¿Comprar dólar blue es una buena inversión?: la historia reciente muestra todo lo contrario

A lo largo de los últimos meses la cotización del dólar blue muestra marcadas oscilaciones, que pueden jugar en contra de quienes se vuelcan al mismo como una forma de cubrirse ante una inflación que no da tregua. 

En tal sentido, el cierre de un trimestre calendario suele ser un buen momento para analizar la evolución de las inversiones y si llegado el caso, alguna de ellas en particular resultó ser un buen negocio. Si por ejemplo se toma lo sucedido con el dólar blue en los últimos años, son contados los momentos en los que quien lo compró tiene motivos de festejar.

¿Invertir en dólar blue es negocio?: los antecedentes

Para tener una noción clara de lo sucedido, nada mejor que el siguiente gráfico. Del mismo se desprende que, de los últimos 36 meses, apenas cinco muestran resultados positivos. Para peor, de ellos solo dos rinden más del 7%.

La contracara con lo anterior son los 33 meses restantes, durante los cuales las pérdidas en el peor de los casos llegan a casi el 40 por ciento. Cabe señalar que en promedio el signo negativo ronda el 10%.

Dólar blue: los factores que llevan a estos quebrantos

Si se considera lo sucedido desde marzo de 2020, con el inicio de la pandemia y la cuarentena hasta el presente, y se ajustan los precios de fines de cada mes por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), la primera conclusión es que se está en presencia de una enorme volatilidad. A lo anterior se suma que el precio actual se ubica un 4% por debajo del promedio del último año. 

En tal sentido, los periódos de mayor turbulencia son los que van desde el inicio de la serie hasta octubre de ese año, pues en ese lapso su precio subió nada menos que el 130 por ciento.

El punto culminante sucedió cuando el blue tocó su mayor precio de toda la serie. Si bien en ese momento la cotización de referencia fue de $195, si se la ajusta por IPC, la misma llega a los $640 actuales, es decir que sería un 62% mayor que el precio actual.

A partir de ese momento, el blue comenzó a descender en forma acelerada, impulsado por una serie de medidas implementadas por el Banco Central, para tocar un piso en marzo de 2021 similar a la cotización actual, del orden de los 391 pesos ajusados por IPC.

Luego, se ingresó en una especie de canal horizontal que tuvo como piso dicho precio y un techo de $450, que se prolongó por espacio de un año.

Pero a partir de ese momento se registró una nueva suba, que en parte se vio motorizada por la incertidumbre política y ecónomica, y que tuvo su pico en julio del año pasado, con los cambios registrados desde el Ministerio de Economía. En el peor momento de esa crisis el blue llegó a valer un equivalente de $550 de hoy. Posteriormente, la presión sobre el dólar comenzó a ceder y nuevamente las cotizaciones descendieron en forma acelerada hasta los $380.

De ahí en más, se volvió a transitar por un canal horizontal hasta el presente, que tuvo su punto máximo en enero, cuando el billete se vendía a 433 pesos.

En este sentido, cabe señalar que si se toma como referencia el cierre del primer trimestre del año, el blue acumula en lo que va del año una suba del orden del 14% frente a una inflación que rondaría el 20% o quizás algo más. De la comparación de ambas variables surge que hasta marzo el blue pierde un 6% en términos reales.

En cuanto a lo que pueda suceder de ahora en más, todo dependerá de lo que suceda en los próximos meses tanto desde el punto de vista económico como político, aunque en general se pronostica que al menos hasta bien entrado el segundo semestre del año la brecha que separa al blue del dólar oficial tendería a subir. La cuestión es una vez más lo que puede acontecer en materia de precios minoristas, ya que si se toma como referencia el pasado reciente, cabe esperar que más de un ahorrista sea algo más precavido.