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Alerta por la baja cantidad de dólares que compra el Banco Central: los riesgos que advierte un experto

Para conocer qué puede ocurrir con el dólar e inflación, iProfesional habló con Claudio Caprarulo, economista principal de Analytica Consultores
29/05/2022 - 08:04hs
Alerta por la baja cantidad de dólares que compra el Banco Central: los riesgos que advierte un experto

La economía se encuentra en momentos turbulentos por el alto nivel de inflación, que impide brindarles a los inversores, y a los argentinos en general, un panorama estable para planificar a futuro. Algo que también incide en el precio del dólar.

Bajo esta lógica, Claudio Caprarulo, economista principal de Analytica Consultores, dialogó con iProfesional, donde expresó que la "economía transita por el borde del precipicio".

Sobre todo, más allá del fuerte incremento de los precios, también considera que está pesando la poca cantidad de dólares que tiene el Banco Central en las reservas.

Además, analiza qué puede pasar con el precio del dólar y opina que la brecha cambiaria se mantendrá en un nivel elevado.

-¿Cómo se configura la situación económica actual en medio de este contexto tan volátil para el país?

-La fuerte recuperación posterior a la pandemia está encontrando un límite muy marcado por la baja acumulación de dólares del Banco Central y la aceleración de la inflación.

La economía transita por el borde del precipicio, con una nominalidad por encima del 60% que está reflejada, por ejemplo, en las paritarias y la recaudación. A ello se le suma un acuerdo con el FMI que no logró anclar expectativas, entre otras cosas, por las consecuencias de la guerra en Europa y la falta de acuerdo dentro del Gobierno.

El precio del dólar puede verse presionado en la segunda parte del año por la falta de reservas.
El precio del dólar puede verse presionado en la segunda parte del año por la falta de reservas netas.

-¿Qué puede ocurrir con el precio del dólar?

-La tasa mensual promedio de depreciación del peso pasó del 1,1% entre mayo y noviembre del año pasado a 3,3% en estos últimos tres meses. Proyectamos que continuará aumentando, tanto por el compromiso con el FMI de no apreciar el tipo de cambio como por la necesidad de evitar aún más incentivos para incrementar las importaciones de bienes y servicios.

Entonces, con un cepo cambiario y términos del intercambio récord, el Gobierno tiene que poder evitar un salto cambiario grande, pero para eso debe lograr revertir la reducción del saldo comercial y el bajo crecimiento de las reservas internacionales.

-¿La brecha cambiaria puede seguir achicándose con los dólares libres qué ahora están quietos?

-Hay factores permanentes que impiden una reducción fuerte en la brecha cambiaria, como el cepo y la inflación. Por eso, hoy parece difícil que pueda ser menor al 70%. Ese piso alto subirá en ciertos períodos donde las firmas y familias tienen más liquidez, o si llega a aumentar la incertidumbre política y económica.

Pero tampoco hay motivos para pensar que se generará un salto si el Gobierno logra contener el frente cambiario.

Para Caprarulo, la brecha cambiaria seguirá en un mínimo del 70%.
Para Caprarulo, la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el libre seguirá en un mínimo del 70%.

-¿Y cómo ve la situación con el precio del dólar después de junio cuando pase la temporada alta de liquidación agrícola?

-A partir de agosto es donde empiezan los meses más complejos y sube la presión sobre el dólar, con su consecuente repercusión en la brecha cambiaria. El límite a la aceleración del tipo de cambio oficial lo pone la inflación.

Por eso, si el Central no logra hacer un buen colchón de dólares, lo más probable es un aumento del cepo cambiario por el lado de las importaciones. Esto ocurriría más allá de que, oficialmente, el Gobierno se comprometió ante el FMI a no hacerlo.

-La inflación volvió a mostrar datos alarmantes en los últimos meses, ¿qué puede suceder con la marcha de los precios?

-La guerra en Europa profundizó un problema estructural en la Argentina que ninguno de los últimos gobiernos logró empezar a resolver. Si no hay otro shock desde el exterior y si el Gobierno logra contener al dólar, deberíamos observar una leve desaceleración en la inflación. Aunque, de todas formas, seguirá en porcentajes elevados.

-¿Estos niveles pueden transformarse en una hiperinflación?

-No, el déficit fiscal, la emisión monetaria y el frente cambiario no están en niveles que nos lleven a ese escenario. Es muy distinta la situación respecto a los años 80s. Pero, igualmente, es grave, porque vamos en camino a un régimen de alta inflación, donde la salida es cada vez más costosa.

A su vez, se sigue profundizando el deterioro socioeconómico. Una economía con 5% de inflación mensual no funciona bien, los incentivos están mal puestos y se hace muy difícil el día a día para las personas y las empresas. En especial, para las pymes y los trabajadores no registrados.

Los niveles de inflación serán más bajos, pero igual registran niveles que se ubican por encima del 4%.
Para Caprarulo, en los próximos meses los niveles de inflación serán más bajos que ahora, pero por encima del 4%.

-Entonces, ¿qué salidas le quedan al Gobierno para poder controlar esta situación tan compleja?

-Para empezar, puede mejorar la comunicación y la coordinación de expectativas. Hoy es difícil entender cuál es el plan económico y cómo lo van a llevar a cabo.

Además, se diluyó rápidamente el rol que podía desempeñar en ese sentido el acuerdo con el FMI, ya que las consecuencias de la guerra en Ucrania cambiaron 180 grados el escenario sobre el que se diseñó y, al mismo tiempo, una parte importante de la coalición de gobierno se manifestó en contra.

-En conclusión, ¿qué puede ocurrir en los próximos meses para la economía?

-Lo deseable es que el Gobierno pegue un cambio de timón y presente un programa económico integral con todo el apoyo político del oficialismo, con el principal objetivo de bajar la inflación. Está opción, quizás, sea una imposición de la realidad en los próximos meses.

Caso contrario, va a mantener la actual estrategia y esperar que se diluya el impacto del shock de la guerra sobre los precios. Ello, junto con cierto cumplimiento del acuerdo con el FMI, le permitirá mostrar un sendero sostenible de las variables socioeconómicas hasta diciembre del 2023.

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