Expectativa por el dólar: ¿las nuevas medidas de Sergio Massa le pondrán freno a la cotización?
El dólar blue bajó este miércoles $3 y cerró en $391, en tanto que los dólares financieros que se negocian en el ámbito bursátil -contado con liquidación y MEP- operaron con gran volatilidad y finalizaron con leve baja en lo que fue la primera reacción a las medidas del ministerio de Economía en busca de mantener controladas las cotizaciones de esas divisas.
El Gobierno anunció que dispondrá vía DNU que todos los entes públicos nacionales entreguen en canje sus tenencias de bonos en dólares bajo ley extranjera (Globales) por títulos en pesos, calculando que el monto total de la operación será de u$s4.000 millones. En simultáneo, los organismos públicos debeerán vender los bonos en dólares bajo legislación local (Bonares) vía licitaciones. En conjunto, esos bonos suman unos u$s35.000 millones.
Las medidas se adoptan tras la reciente escalada de los dólares financieros, en especial el CCL, que la semana pasada cruzó la barrera de los $400, en un escenario de escasez de dólares por impacto de la sequía y la sangría de divisas del BCRA por las ventas diarias en el mercado cambiario oficial. A ese marco se suma el hecho que el FMI prohibió que se utilicen las reservas para intervenir en la cotización del CCL y MEP en la última revisión del acuerdo.
Para los analistas, el objetivo de las medidas es conseguir financiamiento para el Tesoro, aunque dudan del impacto que pueda tener sobre los dólares financieros y estiman que podría frenar la presión sobre el CCL y MEP solo en forma transitoria, ya que no se solucionan los problemas de fondo.
Canje de bonos: ¿cuál es el objetivo de la medida?
Un informe de la consultora 1816 planteó que "el principal objetivo de las medidas es conseguir financiamiento para el Tesoro", dado que "los inversores locales vienen rechazando títulos en pesos con vencimiento en el próximo mandato presidencial, mientras los inversores del exterior rechazan los títulos en dólares".
"Con límites que imponen la carta orgánica del BCRA y el FMI para que el BCRA financie al Tesoro y con una sequía que reducirá la recaudación del Estado, lo que intentará ahora el Gobierno es tentar a privados locales a que compren bonares en dólares, suponemos que sacando restricciones hasta aquí vigentes". Y aseveró que "el Gobierno está buscando maneras alternativas de financiarse para evitar monetizar todo el déficit y espiralizar la inflación".
De igual mirada, Nery Persichini, estratega de GMA Capital, señaló que "la medida parece apuntar a cubrir múltiples objetivos. El primero y fundamental es asegurar el financiamiento en pesos del Tesoro para el resto del año".
"Estimamos que la operación de Bonares, excluyendo la tenencia del BCRA, tendría un valor de mercado de $1,5 billones, casi un punto del PIB nominal proyectado para 2023. Es un valor importante a la luz de las dificultades que tiene el Gobierno para obtener fondeo genuino del mercado de pesos. La adhesión más baja de lo esperado en el último canje fue una muestra", comentó.
Persichini sostuvo que "el otro objetivo implícito es intentar mitigar los movimientos de los dólares financieros".
En sintonía, los analistas de Facimex Valores consideraron que "la medida parece perseguir un doble objetivo; por un lado, busca nuevos mecanismos de financiamiento para ir cerrando el programa financiero de este año sin incumplir la meta monetaria del FMI, en un contexto en el que los inversores siguen reacios a financiar la transición presidencial"; por otro, "apunta a contener la brecha cambiaria aumentando la oferta de instrumentos que permitan canalizar la dolarización de carteras, incluso cuando sean sustitutos imperfectos de la dolarización pura".
A su vez, Juan Pablo Albornoz, economista de Invecq, en base a lo que trascendió de las medidas y a la espera de conocer la letra chica, también cree que "el trasfondo de la medida es traerle aire al programa financiero: si te obligo a que liquides posición en bonares y que después con esos pesos vengas a las licitaciones y te lleves deuda en pesos consigo financiamiento; al mismo tiempo, tengo bonos en cartera para salir a vender al mercado y calmar la brecha".
Dólares financieros: ¿las medidas lograrán mantenerlos contenidos?
El CCL operó el miércoles con gran disparidad. Al inicio de la rueda llegó a bajar $6, pero luego recortó y, finalmente, cerró a $398,82, una leve caída de 0,6%. En tanto, el MEP avanzó 0,3% y finalizó en $382,64.
Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieros, juzgó que esta medida "como mucho, solo podrá frenar la presión sobre dólares financieros por un corto período de tiempo".
Y fundamentó: "No sirve para solucionar la escasez de dólares, eso solo se soluciona con dólares. Es una medida que, en el fondo, coloca deuda en pesos forzosamente a entes públicos porque el mercado le cortó el crédito al Tesoro".
Con la misma lectura, Fernando Baer, economista jefe de Quantum Finanzas, afirmó: "No creo que puedan contenerlos, más allá de situaciones puntuales que lo hagan bajar transitoriamente para después volver a los niveles previos".
"La situación financiera y cambiaria no se altera con esto. Seguís sin tener dólares y con exceso de pesos, en contexto de menor demanda de deuda del Tesoro", alegó.
