La suba de tasas, combustible para el dólar: a qué precio puede llegar en los próximos meses
El Banco Central subió la tasa de política monetaria al 78% anual, lo que da una tasa efectiva del 113,2% anual. Esto implica que subió 3% la tasa nominal anual, lo que genera una suba del 6,2% en la tasa efectiva anual.
En este contexto, se pueden realizar consideraciones sobre si la medida es acertada, qué pasará con el precio del dólar y cuáles son las mejores inversiones en el nuevo escenario.
Dólar: cuánto puede subir en un año
Los pasivos monetarios del Banco Central suman $16,6 billones, de los cuales 5,3 billones son no remunerados, ya que es la base monetaria. Unos $11,3 billones son remunerados , compuestos mayoritariamente por letras denominadas Leliq.
Las reservas al día de hoy se ubican en u$s37.718 millones, el nivel más bajo del año 2023, similar al alcanzado en noviembre del año 2022.
El stock de pasivos monetarios remunerados, que son $11,3 billones, como el Banco Central no paga intereses y se los capitaliza, esta deuda a un año está llamada a incrementarse el 113,2%, sin contar lo que podría emitir el Gobierno durante ese período de tiempo y rescatar vía Leliq.
Nuestra hipótesis es que en un año el Gobierno incremente la base monetaria no menos $3,5 billones, los intereses de los pasivos monetarios $12,8 billones y se emitan cerca de $2,1 billones para compra de bonos en pesos en el mercado. Esto nos daría, a un año vista, pasivos monetarios por $36 billones.
Para que el dólar se mantenga en los niveles actuales a un año, las reservas deberían ubicarse en u$s90.000 millones, algo que es muy difícil que ocurra. Si las reservas se mantuvieran en un nivel de u$s40.000 millones, el dólar de equilibrio a un año se ubicaría en torno de los $900.
Suba de la tasa, nuevo impulso para el dólar
El aumento de la tasa de interés pretende enfriar la economía, sin embargo, no se tiene en cuenta que impulsa a la suba los pasivos del Banco Central, generando una presión alcista sobre los dólares alternativos.
La brecha hoy se ubica en torno el 90%, y no deberíamos descartar un aumento de la brecha a niveles del 120%, teniendo en cuenta que a futuro las reservas no van a reaccionar a la suba ante la caída den la cosecha de este año. Por esto, un precio objetivo de los dólares alternativos estaría en torno a $440.
Se estima una cosecha de soja de 25 millones de toneladas y de maíz 36 millones de toneladas. En conjunto, el campo le quitaría a la economía cerca de u$s23.000 millones. Esto implicaría una baja de exportaciones cercanas al 26% y una caída del PBI en torno del 4%, o algo más.
En qué conviene invertir
Las tasas de las letras con descuento de tesorería se ubican por encima de la tasa que fijó el Banco Central. Por ejemplo, una letra a 39 días rinde el 85,3% anual. Así, rinde 7,3% más que la tasa de política monetaria, que es al mismo tiempo la tasa de plazo fijo.
Un plazo fijo a un mes rinde el 6,5% mensual, mientras que una letra a un mes de plazo da 7,1%. De esta forma, el Gobierno busca que los inversores prefieran financiar al Estado ofreciendo más tasa que el plazo fijo tradicional.
Una letra del Estado con descuento que ajusta por inflación a 32 días de plazo rinde el 7,4% anual, lo que sería el 0,62% mensual. Esto implica que para que una letra ajustada por inflación iguale el rendimiento de una letra de descuento, la inflación debería ubicarse en el 6,5% mensual.
El bono TV23 es un bono en pesos vinculado a la evolución del dólar mayorista (dólar linked). Este bono vence el 28 de abril y rinde el 10,3% anual, que sería el 0,86% mensual. Para que este bono le gane a la letra de descuento, deberíamos ver una devaluación del peso del 6,3% mensual.
De acuerdo a como viene la inflación de marzo y la tasa de devaluación del mismo mes, todo hace suponer que hoy las letras que ajustan por inflación y el bono que ajusta por el dólar mayorista a estos niveles de precio son más atractivos que las letras con descuento. Desde ya, el plazo fijo con un rendimiento del 6,5% mensual es la opción más perdedora.
Conclusión: la suba de tasas ayuda a la economía
No parece una buena idea la suba de tasas, ya que no está acompañada por medidas fiscales y monetarias que empujen a una reducción de la inflación. El alza de tipos de interés en este contexto de falta de políticas que acompañen esta decisión nos llevan a pensar que la suba va a retroalimentar a la inflación y recesión, con el agregado de esperar un aumento en la brecha cambiaria.
En conclusión, el aumento de tasas sin medidas complementarias, como una reducción del déficit fiscal o suba de encajes, no darán resultados en la lucha contra la inflación. Ingresamos en un escenario de recesión con inflación y un aumento de la brecha cambiaria con objetivo en ubicarse por encima del 100%. Esto implica un dólar holgado arriba de $400 en los próximos meses y de $900 a un año vista. ¿La inflación? Arriba del 100% anual por mucho tiempo.