Plan "blindaje" para las reservas: ¿tiene chances Massa de lograr que el BCRA acumule dólares?
Hace unos días, el Banco Central (BCRA) recibió el equivalente a u$s3.800 millones de en derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el jueves entraron a las arcas de la entidad unos u$s700 millones de parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ingresos que mejoraron la situación de las reservas. En tanto, en el mercado de cambios la situación no es tan auspiciosa: en la semana venía comprando dólares en montos pequeños pero el viernes tuvo que vender u$s45 millones, lo que deja un saldo negativo cercano a los u$s290 millones en lo que va del mes. Es por eso que, más allá de que el BCRA haya logrado embolsar en septiembre carca de u$s6.000 millones gracias al dólar soja a $200, en el último tiempo el Gobierno está tomando algunas medidas que apuntan a contrarrestar focos de pérdida y en la City vaticinan qué nivel de éxito podría alcanzar.
"La última parte del año, hasta que comience la liquidación de trigo, es una época estacionalmente de baja en la oferta de dólares", detalla a iProfesional el economista de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE) Nicolás Zeolla. Y señala que, en ese sentido, es de esperar que el BCRA tenga que vender reservas, más aún con una economía con una actividad ralentizándose, que todavía viene creciendo a un ritmo algo mejor que el pronosticado, lo que demanda mayor cantidad de dólares para la compra de insumos.
En ese contexto, hay tres frentes que preocupan principalmente al BCRA: el gasto con dólar turista o tarjeta y espectáculos internacionales, la demanda de dólares por importaciones y la falta de ingresos por exportaciones. Si bien Zeolla entiende que, "con la recomposición de reservas de septiembre, el Gobierno tiene márgenes de maniobra para administrar estas tensiones", tiene una meta que cumplir con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y no puede arriesgarse a perder lo ganado sin tomar precauciones.
Así es que, según palabras de Sebastián Menescaldi, economista de EcoGo, tiene los dólares justos que necesita para cumplir con las exigencias del FMI. Es por eso que, a lo largo de la última semana, el ministro de Economía, Sergio Massa y su equipo, a través del trabajo con la Secretarías de Comercio, la Administración Federal de Ingresos Públicos y el BCRA tomaron algunas medidas que apuntan a combatir los riesgos mencionado, pero ¿qué nivel de efectividad puede tener cada una de ellas?
Dólar Qatar: encarecimiento del dólar turista o tarjeta
Menescaldi explica que "el Gobierno está tratando de reacomodar el frente externo y, para ello, tras el ingreso fuerte que logró gracias al dólar soja, no apunta a conseguir más oferta, sino que está empezando a regular la demanda". Y una de las maneras en las que lo hace es a partir de los nuevos tipos de cambios, que –según Menescaldi- se aplican a través del encarecimiento por medio de los impuestos, que da como resultado los dólares Qatar y Coldplay.
Se refiere al paso que se dio el pasado 13 de octubre, cuando entraron en vigencia el Decreto 682/2022 y la RG AFIP 5272/2022, que implementaron los tan anunciados cambios en el dólar tarjeta o turista con el fin de encarecer ese tipo de gastos y desalentarlos. Así, se elevó el precio de ese tipo de cambio en un 14% y lo llevó de $275 a $314 para los gastos a partir de los u$s300.
Para ello, el mencionado decreto incluyó dentro del ámbito de imposición del "Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS)" a las operaciones de compra de billetes y divisas en moneda extranjera, efectuadas por residentes en el país, para el pago de obligaciones por la adquisición en el exterior de servicios personales, culturales y recreativos, salvo los servicios digitales, es decir el acceso a cualquier contenido digital a través de streaming.
Y, complementariamente, la Resolución de AFIP dispuso que se aplica una percepción del 25% adicional mensual a cuenta de bienes personales por persona o por CUIT para gastos con tarjeta en dólares por montos iguales o superiores a los u$s300.
"El incremento del precio del dólar tarjeta apunta a encarecer el uso de consumos que no son de necesidad y que le generan al Gobierno un gasto que no es sostenible en un contexto en el que gran parte de la población tiene problemas económicos graves", explica el economista Pablo Ferrari.
Así, indica que, lo que se busca hacer es regular el uso de este tipo de cambio a partir del precio y considera que "esta estrategia le puede traer buenos resultados al Gobierno a mediano plazo, sobre todo de cara a la temporada de vacaciones", cuando se espera que el gasto por viajes ronde los u$s2.000 millones. El economista sostiene que el frente externo es complejo siempre para la Argentina y no hay dólares para subsidiar los viajes a un sector de la sociedad.
