Dólar récord y reservas en picada: el BCRA frente a una corrida cambiaria difícil de frenar
Las últimas 17 ruedas del mercado financiero muestran que de continuar con estas ventas netas de dólares en el mercado único oficial libre de cambios (MULC) será muy difícil para el Banco Central (BCRA) resistir a una nueva corrida cambiaria en el próximo trimestre del año. El dólar blue llegó a un récord de 397 pesos con un mayorista que cerró a 208 pesos reflejando una brecha cambiaria del 90 por ciento. En tanto que los dólares financieros volvieron a subir.
La gran novedad es que el dólar libre registra una suba de 22 pesos o de un 5,9 % en lo que va de marzo y acumula un aumento de 52 pesos, o del 15 % en lo que va del año, una cifra por debajo de la inflación medida a través del IPC del INDEC y proyecciones del bancos y consultoras.
Muchos analistas consultados por iProfesional sostienen que este nuevo rebote de la cotización del dólar libre se debe a una mala señal que provocó muchas dudas en el mercado local y en Wall Street, que está relacionada con el futuro lanzamiento de canje forzoso de bonos en dólares por bonos en pesos que deberán realizar el Fondo de Garantía y Sustentabilidad de la ANSES y otros organismos públicos los organismos públicos.
Esto se contrapone con el llamado "Efecto Macri" ya que varios operadores señalan que la suba de las acciones de estos dos días se debe a la decisión el ex presidente Mauricio Macri de bajarse de las próximas elecciones presidenciales de este año.
Los analistas también consideran que la última suba de tasas de interés del 75 al 78 % nominal anual que decidió la semana pasada el directorio del BCRA no es suficiente para poder frenar la demanda del dólar paralelo y de los dólares financieros alternativos que se da por lo general en procesos de dolarización que se producen en años electorales. Pero la mayor preocupación de los analistas locales y de Wall Street es la fuerte caída de las reservas internacionales brutas que en lo que va del año cayeron unos 7.300 millones de dólares.
Ayer esas reservas cayeron unos 433 millones de dólares y finalizaron en los 37.157 millones de dólares según los datos del BCRA. Se trata del stock más bajo que se observa desde el 6 de octubre del año pasado.
El dólar sube y las reservas caen
Para tener una dimensión de la brutal caída se trata de las mayores caídas de un primer trimestre por encima del primer trimestre del 2002 luego de la caída de la Convertibilidad.
Hay que considerar además que se trata de un cambio de tendencia muy abrupto con respecto a lo ocurrido el año pasado que cerraron en unos 44.588 millones de dólares y registrando una suba en ese año de más de 5.000 millones de dólares.
Hasta ayer el BCRA tuvo 17 jornadas consecutivas de ventas netas negativas en el mercado oficial libre y único de cambios (MULC) y lleva acumuladas ventas netas por 1.800 millones de dólares en lo que va de marzo.
En lo que va del 2023 el BCRA acumuló un rojo de 2.792 millones de dólares. De esta forma, marzo ya es el mes con el resultado negativo más abultado para el BCRA por su participación cambiaria desde septiembre de 2020, un año y medio atrás y en plena pandemia.
El último informe de la consultora Portfolio Personal Invesment destaca que: "el primer trimestre de 2023 está confirmando el deterioro del sector externo y las dificultades del Central para retener reservas, lo cual afecta en forma convergente las expectativas de los agentes económicos".
El informe describe que el problema de flujos y stocks en el que fue metiéndose el BCRA desde mediados de enero sigue agravándose y luce sin solución aparente en el cortísimo plazo. Hay que señalar por ejemplo que con los 587 millones de dólares que el BCRA vendió en los cuatro días hábiles de la semana pasada se consumió casi el 85% de los 680 millones que recibió el gobierno de desembolsos de organismos internaciomaes esa semana.
Cambio de dinámica
Lo más importante dentro de esta especie de sangría de dólares que sufre el BCRA este mes es que se trata de un récord para un mes de marzo con cepo y el peor saldo desde la salida de la convertibilidad, es que la dinámica se ha acelerado a pesar que el BCRA aceleró el ritmo de devaluacion diaria del peso en los últimos días.
