El dólar blue, con proa hacia los $400: por qué no detendrá su marcha este año
La demanda de dólares no amaina en el mercado. Esto se produce por un exceso de liquidez y por la falta de instrumentos financieros que le den tranquilidad al ahorrista.
El día que asumió Alberto Fernandez, la suma de los pasivos monetarios era de $2.807.055 millones. Al día 24 de enero sumaban $15.537.729 millones, lo que implica que habían creció 5,54 veces.
El dólar contado con liquidación se ubicaba en $76,60 el día que llegó a la Casa Rosada el actual Presidente. Si lo actualizamos por el aumento de los pasivos monetarios, hoy debería estar en $424. Pero hoy, en el mercado, el CCL cotiza a $369,4 con una brecha del 99,3% respecto del dólar oficial. Está a un precio de ganga.
En el mercado informal, el dólar blue se vende a $386 y la brecha se ubica en el 108,8%. Habrá que vender cuando la brecha supere el 120%; por lo tanto, hasta no verlo por encima de $410, me parece que no llega el momento de toma de ganancias.
El dólar Qatar o turista se ubica en $385, y ya está por debajo del dólar blue. Creemos que vamos a consolidar un blue por encima del dólar Qatar por mucho tiempo.
Dólares de las reservas, bajo tensión
Entre el mes de febrero y marzo vencen u$s3.700 millones de deuda de organismos internacionales, las reservas se ubican en torno de los u$s42.600 millones, con lo cual no hay que descartar que bajemos de los u$s40.000 millones.
Los pasivos monetarios del Banco Central estarían cerrando el mes de enero en torno de los $15,8 billones y creemos que, para fin de marzo, estos pasivos crecerían a una suma cercana a los $18 billones.
Un aumento tan considerable de los pasivos monetarios nos haría pensar que el dólar debería estar en un rango de precios superior a $450 para fines de marzo.
El contexto exterior, desafiante para la Argentina
El cambio climático nos sigue sorprendiendo: Europa tuvo un invierno cálido y el gas bajó de precio considerablemente. En Estados Unidos paso de valer u$s4,60 a u$s2,80 el millón de BTU. Es una buena noticia para Argentina, que este año tiene que importar gas, pero es una mala noticia si consideramos que Argentina tiene la segunda mayor reservas de gas no convencional del mundo.
El petróleo sigue desarrollando un recorrido lateral, cotizando hoy en torno de los u$s82, no parece que esté preparando un rally de precios para asaltar los u$s100 el barril. Todo hace presumir que se quedará en torno de los valores actuales.
En tanto, las materias primas agrícolas están en un piso de mercado. Pero cuidado: se disipan los temores de abastecimiento de trigo, maíz y soja por parte de Rusia y Ucrania, que a pesar de la guerra abastecieron de mercadería al mundo. Por eso, los precios están lejos de los máximos y están a la baja. Esto tampoco favorece a la Argentina y sus exportaciones.
El miércoles próximo hay reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo. Todo hace pensar que las tasas volverán a subir, por lo que estamos lejos de dar marcha atrás con la política de ajuste monetario en Estados Unidos.
Todos los caminos conducen al dólar
El Gobierno sigue teniendo dificultad manifiesta para renovar deuda en pesos para después de las elecciones presidenciales 2023. La tasa del bono en pesos que vence el 17 de octubre de 2023 es de 113,4% anual. Y la tasa del bono en pesos que ajusta por inflación al mes de agosto de 2023 es del 8,5% anual. La tasa de inflación esperada por el mercado estaría en torno del 104,9% para el mes de octubre de 2023.
En el mes de mayo se concentran muchas elecciones en provincias. Representan, aproximadamente, el 17% del padrón electoral y esto dejará mucha tela para cortar y proyecciones para analizar. En el mismo mes deberían estar definidos los candidatos presidenciales, ya que el cierre de listas está previsto para el 30 de junio.
Creemos que el mercado de bonos y acciones en Argentina está para una toma de ganancias. Luego que el mercado depure, comenzará la suba con la mirada en las expectativas electorales. Toda baja en el mercado de bonos y acciones será una oportunidad de compra: tal vez tengamos mejores precios para comprar en la segunda quincena de febrero.
El dólar se sigue mirando como refugio para las inversiones. Por ende, el recorrido que vemos es a la suba, sostenido y sin tropiezo.
El Gobierno logró que a diciembre del año 2022 el dólar culminara tranquilo porque adelantó ingresos fiscales con los programas dólar soja 1 y 2. También adelantó retenciones de trigo y maíz del año 2023, y 20% del impuesto a las ganancias 2023 de las grandes empresas.
El año 2023 comienza sin esos ingresos. Lo que implica que se deberá ajustar el gasto financiar el déficit. Como no tenemos crédito, la emisión monetaria es la herramienta más cercana para financiar los desequilibrios del Estado.
Una vez más, todos los caminos conducen al dólar. Dejaremos de decir esta frase el día que el Gobierno asuma que tiene un error de diagnóstico y que el problema de Argentina es el déficit fiscal, y pase a la acción reduciendo gasto público y tratando de incrementar los ingresos fiscales. Mientras el Gobierno crea que el problema de Argentina es financiar el déficit, estaremos consolidando un escenario de inflación del 100% anual. Y el dólar, al ser un activo más de esta economía, debería crecer a igual ritmo que la media de los precios.