Por su parte, el economista Federico Glustein evalúa que "se trata de una medida que sirve para morigerar el efecto del turismo emisor en reservas, pero también permite recaudar más impuestos", aunque advierte que, como consecuencia de su implementación, muchas personas van a ir hacia el blue, que en este momento está mucho más barato que el dólar turista y espera que esto se empiece a acentuar en noviembre.
Sin embargo, Juan Pablo Albornoz, economista de Invecq, "la cuenta de Servicios dentro del balance del BCRA es un cuarto de la demanda de dólares del rubro Bienes y el Turismo es un poco más de la mitad de ese monto". Así, según su opinión el dólar Qatar lo que hace es atacar un problema muy chico, pero, además, señala que no se está atendiendo el problema de la oferta en ese sentido.
"Desde la salida de la convertibilidad hasta acá nunca entraron tan pocos dólares por turismo. Es decir que nunca entró tan escaso nivel de billetes por parte de extranjeros que vienen al país", señala. Y explica que esto se debe, en parte, a la pandemia, pero sobre todo a la falta de incentivos para el visitante a ir hacia el dólar oficial y sugiere que "habría que ofrecerle al extranjero un tipo de cambio similar que al turista que va al exterior para que le interese cambiar sus dólares en el mercado oficial y no en el paralelo".
Nuevo sistema de importaciones: más control
Otra de las medidas que entró en vigencia en los últimos días es el nuevo Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), creado por la Resolución General Conjunta 5271/2022 de la AFIP y la Secretaría de Comercio y que reemplaza al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).
Entre otros puntos, cabe mencionar que, para operar en el nuevo sistema, se requiere la presentación de una declaración jurada ante la AFIP, que incluye cuenta única, fecha de giro del dinero y control y monitoreo del saldo en tiempo real. Hay una cuenta corriente única de Comercio Exterior y el Banco Central otorga desde el momento de aprobación una fecha de giro, cuyo cumplimiento dependerá de que a ese momento el importador tenga en su cuenta los pesos suficientes como contrapartida.
Asimismo, se facilitará la importación de aquellos que quieran realizarla con dólares propios y se acortó a 60 días el plazo máximo de espera para la acreditación de dólares para el pago en el caso de pymes y entidades civiles, mientras que se mantiene en un máximo de 180 días para el resto de los operadores.
"Lo que se busca nuevamente con esta modalidad es empezar a regular la demanda de dólares vía cantidades, con el nuevo sistema de importaciones", resalta Menescaldi. Y es que explica que lo que se hizo con el SIRA es implementar un nuevo esquema de licencias no automáticas, en el marco del cual casi el 45% del comercio pasó a integrar ese grupo de operaciones. Esto, según explica reduce el volumen de importaciones y, en consecuencia, la demanda de dólares para cancelar esas operaciones.
Albornoz opina que se trata de una medida que le dará buenos resultados al Gobierno en su objetivo de contraer la cantidad de operaciones de importaciones y esto se logra en base a "que permite una mayor trazabilidad, aunque el mercado lo mire con mala cara".
Sin embargo, también es cierto que, un ajuste en las licencias no automáticas significa mayor suba de precios, por un menor ingreso de insumos o retrasos en esos procesos y más problemas para el crecimiento, tal como advierte Menescaldi.
Aceleración de desembolsos
Y, por último, el Gobierno trabaja en agilizar el ingreso de fondos de organismos internacionales de crédito. Esa es una pata muy importante en la estrategia de acumulación de reservas que lleva adelante el BCRA en el marco del acuerdo con el FMI.
Sergio Massa anunció el día de su asunción como ministro de Economía un plan de recuperación de las reservas que prevé desembolsos por u$s1.200 millones por parte de organismos internacionales; un nuevo programa con el Banco de Desarrollo de América Latina, CAF, con aportes por u$s750 millones, y el avance de los desembolsos previstos por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el último tiempo, tras la aprobación de la revisión del tercer trimestre por parte del Fondo, éste hizo efectivo un desembolso de casi u$s4.000 millones, pero falta aún que ingresen cerca de u$s1.200 millones previstos para el trimestre pasado por parte de otros organismos de crédito y el Gobierno aspira a que se agilicen esos procesos en esta última parte del año. De hecho, ese fue uno de los focos del último viaje al exterior de Massa.
Pero lo cierto es que, tal como señala Albornoz, "el préstamo del BID ya está contemplado que ingrese y es una parte muy importante de cómo el FMI y Argentina proyectan que se cumpla la meta de reservas".
El economista considera, así, que, aunque estos es importante en el proceso de cumplimiento de reservas, más allá de que la meta se bajó de u$s5900 millones a u$s5.000 millones, "ya estaban contemplados los ingresos de los organismos internacionales, por lo que no veo que haya un efecto fuerte de esto dentro de la dinámica cambiaria ni de reservas de la Argentina", concluye.