POLÍTICA ECONÓMICA

Presupuesto: para analistas, el escenario proyectado para 2023 es demasiado "optimista" e "irreal"

Según consultoras es muy difícil lograr una inflación de 60% el próximo año, y es "optimista" un crecimiento del PBI de 2%. Qué anticipan sobre el dólar
FINANZAS - 23 de Septiembre, 2022

El proyecto de ley de Presupuesto 2023, que el Ministerio de Economía envió la semana pasada al Congreso, contempla un escenario macroeconómico "demasiado optimista", con estimaciones "ambiciosas" e "irreales", según advierten los análisis de consultoras.

Entre los principales lineamientos para el próximo año, el proyecto estipula una inflación anual de 60%, un crecimiento de la actividad económica de 2%, y prevé un precio del dólar oficial -a fines de 2023- de $269.9 ($219 en promedio).

En materia fiscal, establece que la proyección de déficit primario para el próximo año será equivalente al 1,9% del PBI frente al 2,5% previsto para 2022, en línea con las metas pactadas en el acuerdo con el FMI. En ese sentido, el FMI aprobó este lunes a nivel técnico la segunda revisión del programa con la Argentina, aunque recién "en las próximas semanas" el directorio del Fondo dará el visto bueno.

Con respecto a las estimaciones de cierre de este año, el proyecto de Presupuesto prevé que la inflación alcance un 95% anual, que el valor del dólar se ubique en $166.5 y que la economía registre un crecimiento de 4%.

La presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, convocó para este martes a los bloques del Frente de Todos y de la oposición para acordar el mecanismo de tratamiento del Presupuesto 2023, que se empezará a discutir a principios de octubre con la presentación que hará el ministro de Economía, Sergio Massa.

Inflación: la proyección es "irreal"

La pauta inflacionaria de 60% para 2023 es la variable más cuestionada por los analistas, que tildaron de "muy optimista" e "irreal" esa previsión, teniendo en cuenta que la mayoría de los economistas calculan que este año la inflación terminará en torno al 100%, con lo cual no ven posible reducirla 40 puntos -dado que se trata de un año electoral- y creen que habrá presiones por el lado del gasto público.

El escenario macroecómico que planta el Presupuesto es "demasiado optimista", según analistas.

Claudio Caprarulo, director de Analytica, juzgó a iProfesional que "la proyección de inflación es muy optimista". En ese marco, el analista argumentó que "siempre los gobiernos estiman una inflación por debajo de la de mercado, es razonable porque también buscan trabajar sobre las expectativas, pero en este caso ya de entrada es un objetivo de muy difícil cumplimiento".

En sintonía, la consultora EconViews evaluó que la estimación inflacionaria es "el punto más álgido (del Presupuesto)" y proyectó que en 2023 la inflación será 110%, es decir el doble de la pauta oficial. "Para que se cumpla el número de Massa, la inflación mensual del año que viene tendría que ser del 4% en promedio. Viendo la dinámica de los últimos meses, es realmente difícil", auguró.

La consultora remarcó que "el gobierno ya jugó la carta del atraso cambiario y tarifario para controlarla pero no le dio resultado. Ahora sin estas herramientas y sin credibilidad, encauzar los precios en un sendero bajista luce muy improbable".

Para la consultora Equilibra, la pauta inflacionaria también "luce optimista", desde el organismo indicaron que, tras una inflación en agosto de 7%, "el piso de la suba de precios ronda el 6% ya que tanto el tipo de cambio oficial como los salarios y los precios regulados están trepando a un ritmo de promedio mensual de al menos 6%".

Presupuesto 2023: falta credibilidad

EconViews señaló que "subestimar el incremento de precios genera que se subestimen los ingresos y de esta manera quedan muchos pesos sin asignar", y enfatizó que esa es "la forma que los gobiernos han encontrado para tener un presupuesto flexible, pero el problema es que le quita toda credibilidad".

Para los economistas, es "irreal" bajar la inflación a 60% en 2023, y la prevén por lo menos 30 puntos más alta.

"No es ni siquiera interesante discutir la asignación de recursos cuando antes de empezar el año ya se sabe que cambiarán", agregó.

De igual mirada, el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) aseguró que las proyecciones del Presupuesto 2023 "tienen escasa relevancia por haber sido elaboradas bajo un supuesto de inflación irreal".

"Al no explicar cómo se bajará la inflación desde el 95% proyectado por el propio Presupuesto para el corriente año al 60% que se usa en las proyecciones de ingresos y gastos para el 2023, el contenido del Presupuesto queda rebajado a la intrascendencia", fustigó.

Con la misma óptica, Natalia Motyl descree de la posibilidad de una caída tan fuerte de la inflación: "Va a ser difícil que baje al 60% después de un 100% para este año, porque va a haber una inercia inflacionaria que deberá ser contrarrestada con políticas que no se ven en el Presupuesto".

Asimismo, la consultora Eco Go esgrimió: "No vemos posible esa caída en un contexto donde el ajuste fiscal lo hace la inflación, y donde el aumento del crawling peg, la suba de la tasa de interés y de las tarifas pone un ritmo inflacionario en torno al 6/7% mensual".

