• 20/11/2024

¿Es momento de dolarizar la economía?: la alta inflación reabre el debate entre analistas

La polémica idea de dolarizar vuelve a ponerse sobre la mesa debido al imparable avance de los precios en los últimos meses. ¿Es una idea viable?
27/10/2022 - 21:25hs
¿Es momento de dolarizar la economía?: la alta inflación reabre el debate entre analistas

La inercia al alza de la inflación, que para algunos expertos podría superar el 110% en todo el 2022, genera tensión entre los argentinos por la falta de referencias que se produce en los precios de los productos y servicios. Al mismo tiempo, surge un mayor apetito por resguardarse en el dólar, un bien que desde hace décadas es preferido por los ahorristas. En este escenario, ciertos economistas consultados por iProfesional están reflotando la idea de dolarizar la economía como "solución" para frenar estos desfasajes, pero otros se oponen terminantemente a ello.

En resumidas cuentas, se armó un debate sobre un tema que es polémico, debido a los escasos casos en el mundo que lograron incorporar con éxito otra moneda como signo rector de la economía, en base a que limita fuertemente el accionar de la política monetaria. En especial, porque reemplazaría por completo al peso nacional por el dólar, que es emitido por el Gobierno de Estados Unidos.

Por un lado, el analista Alfredo Romano, autor del libro "Dolarizar Argentina" y director de la consultora económica Romano Group, enfatiza que "la dolarización es el mejor camino posible para transitar las deuda en dólares a pagar en los próximos años". De hecho, indica que "si se piensa que únicamente con lograr el equilibrio fiscal se solucionará el problema estructural del bimonetarismo en la Argentina es un idealismo, casi una ilusión óptica".

Por eso, a su entender, las posibilidades de implementar un programa de dolarización se abren frente a un cambio de Gobierno y con nuevas expectativas políticas y económicas, ya que reconoce que con la gestión actual, "sin liquidez, ni confianza, ni programa económico, es inviable" pensar en cualquier plan de estabilización contundente.

"En primera instancia, nuestro país necesita únicamente canjear la base monetaria, M0, para iniciar la dolarización de su economía. En la actualidad, el stock de pesos alcanza $4,2 billones, mientras que si tomamos al dólar financiero como un precio de equilibrio de la economía, la necesidad de divisas para realizar la reforma alcanzan alrededor de u$s14.000 millones. Por eso, si se toma que con el dólar soja se recaudó u$s8.000 millones, se confirma que Argentina tiene rápida capacidad de conseguir el dinero necesario para dolarizar", sostiene Romano a iProfesional.

Dolarizar: idea atractiva pero, ¿inviable?

Iniciado el debate, otros economistas consultados por iProfesional ponen en duda que esta iniciativa sea posible de llevar a la práctica en este momento del país, donde escasean las reservas en el Banco Central.

La falta de reservas, la inflación en pesos alta y el apetito por el billete estadounidense del ahorrista, genera como posible solución a la dolarización.
Falta de reservas, inflación en pesos alta y el apetito del ahorrista por el billete estadounidense, genera como posible solución la dolarización.

"Dolarizar la economía suena atractivo, y en muchos casos deseable, por la eficiencia en el uso de divisas comunes en distintos contextos y con la de idea de zonas monetarias óptimas, como ocurre con el Euro, aunque no deja de ser un fenómeno no exento de dificultades en su instrumentación y, posteriormente, en su sostenimiento", indica a este medio Fernando Baer, economista de Quantum, consultora fundada por Daniel Marx.

Al respecto, este analista completa que, en base a cantidad de dinero en la economía y los dólares en el Banco Central, "surge la primera dificultad, que es definir la paridad de sustitución del peso por el dólar". Sobre todo, en un escenario donde el BCRA tiene reservas netas cercanas a cero, y una parte importante de las brutas no son propias, como los swap de China o préstamos de organismos internacionales.