Asimismo, Persichini explicó que "la venta de bonos en dólares tiene un componente de tipo de cambio y otro de paridad. La única manera de que el dólar baje es que ante un aumento en la oferta de títulos la paridad no baje (o el riesgo país no suba), y eso en esta jornada no ocurrió, con los precios de los títulos que se hundieron 5%, mientras que los tipos de cambio de mercado recortaron levemente".
Para los analistas de PPI, "el efecto sobre los dólares financieros puede ser bastante acotado y transitorio, a costo de una baja considerable en el precio de los bonos soberanos". Además, evaluaron que "es una medida bastante polémica porque demuestra que el Gobierno está dispuesto a ‘malvender’ los bonos a bajos precios a cambio de una pausa en la presión de los títulos".
En contraposición a las declaraciones del viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, el analista financiero Franco Tealdi dijo: "No creo que estas medidas vayan a estabilizar la situación financiera, el problema hoy es la economía real, la sequía y la recesión".
A su criterio, estas medidas son "un desesperado intento de evitar temporalmente un salto del tipo de cambio, a costa de un mayor debilitamiento del patrimonio público, ya que aumentás la deuda pública en dólares en manos de un sector privado".
Dólares financieros: ¿cómo seguirán?
Por su parte, la economista Natalia Motyl aseguró que las medidas "servirán para intervenir los mercados financieros pero no para revertir la tendencia alcista (de los dólares financieros)" y enfatizó que "lo que están haciendo es comprar algo de tiempo".
"Puede ser que veamos una corrección a la baja en los próximos días, pero es muy probable que vuelvan a presionar al alza en una semana. No pasa solamente por factores locales sino también internacionales. Estamos en un contexto donde el valor de los activos de mercados emergentes pierde contra activos más seguros. Hay una salida de capitales pujante que amenaza con extenderse. Y en ese contexto, el Gobierno no hace más que aplicar parches desesperantes. El mercado ya descuenta que los instrumentos se le están acabando", recalcó.
A su vez, la consultora 1816 evaluó que "es poco claro que la medida vaya a tener impacto en los dólares financieros, básicamente porque el Gobierno con está operación no está vendiendo dólares (como sí lo hace cuando compra bonos con divisas y luego vende esos bonos contra pesos), sino que está vendiendo Bonares en dólares de forma neta".
"El impacto más claro es en paridades de los bonos en dólares. Dado que los bonos en dólares son un sustituto muy imperfecto -pero un sustituto al fin- de los dólares, podría suponerse que algún impacto en el CCL podría haber, pero no somos muy optimistas al respecto".
El analista Christian Buteler opinó que "una fuerte oferta de bonos en dólares para venderse en pesos en principio te va a mantener durante un tiempo un poco más controlado los tipos de cambio financieros, sobre todo el MEP".
"Es una operación que tiene muchas aristas porque por otro lado baja la calidad de los activos que va a tener la ANSES. No es lo mismo tener un bono que paga dólar billete que tener un bono que paga en pesos a valor dólar oficial", agregó.
El analista Gustavo Ber prevé que "en un escenario de escasez de reservas, acentuado claramente por la severa sequía, las autoridades podrían encontrarse que estas nuevas iniciativas otorguen sólo un alivio momentáneo, al no atacar los serios desequilibrios económicos a administrar en esta etapa de transición, aunque a costa de extender las intervenciones en el mercado, las cuales generan distorsiones en valuaciones y un deterioro en la confianza".
Para el economista Federico Glustein, "la liquidación por parte del Gobierno de los bonos en dólares en manos de organismos del Estado va a tender inicialmente hacia una baja de los financieros con posterior estabilización; es decir, que el CCL va quedar algo debajo de los $400, pero cuando en breve, se requieran dólares para pagar las importaciones, subirán por un incremento en la demanda de divisas".
Medida costosa
Persichini aseguró que "el costo de esta estrategia financiera es altísimo, implica que el sector privado financiará indirectamente al Tesoro con bonos que rinden 50% en dólares mediante una privatización de deuda pública". Y sostuvo que "simultáneamente, la calidad patrimonial de las entidades públicas, incluyendo el FGS y el sistema jubilatorio, se va a deteriorar notoriamente".
A su vez, Albornoz recalcó que "todo esto es a costa de una locura a nivel macro: pasamos de recomprar deuda en dólares (globales) para tratar de conseguir un REPO pagando más de 35 centavos por lámina a que ahora están dispuestos a revender esa deuda soberana (Bonares) a casi 10 centavos menos por lámina".
Por su parte, Federico Moll, analista de Ecolatina, aseguró que "el Gobierno, al obligar a los organismos públicos a vender los bonos que tiene, está haciendo nada muy indistinto a endeudarse a una tasa ridículamente alta. Obliga a desprenderse de bonos a un precio de mercado que es muy barato y uno puede hipotetizar que estamos hablando del endeudamiento más caro de la historia Argentina, descapitalizando además al sistema previsional en el proceso. Y, todo eso, para sostener por algo de tiempo más las cotizaciones paralelas; o sea, para ganar tiempo". Y sentenció: "En el costo-beneficio, no cierra demasiado".