PBI: se prevé un crecimiento optimista

En materia de actividad económica, para algunos analistas la pauta de crecimiento de 2% es lógica, aunque la mayoría la calificó de "optimista".

Economistas ven poco probable estimaciones de dólar para 2022 y 2023 que fija el proyecto de Presupuesto

Para Caprarulo, la proyección de crecimiento económico de 2% "plantea un escenario lógico". En cambio, Motyl aseguró: "veo un crecimiento por debajo del 2%, o inclusive no descarto una caída de la economía".

Al respecto, la economista fundamentó que "el crecimiento va a depender de si logran que el sector privado siga llevando adelante sus actividades y tengan los insumos necesarios para hacerlo, lo que implica el acceso a divisas", pero recalcó que "eso no es consistente con mantener un tipo de cambio atrasado".

Los analistas de Equilibra también evaluaron que "la proyección de expansión de la actividad para el año que viene luce optimista, pues 2022 tendría que cerrar con arrastre estadístico negativo en torno a 1% para que se dé el crecimiento anual de 4% del PBI estipulado".

"El sesgo de la política económica seguiría siendo contractivo -al menos hasta mediados de año cuando el FMI haría abultados desembolsos- lo que sumado a la incertidumbre por el recambio presidencial y el mencionado arrastre estadístico negativo, probablemente lleven a un estancamiento del PBI", pronosticó.

A su vez, en EconViews manifestaron "muchas dudas" de lograr un crecimiento económico de 2% ya que consideran que "en el mejor de los casos el 2022 dejará un arrastre estadístico nulo, aunque lo más probable es que sea negativo".

"Nuestra proyección es que la actividad crecerá 1%, ya que al ser un año electoral creemos que habrá algo de estímulos, pero no será una economía floreciente", indicaron.

Pese a la mejora de reservas por el dólar soja, los economistas dicen que el nivel es crítico.

En la misma línea, en Ecolatina consideraron que la pauta de expansión económica "luce un tanto optimista". "Aun así, al evaluar el ingreso por habitante se observa que todavía habria camino por recorrer: el PBI per cápita seguiría casi 2% por debajo de 2018 y sería 5% menor a 2017", puntualizó.

¿Qué dice el Presupuesto 2023 sobre el dólar?

Respecto al tipo de cambio, el Presupuesto estipuló un dólar a $166.5 para fin de este año y de $269.9 para diciembre de 2023. Motyl juzgó, sobre ambas estimaciones: "Las veo bastantes optimistas, por no decir irreales". La economista destacó que "mantener un tipo de cambio atrasado en un contexto internacional, en el que la política monetaria desde los principales bancos centrales del mundo va a ser restrictiva, no es sostenible".

De acuerdo a su visión, "muy probablemente, los dólares que entren no serán suficientes para sostener la economía hasta 2023", por cual proyectó que "para finales de 2023 es esperable un dólar cercano a los $350 en el mejor de los escenarios".

Para Ecolatina, "luce poco probable" que el dólar cierre este año en $166.5, "frente a la necesidad de frenar el deterioro del tipo de cambio real en el marco de una inflación rondando el 6% mensual". En Eco Go también calificaron de "muy ambiciosa" esa estimación.

Por su parte, el análisis de Equilibra señaló que un dólar a "$166.5 a fin de este año y casi $270 en diciembre de 2023, implicaría una depreciación del 62%, superando levemente la inflación esperada para el año que viene de 60%; esto junto a una inflación internacional aún elevada permitirían corregir el atraso del tipo de cambio real acumulado este año que rozaría el 10%, alineándose a la premisa del acuerdo con el FMI".

Sin embargo, la consultora cree que "esto luce improbable, porque el tipo de cambio real suele apreciarse en años electorales" y subrayó que "así fue, comparando el promedio de diciembre versus el año previo, en 10 de los últimos 12 años electorales". 

El dólar oficial a fin de 2023 podría rondar los $350, según calcula economista.

En ese sentido, los analistas de EconViews razonaron que si el tipo de cambio solo aumentara 62% este año "quedaría muy por debajo de la inflación" y "de ser cierta esa proyección, no se cumplirá lo acordado con el FMI respecto de mantener el tipo de cambio real en un nivel equivalente al de fin de 2021. "La devaluación de 2023 llegaría a 62,1%, apenas por encima de la inflación que proyecta el gobierno", acotó.

Escasez de dólares: el problema de las reservas

En este marco, EconViews afirmó: "Acá el problema es que para controlar el tipo de cambio hay que tener reservas y justamente Argentina no está muy holgada".

"Con las compras del BCRA a partir del dólar soja, las reservas netas mejoraron bastante y ya están en u$s2.950 millones, y la entrada de divisas de organismos internacionales también ayudaría a engrosar esta cuenta", pero "de todas maneras es un nivel muy bajo", señaló.

Además, la consultora dijo que "los últimos tres meses del año son estacionalmente malos para las reservas" y por eso prevé que "no será tan fácil para el gobierno controlar el dólar".

Advierten que ajustar más el cepo no es bueno para la actividad ni para la inflación

"Siempre está la posibilidad de ajustar más el cepo, pero no es bueno ni para la actividad ni para la inflación. La alternativa de un desdoblamiento que saque una parte de la demanda en el segmento oficial luce cada vez más probable", concluyó.

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