La moneda común, en riesgo antes de nacer: Brasil le baja "el precio" a la idea que desvela al Gobierno
El largo camino que deberá recorrer la idea de una moneda común entre Argentina y Brasil quedó demostrado esta semana cuando habló un sector interno de la coalición que llevó a Luis Inácio Lula Da Silva al poder.
"No se discute en este primer momento una moneda común de Brasil con América Latina o Argentina", lanzó desde Lisboa la ministra de Planificación y Presupuesto de Brasil, Simone Tebet. Las palabras opacaron el entusiasmo que dejó en Buenos Aires la visita de Lula hace 20 días.
Tebet es una voz gravitante en el nuevo gobierno brasileño y refleja una realidad que barajan en el Palacio San Martín para interpretar el mensaje que la ministra lanzó desde un encuentro lusobrasileño en Portugal.
Se trata de la excandidata presidencial que obtuvo el tercer lugar en la primera vuelta de las elecciones del año pasado. Fue senadora del MDB-MS, uno de los socios de la coalición que fue determinante para que Lula, como lider del Partido de los Trabajadores, le ganara al expresidente y líder de ultraderecha Jair Bolsonaro.
Tebet, como representante de la "tercera vía" cosechó el 4,19% de los votos. Quedó lejos de los dos primeros, pero traccionó votos a favor de Lula y se transformó en un número puesto del gabinete.
Ahora está al frente de la cartera de Planificación y Presupuesto, pero no tiene nada que ver con el Ministerio de Economía, que conduce Fernando Haddad, un cuadro político del PT, el socio mayoritario de la amplia coalición que reune a socios de centro derecha, como Tebet y a otros más poderosos, como el vicepresidente Geraldo Alckmin, líder del Partido de la Socialdemocracia Brasileña.
La moneda común, en riesgo: ¿Brasil le bajó el pulgar a la idea?
Es Haddad el ejecutor, por parte de Lula, de la idea de la moneda común de intercambio comercial entre ambos países. El encargado por Fernández de seguir el tema es el ministro de Economía, Sergio Massa. Por cautela y respeto en el Palacio de Hacienda, no se meterán en la interna del gobierno brasileño, pero la conexión es entre ambas carteras de Hacienda y en fase exploratoria.
Ante las consultar de iProfesional, en el Gobierno hicieron una evaluación de la crítica de Tebet. "Se estan mezclando los tantos. Hay un camino para recorrer y la primera cuestión es que no se trata de una moneda única como el euro, sino, una moneda para realizar el intercambio comercial, las importaciones y las exportaciones entre Brasil y Argentina", atajó la fuente.
Llegar a ese punto, insisten en la Cancillería, implica "recorrer un largo camino que sea beneficioso para las dos partes, teniendo en cuenta que Brasil es nuestro principal socio comercial. No es algo que se va a lograr de la noche a la mañana".
Otros funcionarios advierten que la voz de Tebet no es la voz de Lula, pero que es la primera foto política de la realidad brasileña actual con una coalición de gobierno que va mucho más allá del PT. Esta vez fue una señal directa a la relación bilateral y la demostración de que no hay una posición común sobre el vínculo con Argentina. "La ministra mostró su parecer dentro de un gobierno que es una coalición y como tal pueden tener diferentes miradas", reconoció la fuente.
La ministra dijo en Lisboa que "hubo mucho ruido" por la idea de la moneda, pero aún así, le bajó el precio en caso de que prospere: "No es nada más ni nada menos que lo que Brasil ya venía haciendo desde siempre en las transacciones comerciales y financieras". También sostuvo que "Brasil no puede estar solo" después de cuatro años de "retroceso" en los que Bolsonaro "ignoró" a los socios comerciales.
"Estoy hablando especialmente no sólo de Mercosur, sino también de la relación de Mercosur con la Unión Europea. Ordenar la casa desde el punto de vista fiscal, con emergencia, para hacer lo social", detalló.
¿Funcionará la idea de una moneda "común"?
En una entrevista Massa con el Financial Times dijo que "habrá una decisión de comenzar a estudiar los parámetros necesarios para una moneda común, que incluye todo, desde cuestiones fiscales hasta el tamaño de la economía y el papel de los bancos centrales". Detalló que "sería un estudio de mecanismos de integración comercial. No quiero crear falsas expectativas, es el primer paso de un largo camino que América Latina debe recorrer".
El tema trepó rápido porque se metió en el jet set financiero norteamericano. El magnate Elon Musk, dueño de Twitter, dijo que "probablemente sea una buena idea".
Una editorial de The Economist reflejó que al establishment financiero la idea le cayó pésimo. La consideró una "bizarra moneda común" en la que "Brasil ya se está echando atrás", porque "las autoridades han insistido en que la nueva moneda será un complemento de las dos nacionales, no una sustitución, y que se trata de un proyecto a largo plazo. Otros países no se apresuran a unirse. Lula y Fernández ofrecieron a los líderes sudamericanos la oportunidad de hacerlo en una rueda de prensa el 25 de enero: nadie la ha aceptado hasta ahora", sentenció el medio.