Tipos de cambio múltiples y emisión descontrolada: la política cambiaria, a los botes
El mercado está reflejando las consecuencias de una loca política cambiaria y monetaria. Esto se da porque el gobierno no puede, no sabe, o no quiere contener el gasto público e incurre en un alto déficit fiscal.
Para capturar más dólares o restringir el uso de dólares, sale a poner tipos de cambios diferenciales e innumerables cantidad de impuestos para poder lograr un abanico de precios de dólares imposibles de armonizar en una política de Estado seria.
Entre los derechos de importación, exportación, impuesto país, percepciones varias y distintos tipos de restricciones que obligan a importar al dólar contado con liquidación, esto impacta sobre el universo de precios, que generan una distorsión de precios relativos, imposibles de armonizar y que nos dejan como resultado estancamiento e inflación.
A todo esto, le debemos sumar que el gobierno sigue emitiendo pesos para financiar indirectamente a la Tesorería. Se estima, desde el mes de junio en adelante, una emisión de $1.304.863 millones para comprar bonos en pesos, a esto hay que sumarle los intereses que devenga el stock de leliq y pases, que se sumaron en el camino y se capitalizaron, cifra que asciende a $1.886.128 millones
Entre junio del año 2022 a la fecha, el stock de pases y leliq aumentó en $3.217.291 millones, este aumento va a generar su impacto en la cotización de los dólares alternativos.
Al 31 de mayo el dólar MEP valía $ 207,35, hoy está en torno de los $315, creemos que luego de esta emisión de dinero, como mínimo, debería valer $ 350 a fines de noviembre.
Tipos de cambio y emisión: los vasos comunicantes
Hacer una política de tipo de cambios múltiples es totalmente equivocada, ya que desconoce que la economía tiene vasos comunicantes. Toda cotización del dólar genera un efecto colateral sobre otro producto. Por ejemplo, el dólar soja hizo que los productores vendieran soja y retuvieran trigo y maíz, con lo cual el dólar soja subió por tener una cotización diferencial, mientras que el trigo y maíz subieron por una preferencia a atesorarlos ante la liquidez que se obtenía por la venta de soja (los productores en su gran mayoría realizan los tres cultivos, algo que el gobierno parece desconocer, no ven más allá del obelisco).
Atesorar trigo y maíz, llevará inexorablemente a un aumento futuro de los derivados que se producen con estas materias primas, aumentará la harina, la leche y todo tipo de carnes.
Las retenciones al petróleo generaran menos inversiones petroleras, en un momento en que necesitamos dólares como agua en el desierto, salir de esa regulación traerá consigo cambios en los precios relativos ya que la economía se había acomodado a dicho precio.
El caso más emblemático es el dólar Qatar, los que usen las tarjetas de crédito en el exterior tendrán el resumen disponible los primeros días del mes siguiente a su utilización. Cuando pagás los consumos del exterior recién allí fijás el tipo de cambio. Por ejemplo, hoy el dólar Qatar o turismo cotiza en $ 339,0, pero lo que deberíamos saber es cuánto cotizará el día que vence la tarjeta, probablemente pueda subir a niveles de $350 o $355. Aquí se abren dos caminos, los que pagan ganancias y bienes personales lo pagarán y utilizarán las percepciones para pagar menos en mayo o junio del año próximo. Aquellos que no pagan ganancias o bienes personales, no les conviene usar la tarjeta, lo mejor sería comprar dólares hoy y ahorrarse la diferencia.
Si el turista que viaja al exterior, utiliza la tarjeta en el mes de diciembre y paga el saldo consumido en el mes de enero, el descuento de las percepciones opera en el año 2024, por ende, la inflación le comería todo lo que pagó de más. Esto implica que, para todos los que viajen al exterior, es mejor comprar los dólares hoy y ahorrarse la diferencia entre el valor del dólar MEP hoy y el probable valor del dólar Qatar a futuro.
El dólar Qatar es igual al dólar oficial más el 30% del impuesto país, 45% de la percepción de ganancias y el 25% de la percepción de bienes personales. Desde nuestro punto de vista el mercado va a arbitrar, como mínimo, al valor del dólar Qatar, no descartando que se supere dicho valor de aquí a fin de año.
Conclusiones
- Tenemos una loca política cambiaria, es un cóctel de precios que genera una gran distorsión de precios relativos, aleja a la inversión y no aumenta las exportaciones.
- Como no hay dólares disponibles para las importaciones, el mercado comienza a costear los productos importados a dólar contado con liquidación, lo que genera una suba de precios consistente en el tiempo.
- La economía está indexada, llevamos dos meses con inflación, tasa de interés y tasa de devaluación a un ritmo del 6,3% mensual en promedio.
- El Banco Central emite mucho dinero para comprar bonos en pesos, de esta forma interviene para que la curva de tasas no se dispare a la suba. El efecto colateral es una suba de los pasivos remunerados del Banco Central que invitan a que el dólar busque un valor de equilibrio mucho más elevado que el actual. Rumbo a $ 400 para fin de año.
- Los bancos están empachados de bonos y letras en pesos, esto le genera iliquidez y los préstamos al sector privado son caros y de corto plazo, hemos escuchado préstamos en pesos a tasas nominales del 100% anual, esto implica tasas efectivas del 161,3% anual. Estos préstamos se otorgan a un plazo no mayor de 180 días. Estas financiaciones son de gran ayuda para fundirte.
- Los bancos son tenedores de una alta cantidad de títulos públicos del Estado, esto hace que las entidades financieras que coticen en bolsa, no sean activos atractivos para los inversores, es más, este comportamiento hace que muchos inversores se retiren de Argentina, sacar dinero del país ya cuesta más del 6,0% (diferencia entre la cotización del dólar Contado Con Liquidación y dólar MEP).
- La llegada de Sergio Massa como ministro de economía generó un gran optimismo, y eso se reflejó en la estabilidad de los tipos de cambio por debajo de $ 300. Su figura empalideció en los últimos 30 días, y muchos inversores abandonan el barco de los pesos, y todos huyen a los botes en busca de dólares. El plomero del Titanic no le encuentra la vuelta.