir haciendo malabares para no devaluar formalmente y encubrir una devaluación en un tipo de cambio diferencial; además el Gobierno seguiría vendiendo divisas al valor del dólar oficial mayorista, es decir, comprando caro y vendiendo barato".
De igual lectura, Menescaldi sostuvo que "es una medida parche para juntar dólares ahora. Es devaluar sin devaluar, porque devalúa selectivamente, solamente algunos productos, y no se asume todo el costo de una devaluación. Es una medida que sirve momentáneamente, pero no solucionas ningún tipo de problema, incluso lo podes llegar a incrementar porque seguís emitiendo pesos".
"Después de junio, veo la situación complicada. El problema es estructural, el tipo de cambio está desalineado y eso provoca ruptura en el mercado de cambios donde (hay incentivo) a importar más y exportar menos. Con esta medida se intenta solucionar eso. Pero en el medio se generan miles de otras complicaciones, porque aumentan algunos precios internos", aseveró.
Por su parte, Alejandro Giacoia, de EconViews, juzgó: "No creo que sea el tipo de solución adecuada para el problema actual, pero posiblemente sea una de las pocas alternativas dentro de la lógica del Gobierno"
"Con las dos ediciones anteriores del dólar soja, lo que hizo el Gobierno fue enviar la señal de que no hay que liquidar hasta que no haya un tipo de cambio diferencial. Entonces, ahora no tiene más opción que volver a repetirlo. La otra cuestión es que prácticamente las reservas netas son nulas y el BCRA no para de vender todos los días. De alguna manera, tenés que cortar esa dinámica. Mientras dure la medida, seguramente sirva para cumplir con ese objetivo, pero cuando se termine volveremos a ver lo que pasa ahora", auguró.
Dólares paralelos: ¿qué esperan para abril en el marco del dólar agro?
El dólar blue cerró marzo en $395, con una suba de $20. Esto es decir un 5,3%, con lo cual quedó por debajo de la inflación del mes, que las consultoras estiman que rondó entre 6,5% y 7%. También es inferior al rendimiento de la tasa de interés del plazo fijo (6,4%). En lo que va del año, el billete informal escaló $51.
En tanto, los dólares financieros también cerraron el mes con tendencia alcista. El contado con liquidación terminó marzo en un valor récord de $406,54, con lo cual aumentó en en el mes 11% y en el año 18%. En tanto, el dólar MEP finalizó en un máximo de $397,37, lo que implica subas de 11,2% en el mes y 21,2% en el año.
Consultado sobre el rumbo que tendrán los dólares paralelos en abril en el marco del nuevo dólar agro que busca engrosar las reservas, el analista financiero Christian Buteler evaluó esta medida "es una bocha de emisión de pesos, que una parte la tenés que absorber por Leliqs, con el daño que eso le genera al balance del BCRA. Y otra parte va a presionar tanto a precios como a los dólares".
"Veo que los costos (de esta medida) son más grandes que los beneficios que te pueda llegar a traer. Y en abril podríamos tener nuevamente un salto cambiario fuerte como lo hubo en septiembre (con el dólar soja 1), pero agregándose otros factores como más dolarización de carteras por el proceso electoral, aceleración de inflación y algún problema con la deuda".
"Es más peligrosa esa medida ahora", advirtió Buteler, quien afirmó que "$400 es el piso de los dólares libres, pero ante una mayor emisión de pesos, sumada a otros factores que puede acelerarlos, no se puede saber dónde termina".
En sintonía, Albornoz argumentó que "la emisión monetaria asociada a este esquema de comprar caro y vender barato probablemente termine, tarde o temprano, impactando en la brecha. Veo alcistas a los tipos de cambio financieros y el blue en el corto plazo".
Por su parte, Baer prevé que en los dólares libres "la volatilidad va a seguir, probablemente sea con movimientos amesetados donde tenés un periodo en el que está más o menos planchado y después se empieza a mover".
"Entramos en una etapa donde la sensibilidad es mayor (por el proceso electoral) y la variable que más registra esa sensibilidad es el tipo de cambio libre. Más allá de si el Gobierno genera una oferta de divisas transitoria, hay otros factores que inciden sobre los dólares paralelos, como la inflación, ruidos políticos, desequilibrios monetarios. Puede haber una calma transitoria pero los meses que vienen van a ser complicados, sobre todo si la inflación no cede", vaticinó.
Para la economista Natalia Motyl, "de todas las medidas que pueden tomar, el dólar agro es la más recomendable, aunque es cierto que los tipos de cambios diferenciales generan mayores distorsiones en el mediano plazo y presionan aun más sobre el mercado cambiario".
"Esos pesos que va a recibir el sector agro van a ir al mercado cambiario. Como ya sucedió en el dólar soja 1 y 2, en las últimas semanas del mes vas a presenciar mayor volatilidad en el mercado cambiario por la demanda incrementada". Según su visión, el blue en abril rondará entre "$410 y $420, mientras que el MEP y el CCL estarán en torno a los $410".
El economista Federico Glustein opinó que el dólar agro "no es buena medida porque el BCRA va a tener que emitir una cantidad astronómica de pesos para absorber esos dólares. Pero en términos del ‘plan aguante’ sería apaciguar las ansias devaluatorias y podría calmar levemente la tensión cambiaria de abril".
"Los dólares financieros podrían quedar tranquilos por un tiempo. No así el dólar blue, que es más protección de ahorristas pequeños y motorización de la dolarización libre, y va a pasar los $400".