El Gobierno no tiene forma de disimular la falta de dólares: la advertencia de una consultora
La escasez de dólares en las arcas del Banco Central son evidentes, por lo que el feroz cepo cambiario y los acuerdos con organismos internacionales para captar divisas empiezan a tener "gusto a poco" para las necesidades financieras del Gobierno.
En este escenario, un reciente informe de la consultora LCG, fundada por Martín Lousteau, encendió todas las alarmas, debido a que indicó que el tema de las reservas internacionales es el "principal desafío" que tiene la gestión presidencia del Frente de Todos.
"No hay forma de disimular la falta de dólares. Sin la posibilidad de acomodar el tipo de cambio oficial por razones políticas, no se puede esperar un superávit comercial fuerte", detallan los economistas de esta firma.
A esto se le suma la alta brecha cambiaria, cercana al 100%, debido a que los expertos sostienen que lo único que genera es "una demanda infinita de importaciones, pues quien puede importar a dólar oficial hace plata fácil".
Es que se paga un tipo de cambio cercano a los $200, mientras que en el mercado libre el valor de la divisa estadounidense supera los $360.
Dólar como tema central
En conclusión, desde LCG sostiene que la meta de reservas internacionales del FMI es "clave" para que el país pueda demostrar una señal de solvencia. En esto repercute que el balance del Banco Central se encuentra "tan deteriorado", porque hay muchos pasivos en pesos y muy pocos activos en moneda extranjera, que nos ubica como un país de "dudosa" capacidad de pago.
"Esto se traduce en un acceso nulo al crédito que se ve agravado por las perspectivas fiscales que aún no son creíbles", sentencian desde LCG.
Por lo tanto, los economistas consideran que la acumulación de reservas debe realizarse en los próximos años, para poder encontrar la forma de refinanciar los vencimientos de deuda reestructurada en 2020.
"Al mismo tiempo, lograr un mercado de cambios con menos trabas que el actual implica que el BCRA tenga la capacidad de intervenir, al menos mínimamente, para evitar sobre reacciones del tipo de cambio. Es por esto que esta meta de reservas incluida en el programa con el FMI es fundamental para que la economía en su conjunto tenga un mejor pasar", concluyen desde LCG.
Inflación y otros desafíos a tener en cuenta
La incertidumbre para lo que viene además está marcada por la aceleración inflacionaria, los datos desalentadores en materia de actividad y del frente fiscal. A ello se le suma las dificultades en materia energética, que impulsaron el déficit comercial del primer mes del año.
"En lo que respecta a la meta de financiamiento monetario del déficit también hay problemas. El mercado de deuda en pesos está cada vez más estresado, y si bien la solución parece relativamente sencilla, aún no se ha puesto en marcha ninguna licitación exitosa que permita despejar ese problema", advierten desde LCG.
Y completan: "En los dos grandes desastres macroeconómicos, crisis de inflación y de deflación, las primeras surgen de la imposibilidad del sector público de quedarse ilíquido, que lleva a una emisión sin respaldo en valor económico. Ese escenario podría llevar a la economía a una situación de aún más alta nominalidad. Al mismo tiempo, el mercado de deuda en pesos puede mostrar rasgos de una crisis de deflación de precios de activos, algo que sería el fin del programa actual".
En resumidas cuentas, para estos expertos el mejor escenario parece ser que todo se mantenga en un status quo como el actual, hasta que el cambio de gestión brinde el "margen político" de acción necesario.-