"Para dolarizar, se podría buscar su instrumentación complementando el stock de reservas en el Banco Central con préstamos de EE.UU., una aproximación similar a la de los países europeos que adoptaron el Euro como moneda con la ayuda de préstamos del Banco Central Europeo y otros organismos", detalla Baer a iProfesional.

Y completa su idea: "Suponiendo que se logre instrumentar y sustituir los pesos por los dólares, sostenerla implica generar un esquema económico agregado sumamente flexible, en cuanto a contratos en general, como los laborales, fiscales, entre otros. También eficiente que permita a la economía, por un lado, ganar productividad y, por el otro, adaptarse más fácilmente a shocks externos, que de otra manera amplificarían sus efectos negativos sobre la economía". 

Dolarización: alternativa desestimada por varios economistas

Por otro lado, un grupo importante de los economistas relevados por iProfesional se manifestó completamente en contra de una dolarización, más allá del descontrol actual de los precios.

"No es viable dolarizar en este momento porque no hay dólares en el Banco Central para hacerlo. Incluso, de concretarlo, el tipo de cambio debería ser de $3.000 por dólar, algo que agravaría muchísimo a la inflación en pesos, aumentaría la pobreza al 60% y traería recesión. No es la solución, y no se puede", resume a este medio Jorge Colina, economista de IDESA.

Por la gran cantidad de pesos que hay en la economía y la escasez de reservas en el BCRA, para muchos economistas es
Por la gran cantidad de pesos que hay en la economía y la escasez de reservas en el BCRA, para muchos economistas es "inviable" dolarizar.

En cambio, este experto detalla que en situaciones donde se tiene una hiperinflación de, por ejemplo, 1.000%, "ahí la economía sola se dolariza, como pasó en Venezuela. Pero no es para los niveles actuales de Argentina".

En la misma sintonía, Sebastián Menescaldi, economista y director asociado de Eco Go, dice que "no es plausible dolarizar hoy de manera completa la economía porque, justamente, no hay dólares suficientes para hacerlo y el tipo de cambio para ello debería ser muy elevado".

Además, afirma que dolarizar "sería un error porque el problema en Argentina es el mal manejo de la propia política monetaria y de la moneda, que son herramientas que utiliza cualquier economía normal. Es decir, tenemos que generar mayor bienestar en el largo plazo por medio de darle valor y respetar a nuestro signo monetario".

En tanto, Isaías Marini, economista de Econviews, coincide: "No creo que dolarizar la economía sea una alternativa viable, ni deseable. Por el lado de las ventajas, permitiría reducir la inflación con relativa rapidez, aunque no del todo. De mínima, pasaríamos a tener la inflación estadounidense, en torno al 8% anual".

Por otra parte, este analista sostiene que surgen dos problemas importantes con la propuesta de dolarizar.

"En primer lugar, su implementación. Para dolarizar se necesitan dólares que el Banco Central no tiene, y la idea de que los argentinos que tienen dólares en el exterior los traerían masivamente, me parece como poco posible. Además, se necesitaría una fuerte corrección de los precios relativos y del déficit fiscal, en especial cuando un déficit en dólares sería imposible de financiar cuando Argentina no tiene acceso al crédito", menciona Marini a iProfesional.

En segundo lugar, se encuentra el problema del costo: "El remedio sería peor que la enfermedad. Dolarizar implicaría pulverizar los ingresos de una enorme parte de la población y dispararía la desigualdad, favoreciendo a quienes pueden generar ingresos en el exterior o exportar. La actividad económica se desplomaría y los problemas de fondo no se resolverían. En ese sentido, dolarizar no sería una solución mágica a los problemas económicos de la Argentina", concluye este experto.

Finalmente, Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum, resume: "No vemos factible una dolarización en las condiciones actuales, porque para poder encarar un proceso de esas características deberían alinearse antes una serie de factores que hoy no están presentes. Desde un equilibrio fiscal (o un superávit) a un nivel de reservas netas bien elevadas que ayuden a tener un patrimonio del BCRA sano".-