"Esto se observa en ventas por u$s136 millones según la media móvil de cinco días por 124 millones de dólares acorde a la media de diez días (proxy de quincena) y a 75 millones de dólares en el caso de la de 20 días que es la proxy del mes.
Este cambio de la dinámica responde a:
1) a una demanda privada que se intensificó desde comienzos de marzo, en línea con el salto en la estacionalidad misma de la economía y en particular de aquellos sectores dependientes de insumos importados como la industria.
2) a una oferta de dólares donde si bien la liquidación del agro levantó respecto de los mínimos de febrero, sigue mostrando caídas de 70% anual con efectos conjuntos de liquidación anticipada por dólar "soja" y sequía sobre el trigo y no llega a compensar el salto en la demanda.
"Por lo tanto no hay otra manera de cubrir este vacío que con intervenciones de la autoridad monetaria. Puesto en números, el "resto" de la demanda residual de la liquidación del agro y compras netas BCRA se disparó desde una media móvil de diez días de 50 millones de dólares a comienzos de marzo a unos 115 millones de dólares, mientras que la liquidación del agro apenas subió de unos 40 a 60 millones de dolares. Por ese motivo el BCRA salió a cubrir esta diferencia, con intervenciones que subieron de 10 millones 110 millones" explica el informe.
¿Seguirá alta la demanda de dólares?
Pero lo que resulta más preocupante es que de aquí hacia adelante no se vislumbra una reversión de esta dinámica salvo el ingreso de unos 5.200 millones de desembolsos del FMI en caso de aprobarse las metas cuantitativas del último trimestre del año pasado.
Tal vez también podría ayudar alguna modificación del esquema cambiario como un cepo más estricto o un dólar "soja" 3.0 para los 7 millones de toneladas guardadas de 2022 que calcula el gobierno a un dólar cercano a los 280 pesos frente al de 250 pesos del dólar soja 2.0 de diciembre del año pasado.
Es probable que por la estacionalidad del segundo trimestre, la demanda privada de dólares seguirá alta y tal vez podría ceder algo a partir del 12/04 cuando venzan las últimas SIMIs para autorizar importaciones que fueron reemplazas por el sistema SIRA mientras que la entrada de los primeros lotes de la cosecha gruesa se retrasará al menos un mes a causa de la sequía, pasando de abril a mayo.
En este contexto, el BCRA debería transitar un abril de ventas netas negativas de dólares en el MULC con reservas internacionales netas que probablemente se encuentren por debajo de los 500 millones de dólares al comenzar el mes si se mantiene el ritmo de ventas netas cercano a los 120 millones de dólares promedio en lo que resta de marzo contando los DEGs efectivamente atesorados en el BCRA y no el financiamiento neto.
Con respecto a la liquidez del sistema finaciero hay que destacar que hoy el Tesoro deberá renovar deuda por unos $284.000 millones y en caso de no conseguir una buena refinanciación esto podría repercutir negativamente en el mercado cambiario.
Por último, hay que mencionar que luego de la decisión de Mauricio Macri se produjo una especie de tembladeral político dentro en Juntos por el Cambio y en el Frente de Todos que no se sabe cómo impactará en los mercados de aquí hasta las PASO del 13 de agosto.
Por ahora todo indica que comenzará un trade electoral distinto al que presagiaban los mercados financieros locales y de Wall Street.
El problema para del oficialismo es que algunos analistas finacieros y políticos creen que estaría finalizando el llamado "veranito económico y sojero" que se gestó luego de que Sergio Massa llegara al ministerio de Economía a fines de julio pasado.
En este contexto, un indicador clave a monitorear es el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) realizado por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), el cual es un buen proxy de la intención de voto al oficialismo. El ICG apenas subió 0,5% mensual en marzo hasta 1,18.
El ICG viene de desplomarse 7,8% en febrero, por lo que este leve avance no compensa la caída y permanece lejos del nivel de enero (1,27). El índice continúa oscilando en mínimos de esta gestión que es el 1,12 marcado en julio 2022, y este coincide con los niveles más bajos observados desde el 2003.
La última encuesta fue realizada entre el 8 y 14 de marzo, por lo que no contiene el efecto de la fuerte aceleración de la inflación en febrero ni el anuncio del canje forzoso de bonos en dólares para el sector público. Por lo tanto, los números de abril podrían ser peores.