Clave para la economía: en qué se fueron los dólares del Banco Central este año
El monto es significante para la vapuleada economía argentina, necesitada de divisas para funcionar: desde que comenzó el año, el Banco Central perdió nada menos que u$s7.500 millones de sus reservas, lo cual deja a las denominadas "reservas netas" en un mínimo histórico, que algunas consultoras ya calculan por debajo de los u$s1.000 millones.
¿Para qué se utilizaron esos dólares? ¿Por qué se van y no se reponen?
La cuestión luce dramática, más aún cuando no se avizora un mecanismo que asegure que en las próximas semanas y meses vuelvan a ingresar dólares.
No hace falta enumerar las crisis agudas que atravesó la Argentina, a través de su historia más o menos reciente, por quedarse sin dólares en el Banco Central.
Los dólares que se fueron
Un reciente informe de la consultora Eco Go pone algo de claridad sobre esa dinámica tan peligrosa. En qué se fueron los dólares del BCRA a lo largo de estos últimos 90 días.
Para dejarlo en claro: desde el inicio de 2023 se fueron unos u$s7.545 millones, aunque aún restan contabilizar las últimas jornadas.
Cuando arrancó el año, el Banco Central contaba con reservas netas por u$s8.752 millones, recién alimentadas por el programa "dólar soja 2", que había estimulado a las cerealeras exportadoras y a los productores a liquidar parte de la producción que acumulaban en los silos.
El reporte de Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, echa luz sobre la cuestión:
- El mayor "escape" fue por los pagos de los vencimientos al FMI, por un total de u$s3.343 millones. Esta cuestión formará parte del reclamo que en las próximas horas encabezará Sergio Massa cuando se junte con las máximas autoridades del organismo en Washington.
- Las ventas en el MULC, por u$s1.743 millones (al 16 de marzo), pero que seguramente se extendieron hasta el día de ayer.
- Los pagos a los bonistas por u$s1.021 millones.
- Programa de recompra de bonos: u$s525 millones (un plan que ya se desactivó, por pedido del FMI).
- Resto: -912 millones.
El balance indica que las reservas netas, al día 16, ascendían a u$s1.200 millones. Sin embargo, Menescaldi estima que esas reservas ya cayeron a u$s800 millones ya que en las últimas dos semanas, el BCRA siguió vendiendo divisas en el mercado para atender la demanda de divisas y evitar un salto cambiario abrupto.
Fernández y Massa saben que se estarán jugando acaso las últimas cartas para evitar una profundización de la crisis, impactada por la escasez de dólares. De acuerdo a las últimas estimaciones, a la economía argentina le faltarán nada menos que u$s20.000 millones este año por culpa de la sequía histórica.
Un verdadero shock climático, que es imposible de compensar para un país que no tiene acceso a los mercados voluntarios de crédito ni puede apelar a una devaluación controlada.
Sin reservas en el Banco Central y con una inflación que ya supera el 100% interanual, el impacto de la sequía luce desestabilizador. Este será el planteo central de Fernández y de Massa en Washington. Básicamente, que este golpe climático no es responsabilidad de la Argentina, que está intentando cumplir con el acuerdo firmado el año pasado.