¿Profecía que se autocumple?: qué impacto real puede tener el alerta de JxC sobre la "bomba" de la deuda en pesos
La advertencia de Juntos por el Cambio (JxC) sobre "la bomba de la deuda en pesos" que dejaría el actual gobierno puede agregar mayor presión a la renovación (roll over) de los vencimientos de este año en un escenario en el que a Economía le cuesta estirar los plazos de colocación más allá de las elecciones de octubre de 2023.
La disputa entre el Gobierno y la oposición en torno a la deuda surgió a partir de dos comunicados que emitió en las dos últimas semanas JxC, en los cuales advierte que, al final del mandato de Alberto Fernández, "la situación será mucho peor de la recibida en 2015".
La conducción nacional de JxC se expresó "en contra de la utilización de instrumentos financieros en pesos ajustados en dólares con tasas de interés imposibles de pagar, o en dólares a tasas usurarias", y asegura que "con esto, el Gobierno Nacional no hace más especular con dejar una bomba de tiempo al próximo gobierno".
El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, retrucó las críticas sobre la deuda en pesos. El funcionario alegó que "a diferencia del período 2016/2019, en que se emitía mayoritariamente deuda en dólares, hoy el mercado de deuda en pesos constituye la principal fuente de financiamiento del Tesoro". Además, sostuvo que "la deuda en pesos es manejable y sustentable".
Los economistas coinciden que, por ahora, no se evidenció mayor tensión sobre el mercado de la deuda en pesos, pero avizoran que a partir del segundo trimestre, cuando se concentran gran cantidad de vencimientos, habrá más riesgos de que se complique el roll over si la oposición continúa con declaraciones fuertes que generen temor sobre un eventual reperfilamiento, como ocurrió en septiembre de 2019.
Deuda en pesos: se viene el primer examen del mes
En medio de los cortocircuitos, el ministerio de Economía deberá enfrentar el próximo miércoles 15 de febrero la primera licitación de deuda del Tesoro de febrero, con la que buscará cubrir vencimientos por $305.000 millones, que tras el canje de deuda de enero, están casi en su totalidad en manos privadas.
Economía, seguramente, dará a conocer el menú de la licitación entre lunes y martes próximo, aunque los economistas no prevén mayores dificultades en esta operación.
Al respecto, Pedro Siaba Serrate, estratega de PPI, planteó que "resulta lógica la estrategia politica de JxC, pero por el momento no tuvo consecuencias en el mercado de pesos y dudamos que tenga un gran efecto en el roll over de la próxima licitación".
"Como venimos diciendo, hay una mayor participación pública en estas operaciones (también reflejado en la elección de instrumentos a tasa fija, que saltó significativamente como el tipo de ajuste más colocado en los últimos 4 meses)".
El analista opinó "el problema recién lo vamos a empezar a ver cuando desaparezca esa mínima posibilidad de refinanciar con instrumentos de corto plazo, lo cual podría ocurrir en algún momento del segundo o principios del tercer trimestre". Y es que entre el segundo y tercer trimestre del año, el promedio mensual de vencimientos se ubica en torno a $2 billones.
A su vez, Tobías Pejkovich afirmó que "por el momento, los dos comunicados no generaron mayores presiones sobre la deuda en pesos y, consecuentemente, no está siendo un factor de presión adicional sobre el tipo de cambio implícito, pero habrá que estar atentos a si en algún momento la oposición endurece su postura".
De igual visión, la economista Natalia Motyl dijo que "hasta marzo no creo que haya muchas dificultades en renovar porque no hay una señal clara de que va a haber saltos imprevisibles en el mercado cambiario", pero prevé que "por una combinación de inestabilidad local y externa, el problema comenzará en marzo". Y vislumbra que "a medida que nos acercamos a las elecciones, con un tipo de cambio atrasado, las expectativas de una devaluación se hacen inevitables por lo que el roll over se vuelve más difícil, esto más allá del cepo que ayuda bastante a retener a los inversores".
Por su parte, Nery Persichini de GMA Capital sostuvo que "si hubiera tensiones en el mundo pesos, debería verse primero en los tenedores privados, con salidas desde FCI y subas en los rendimientos de los bonos. Y señaló que "esto complicaría parcialmente el roll over y demandaría mayor actividad del BCRA comprando deuda en el mercado secundario". Como la mitad de los compromisos de 2023 está en manos públicas (y esa participación podría aumentar), los datos finales de renovación pierden representatividad".
¿JxC puede generar una crisis de deuda?
La postura de JxC generó críticas de algunos analistas, que tildaron la actitud de "irresponsable" porque agrega más incertidumbre sobre la deuda en pesos, lo cual puede generar un nuevo episodio de estrés como ocurrió en junio de 2022
En ese marco, el economista Emmanuel Álvarez Agis afirmó que la deuda en pesos que posee el país "no representa ningún problema", y cuestionó la "gravedad e irresponsabilidad" del comunicado.
