Crisis del dólar: un preocupante intento de pesificación de los fondos de los jubilados para evitar una devaluación
En el primer día de operaciones las medidas anunciadas por el ministro de Economía, Sergio Massa, dejaron como saldo positivo una caída del dólar blue que cerró a $391 y una baja de las cotizaciones financieras alternativas, donde el contado con liquidación (CCL) finalizó en $398. En tanto que el tipo de cambio oficial finalizó a $212.
Lo cierto es que hasta el lunes el dólar CCL había superado los 400 pesos y arrastró al resto de las cotizaciones como por ejemplo al dólar libre que llegó a 394 pesos y al dólar turista que tocó un récord de 425 pesos ese día.
Lo que no queda por ahora en evidencia es si estas medidas lograrán el objetivo buscado por el equipo económico hasta las PASO del próximo 13 de agosto que es aumentar la oferta de dólares y evitar una espiralización de la tasa de inflación.
En un escenario internacional adverso, donde la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos subió la tasa de interés de corto plazo en 25 puntos básicos, donde las consecuencias venideras de la sequía serán menores exportaciones del sector agro exportador y una reducción de la recaudación de retenciones de la AFIP el contexto se presenta muy complicado.
Un panorama complicado a futuro
La reducida oferta de dólares del sector agro exportador, la abusiva demanda de dólares del sector importador, el aumento de la brecha cambiaria, los malos números fiscales del primer bimestre y el exceso de pesos presionarán también en el futuro.
Pero como el gran problema de la economía argentina, además de la inflación, es la escasa oferta de dólares, el ministro Sergio Massa lanzó una serie de medidas financieras relacionadas con el mercado de bonos. En el fondo el objetivo es siempre el mismo: aumentar la oferta de dólares o de otros activos dolarizados como los bonos en dólares emitidos por el estado y a la vez aumentar el financiamiento en pesos al Tesoro.
Por ese motivo, las entidades que conforman el sector público nacional a través de un canje forzoso deberán vender sus posiciones en bonos soberanos en dólares a cambio de bonos del Tesoro en pesos por hasta un 70% del valor efectivo generado. Por otro lado, también se obligará a los organismos del estado a canjear la tenencia de Bonos Globales con legislación extranjera por títulos en pesos que entregará el Tesoro a esos organismos.
En resumen lo que se busca es:
- Que el Tesoro obligue a la ANSES a que le vendan sus bonos en dólares que forman parte del Fondo de Garantía y Sustentabilidad (FGS) y a cambio le dará títulos en pesos.
- En caso de efectivizarse ese canje forzoso es posible que se genere una pesificación de los títulos en dólares que forman parte del FGS y que significan una garantía para el futuro de los jubilados argentinos.
- Como el Estado (Tesoro) no tiene dólares les sacará esos activos dolarizados la ANSES y luego se los venderá a los bancos que los comprarán más baratos y le darán los pesos al Tesoro para seguir financiando su déficit fiscal.
¿Fin de la emisión para financiar al Tesoro?
En resumen lo que buscaría el gobierno es que el BCRA deje de emitir pesos para financiar al Tesoro. Esos pesos se los darán los bancos cuando compren los bonos en dólares y por lo tanto habrá menos crédito para el sector privado. Al respecto es importante destacar un hilo que publicó en su cuenta de twitter el ex Director Ejecutivo de la ANSES Diego Bossio quien escribió que "entre gallos y medianoche, literalmente, nos enteramos que el gobierno pesificará los bonos en dólares del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES y dicen que es para estabilizar la economía, pero están jugando a la ruleta con los ahorros de los trabajadores y futuros jubilados argentinos".
Bossio destacó además que el deber de la ANSES es defender los activos que los laburantes aportan mes a mes, para que en el futuro nuestros jubilados tengan un haber digno. También explica que la acumulación de deuda pública en dólares fue clave para que el FGS atravesará las recurrentes devaluaciones sin dañar su patrimonio.
Hay que mencionar que entre 2009 y 2015 los bonos en dólares pasaron de representar el 10,3% a casi el 45% de la cartera del FGS. Con esta decisión, en cambio se obliga a pesificar el patrimonio de los futuros jubilados en el contexto de pérdida de valor de la moneda local frente al dólar.
Bossio además explica que: "al vender esos títulos en dólares en definitiva, lo que está haciendo el gobierno es endeudarse a una tasa superior al 25% en dólares". Este sería el caso al vender un bono AL30 en dólares que el gobierno compra hoy unos 25 dólares la lámina de 100 , pero a costa de tener que pagar un total de 104 dólares más de acá a su vencimiento en 7 años.
¿Sirve la compra de bonos para frenar la cotización del dólar?
Por su parte el ex secretario de Finanzas Miguel Kiguel manifestó a iPprofesional que "hace un poco más de un mes el gobierno recompró bonos a un precio mucho más alto que el de hoy para frenar la suba del dólar CCL y ahora anuncia todo lo contrario o sea la compra de esos bonos para controlar la cotización del dólar CCL el contado con liqui y alguien debería explicarlo".
Kiguel agrega que: "lo cierto es que ni la venta ni la compra de bonos sirven para controlar la cotización del dólar CCL ya que el bono es simplemente un instrumento para comprar dólares y lo que importa es el precio del dólar, no el de los bonos".
Los números de la consultora Portfolio Personal Investment muestran que entre FGS de la ANSES, BCRA y Tesoro poseen alrededor de unos 26.500 millones de dólares nominales de Bonos Bonar y 2.826 millones de dólares de nominales de Bonos Globales.
Además, el resto de las entidades públicas poseerían cerca de unos 3.750 millones de dólares adicionales (casi todo Bonares). Por ahora no queda claro si el BCRA está alcanzado por la medida porque ese dato es muy importante. En ese aspecto hay que destacar que el 50,2% del stock de Bonares está en manos del Banco Central, por lo cual, el efecto de los Bonares será bastante menor si sólo están obligados el resto de los organismos públicos (incluido el FGS).
¿De cuánto sería la operación?
En el caso que finalmente el BCRA no participe y sí lo hacen el resto de los organismos públicos, la operación sería por alrededor de unos 3.600 millones de dólares a valor mercado. Esto se traduce en un financiamiento neto en pesos de unos 760.000 millones, o un 0,4 % del PBI.
De acuerdo a la opinión de los analistas de Portfolio Personal Invesment el efecto sobre los dólares financieros puede ser bastante acotado y transitorio, a costo de una baja considerable en el precio de los bonos soberanos.