Qué puede pasar con el precio del dólar y las "malas noticias" que vienen, según economista
El Gobierno afronta distintas turbulencias económicas y políticas, tanto internas como externas, que complican el panorama para algunas variables clave como son el precio del dólar y el nivel de reservas, que es escaso en plena época de liquidación de la cosecha gruesa.
También preocupa la tendencia ascendente de la inflación, temas que son "mala noticia" para el país, según sostiene a iProfesional María Castiglioni Cotter, economista, socia y fundadora de C&T Asesores Económicos.
En este sentido, resalta que la marcha de los precios está teniendo "una dinámica muy peligrosa".
-¿Qué análisis realiza de la situación económica argentina en este contexto tan complejo internacional?
-En la Argentina, el escenario está dominado por la aceleración de la inflación, que, de elevadísimos niveles en 2021, trepó a un ritmo de más de 6% mensual en marzo y abril, superando todas las expectativas previas. Ya el dato de suba de precios de marzo fue disruptivo para el escenario económico y político
A nivel económico, se dispararon diversos mecanismos de indexación, formales y no, que, de alguna manera, explican lo elevado de la inflación de abril y la que se espera para mayo de 5,3%, según nuestro relevamiento. Entre ellos deben notarse la reapertura de paritarias, el otorgamiento de bonos por parte del Estado y la reacción del Banco Central de acelerar el ritmo de suba del tipo de cambio oficial.
Desde lo político, las crecientes críticas del kirchnerismo a las medidas del Gobierno fueron generando más incertidumbre, y una parálisis en la toma de decisiones. Todo en un contexto de un déficit fiscal más elevado que el esperable en estos últimos meses, algo que agrava la dinámica inflacionaria.
Este panorama se da en un contexto de estancamiento de la actividad económica, después de la recuperación post cuarentena, y con incertidumbre respecto de los próximos meses, dadas las restricciones energéticas que se anticipan para el sector productivo en el invierno. A ello se le suma la limitación de importaciones, ante la falta de acumulación de reservas por parte del Banco Central, en los meses que se produce la mayor liquidación de divisas de la cosecha agrícola.
El precio del dólar
-En este escenario, ¿qué puede ocurrir con el precio del dólar?
-El dólar oficial mantuvo su ritmo de crecimiento en 4,6% en todo mayo, y estimamos con en los próximos meses el ritmo de devaluación se va a acelerar levemente, para intentar mantener el tipo de cambio real, después de la fuerte apreciación del 2021 y primeros meses de este año.
Eso está en sintonía con lo pautado en el acuerdo con el FMI, en el que Argentina se compromete a mantener el tipo de cambio real en los niveles de fines de 2021, algo que la aceleración de la inflación complicó recientemente.
-Los precios de los dólares libres se encuentran contenidos, ¿hasta cuándo puede mantenerse esta situación?
-La suba reciente de la tasa de interés está actuando como factor de contención de los tipos de cambio alternativos, que, además, bajaron después de la escalada del arranque del año en plena incertidumbre respecto del acuerdo con el FMI.
Esto, combinado con la mayor depreciación del tipo de cambio oficial, ayudó a que las brechas bajaran a menos del 80%. Por eso, estimamos que las mismas se mantendrán en torno al nivel actual en los próximos meses, sobre todo si el Gobierno logra acercarse a las metas fiscales y, por ende, de emisión monetaria.
-En el marco del acuerdo con el FMI y con poco ingreso genuino de divisas, ¿le preocupa el bajo nivel de reservas netas que tiene el Banco Central?
-Las reservas internacionales del Banco Central terminaron mayo por debajo de los u$s42.000 millones, cifra que es inferior al nivel registrado a fines de abril, más allá que mostraron una leve recuperación desde mediados de mes.
Esta es, sin duda, una mala noticia, ya que mayo es un mes de alta liquidación del agro, y este año ha superado todos los récords, gracias a los elevadísimos precios internacionales de las materias primas.
Esto marca un gran desafío para acumular reservas, ya que las importaciones aumentarán, especialmente, por la necesidad de traer más gas oil y combustibles. A ello se suma que el resto de los rubros son deficitarios.
-Entonces, ¿se complica para el BCRA la misión de sumar reservas?
-El dilema del Gobierno es complejo, ya que para acumular reservas debería restringir operaciones, lo que afectaría la actividad económica y presionaría sobre los tipos de cambio libres.
Cómo van a evolucionar los precios
-Respecto a la inflación, está mostrando datos alarmantes en los últimos meses, ¿qué puede suceder en el corto plazo con los precios?
-La retroalimentación que se viene observando en los últimos meses en los distintos factores que hacen a la inflación, generan una dinámica muy peligrosa, potenciada por la falta de rumbo en materia política.
Es un contexto en el que, ante la falta de definiciones, la inflación podría seguir acelerándose, y con ella los salarios y el tipo de cambio. El riesgo es muy elevado.
Para evitar esto se necesitan decisiones concretas por parte del Gobierno. En este caso, igualmente, el escenario es peor que el que preveíamos hace algunas semanas. Por caso, elevamos la proyección de inflación a 74% este año. Este panorama, igualmente, supone una desaceleración moderada de los precios desde agosto.
-¿Puede haber una hiperinflación?
-Para que se desate una hiperinflación se tiene que combinar un deterioro adicional del escenario macroeconómico, que ocasione una fuerte caída de la demanda de dinero. Es decir, este no es el escenario más probable, pero la aceleración reciente de la inflación es, sin duda, un llamado de atención para dar señales que se tiene que encauzar, y así evitar la espiralización de los precios.
-¿Cuáles son las medidas que debería tomar el Gobierno para que no se le salga de control la economía?
-El mayor problema que tiene el Gobierno es la crisis interna, que se traduce en una falta de toma de decisiones y ausencia de una hoja de ruta que permita contener las expectativas negativas, tanto respecto a la inflación como de la situación macroeconómica y personal a futuro.
El acuerdo con el FMI contiene un esquema de metas, que implican un cierto ordenamiento fiscal y monetario, lo que es positivo. Sin embargo, la falta de medidas para cumplir con las metas de acumulación de reservas y para reducir el déficit fiscal en los próximos meses y la financiación monetaria, han erosionado buena parte de la calma que el acuerdo había traído.
Para evitar un nuevo deterioro, el Gobierno debe avanzar con medidas concretas que permitan esperar una efectiva reducción del déficit fiscal.-