Un informe de la consultora PxQ que él dirige argumentó: "El 14% del total de la deuda del Tesoro BCRA no paga intereses, el 37% está emitida a tasa fija y el 49% a tasa variable. Asumiendo una inflación en el orden del 100%, la tasa real ponderada del Tesoro es de 0,67% anual, y la del conjunto Tesoro BCRA de -5,8%. No parecen tasas de interés imposibles de pagar".
Así, Álvarez Agis en declaraciones a radio Con Vos, alegó que "si la deuda no tiene ningún problema técnico y es absolutamente pagable, lo que uno puede deducir es que Cambiemos busca que el Gobierno tenga una crisis financiera donde la deuda se hace pomada".
Asimismo, el analista financiero Christian Buteler expresó que "dentro de un programa que busca el equilibrio fiscal, la renovación de la deuda en pesos no debería ser problema, más en un contexto de cepo que mantiene atrapado los pesos en el sistema". Y enfatizó que "solamente la inestabilidad política puede poner en crisis la deuda en moneda local, y eso no es conveniente ni para el gobierno actual ni para el que entre en diciembre".
"Si la idea es agitar la deuda con la intención de generar una crisis, sepan que es posible lograrlo y también sería factible que eso provoque una escalada de la inflación con la que comenzarían a gobernar", alertó.
Buteler lamentó que "la irresponsabilidad de amenazar con no pagar la deuda es total. Luego, cuando lleguen las consecuencias, seguro nadie se hará cargo y la población volverá a pagar los costos, como siempre".
Para Persichini, "la oposición busca visibilizar los desequilibrios que esta gestión está potenciando porque no quiere pagar todo el costo político de tomar decisiones difíciles desde el 10 de diciembre. Es una lección aprendida de 2015". Y remarcó que "la clave pasa por ver cuán dispuesto está el mercado a creer en esta visión más dura que antes no se veía".
El rol clave de la oposición y la expectativa del mercado
Un análisis de Facimex Valores aseveró que uno de los dos principales riesgos de 2023 es la renovación de la deuda. En este sentido, consideró que el comunicado de JxC en el que se criticó la recompra de deuda "son declaraciones fuertes que pueden complicar todavía más el roll over, con tasas forward entre 2023 y 2024 que nunca se normalizaron". En ese marco, la ALyC graficó: "La capacidad de la oposición de influir sobre el roll over de la deuda en pesos es una Espada de Damocles".
De igual lectura, la consultora Ecolatina destacó que "los plazos de colocación de deuda aún resultan muy acotados, dado que los temores sobre el futuro incierto de la deuda en pesos no le permiten al Tesoro colocar deuda más allá del periodo electoral". Y esgrimió que "el roll over no dependerá únicamente de lo que diga o haga el Gobierno, sino que también serán claves las señales que de la oposición en cuanto al tratamiento de la deuda soberana ante un eventual cambio de gestión".
Para Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum Valores, "el riesgo de roll over está permanentemente presente desde que el BCRA tiene que estar comprando deuda en pesos, que los vencimientos de abril son muy elevados y que los meses siguientes apuntan a ser igual de complicados".
"Además, las tasas y los plazos generan una situación apremiante. Para moderar el stress se requerirían acciones de cooperación política, algo que las discusiones por redes no contribuyen a promover", reflexionó.
A su vez, el economista Gabriel Caamaño razonó en su cuenta de Twitter: "La realidad, dada la montaña de vencimientos que acumularon en los últimos meses antes de las PASO, es que es el propio Gobierno el que requiere, para sostener el roll over, un clima de coordinación y cooperación política cuyo principal enemigo es el propio Gobierno".
Deuda en pesos: ¿es más manejable y sostenible?
Siaba Serrate explicó que "la noción de que la deuda en pesos es más manejable es por el hecho de ser ‘licuable’ y, hoy en día, el 84% del total esta indexada por dólar oficial o inflación".
"Licuar la deuda en pesos no es una política gratuita para el país. Gran parte de esa deuda está en manos del sector privado resguardando capital de trabajo, fondos para proyectos de inversión, mientras que lo que es sector público son jubilaciones (ANSES) o patrimonio del BCRA. La licuación de la deuda es también un golpe en términos de credibilidad, algo que el país sufre más adelante o pagando más tasa o con la ausencia de acceso al crédito", planteó.
Persichini juzgó que "hablar de sostenibilidad de la deuda con un riesgo país de casi 2.000 puntos es una discusión bizantina" y recalcó que "la deuda, sea en dólares con el mercado internacional o en pesos con el mercado local, siempre tiene la misma génesis: el déficit fiscal crónico derivado de un gasto público cada vez más difícil de financiar".
Por su parte, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, dijo que "no creemos que haya un problema con el nivel de deuda. Puede ser que el plazo sea demasiado corto, pero hoy por hoy no es insustentable. El tema no pasa por si se puede pagar o no la deuda, sino por si hay voluntad de pagarla, y eso va a depender de cómo va a ser la transición". Y acotó: "Lo que veo es un juego político y de buscar cada uno arrimar para su lado capital político".