En Wall Street reina el desconcierto tras llegada de Massa y se pregunta qué hará Cristina
Uno de los participantes de la reunión entre Silvina Batakis con fondos de inversión y bancos de Wall Street admite su desconcierto: entre aquel momento y el reemplazo de Batakis por Sergio Massa transcurrieron apenas 48 horas. Para cualquiera que no viva en la Argentina se le hace muy difícil -o directamente imposible- entender la vertiginosa dinámica del país.
La pregunta que vuelve a las oficinas de Wall Street es la misma que los financistas le hicieron a Batakis el martes a la mañana: "¿Qué piensa Cristina de todo esto?".
La ahora ex ministra aseguró en ese momento que contaba con el respaldo de la vicepresidenta. Un respaldo que debía servir para afrontar lo que viene: un ajuste de las cuentas públicas que le ponga límites a la corrida cambiaria.
De hecho, la última decisión de Batakis fue la implementación de una fuerte suba de la tasa de interés en la refinanciación de la deuda en pesos. Ese movimiento fue calcado ayer jueves por el Banco Central, que aplicó un incremento de 8 puntos en la tasa de referencia (Leliq) -al 60% nominal anual- y también en el rendimiento de los plazos fijos minoristas a 30 días. En este caso, la nueva tasa de interés asciende al 61% anual (alza de 8 puntos), lo que representa una tasa efectiva anual del 81,3%.
Durante los 24 días de Batakis como ministra, Cristina Kirchner no dio ninguna señal explícita de respaldo. Ni siquiera un tuit formal de bienvenida y buenos deseos. Nada.
Por eso mismo, la pregunta de parte de los financistas y de los empresarios refería a si la vicepresidenta le daba su apoyo. La foto que la exministra se sacó con los pocos gobernadores que asistieron a su convocatoria, hace unos días, pareció desmentir la idea de que tendría el poder suficiente para llevar adelante el ajuste fiscal que ella misma había prometido cuando asumió.
Inflación, tasas y FMI: lo que viene
¿La estrategia de Batakis será el plafond sobre el que se apoyará Massa para lanzar su gestión?
El súper ministro designado tendrá que dar rápidas señales de sus ideas. La falta de un plan integral explica una parte de la corrida cambiaria, que se agravó desde la salida de Martín Guzmán.
¿Pondrá Massa un plan sobre la mesa? Eso se desconoce, pero lo seguro es que no tiene demasiado tiempo para poner en marcha su gestión.
La mejora de los bonos de la deuda, desde pisos históricos, y el descenso de las cotizaciones de los dólares financieros pueden quedar en suspenso y revertir la tendencia en poco tiempo si hay una demora. O si se pinchan las expectativas.
¿Tendrá Massa pensado que la prioridad es el cumplimiento del acuerdo con el FMI? Fue lo que planteó su antecesora, que debió irse por la falta de respaldo político desde dentro mismo de la coalición.
Batakis había dejado de lado la "guerra contra la inflación" anunciada por Alberto Fernández en marzo, cuando el Gobierno anunció que sería el mes récord de inflación. Aquel pico de 6,7% de marzo se quebrará este mismo mes, que está terminando con un piso del 8%, de acuerdo al monitoreo diario de precios que se efectúa desde el Banco Central.
El recalentamiento inflacionario debería ser prioritario en la agenda de Massa. La cuestión es de qué manera. Cuál será la estrategia.
Sí habrá una extensión de las medidas de corte ortodoxo, como las subas de las tasas de interés como las anunciadas en las últimas horas.
Dólar: Massa, contra el fantasma de la devaluación
La otra cuestión relevante refiere a los dólares que el Banco Central debería comenzar a stockear para evitar el tan temido estallido. Ahí también, habrá que prestar atención a si Massa viene con medidas más audaces que la anunciada por Miguel Pesce en las últimas horas, con la creación de una especie de "dólar soja".
Hay urgencia para cambiar la dinámica. A pocas horas de cerrar julio, el BCRA lleva vendidos alrededor de u$s1.000 millones. Un escenario agobiante, que da cuenta del abismo en el que se encuentra la economía argentina.
Para evitar una devaluación desordenada, Massa tendrá que elegir un camino para dar vuelta este flujo.
Los precios y las reservas del Banco Central, en el marco de una corrida cambiaria. Las primeras urgencias que Massa deberá despejar. ¿Tendrá el apoyo político de Cristina Kirchner para avanzar con las medidas necesarias?