Los mercados, en alerta máxima tras advertencia por la deuda "impagable": ¿es el preanuncio de un plan de shock?
Las últimas 24 horas mostraron a los inversores alterados, y no precisamente por la ola de calor que vuelve a pegar fuerte en la Argentina. Todo comenzó tras el comunicado de la "Mesa Nacional de Juntos por el Cambio" advirtiendo que la deuda en pesos es "impagable" y que el gobierno de Alberto Fernández deja a la próxima administración "una bomba de tiempo" por la acumulación de pasivos.
La carta de los máximos exponentes de la oposición dice textualmente que está "en contra de la utilización de instrumentos financieros en pesos, ajustados en dólares con tasas de interés imposibles de pagar, o en dólares a tasas usurarias" porque "con esto, el gobierno nacional no hace más que especular con dejar una bomba de tiempo al próximo gobierno".
"Esto ha puesto al país en un delicado escenario de fragilidad que eleva el riesgo de una salida caótica. Una situación que, lejos de resolver los problemas, intenta irresponsablemente desplazar su impacto al día después de las elecciones".
Semejante advertencia provocó llamados de urgencia de inversores de Wall Street a sus contactos en Buenos Aires para interiorizarse en lo que estaba sucediendo a nivel político.
Ningún financista medianamente informado en las cuentas públicas desconoce la compleja realidad económica y financiera de la Argentina. Lo que sí provocó escozor es la manera y el timing de los referentes de JxC de salir a exponer la situación. Inmediatamente, comenzaron las especulaciones sobre lo que podría suceder a partir de ese comunicado y también sobre los posibles planes que tienen entre manos los líderes de la actual oposición en caso de acceder a la Casa Rosada, a partir de diciembre próximo.
De hecho, durante la tarde del martes hubo contactos entre funcionarios del gabinete económico con fondos de inversión locales y extranjeros, en un intento por llevar calma a los mercados financieros.
Inquietud por la deuda en pesos: qué contestó el Gobierno
La primera respuesta del Gobierno al veredicto de Juntos por el Cambio llegó por parte del flamante asesor presidencial Antonio Aracre.
El ex CEO de Syngenta tuiteó: "¿Bomba de tiempo? ¿Tasas usurarias imposibles de pagar? De verdad @juntoscambioar cree que la gente no tiene memoria para recordar cómo llegamos al FMI y al "reperfilamiento" (eufemismo de default) del ex ministro Lacunza?".
Desde un lado técnico, el cruce partió del economista Emmanuel Álvarez Agis, quien no reviste como funcionario pero sí adhiere al kirchnerismo. Bien temprano, el mismo martes, envió a sus clientes locales y de Wall Street un informe en la previa a la apertura de los mercados.
"Recordemos que el 14% del total de la deuda del Tesoro + BCRA no paga intereses, el 37% está emitida a tasa fija y el 49% a tasa variable. Asumiendo una inflación en el orden del 100%, la tasa real ponderada del Tesoro es de +0,67% anual, y la del conjunto Tesoro + el BCRA de -5,8%. No parecen tasas de interés "imposibles de pagar", planteó Álvarez Agis.
El economista se anima, incluso, a plantear una hipótesis política sobre el comunicado de JxC: "Tal vez, la hipótesis de JxC sea "mejor que le explote a Massa" ¿Que significaría exactamente esa explosión? Nuestra deducción es que implica descansar en que el ajuste lo haga el mercado, y no el Gobierno. Una crisis de la deuda en pesos implicaría una depreciación del tipo de cambio paralelo, una caída de reservas, un salto del tipo de cambio oficial y, con esto, una aceleración de la inflación".
Desde la Casa Rosada, un funcionario coincide con Aracre y también con Álvarez Agis. Asegura que el comunicado de la oposición le plantea a los votantes un escenario que sí o sí debería desembocar en un plan de shock a partir del primer instante del próximo gobierno de Juntos por el Cambio.
Los números, bajo la lupa
Más allá de los distintos posicionamientos políticos, hay algo cierto: el escenario económico y financiero luce muy complicado. Eso no es novedad. El camino se viene estrechando a medida que pasan las semanas.
De hecho, hay números que son contundentes. Lo refleja el último informe que la economista Marina Dal Poggetto envió a sus clientes:
- De los $19,9 billones de deuda en pesos, "sólo" $7 billones se encuentra en poder de inversores privados (bancos privados, aseguradoras y fondos comunes de inversión), el 35% del total.
- De esos $7 billones, nada menos que 5,5 billones (el 78,6%) son papeles que vencen antes de las próximas elecciones PASO. La mayoría, incluso entre marzo y abril. La concentración de vencimientos es notable, y es lo que pone en riesgo cualquier estrategia oficial.
En este contexto, ¿cuáles podrían ser las alternativas para que la "bomba" no explote en las manos de Massa? Desde el Ministerio de Economía hacen silencio. También desde el Banco Central.
En algunos bancos observan el escenario, entre la impaciencia y el temor. Un par de financistas consultados por iProfesional se animan a pronosticar posibles escenarios.
Una de las versiones más escuchadas refiere a que, en caso de que el Gobierno no logre refinanciar la deuda antes de las elecciones, el Banco Central emita un instrumento que los bancos suscriban con esos pasivos en pesos. Se sabe: las entidades financieras prefieren que el BCRA sea el emisor de la deuda antes que el Tesoro.
¿Será ese el escape de salida? El tiempo dirá.