Arranca un mes clave para el dólar blue: las cuatro variables que le meterán presión
Los dólares paralelos (el blue y los financieros) tuvieron una tendencia al alza en los últimos días, aun en un contexto en el que el Banco Central viene comprando dólares a lo largo de casi todo el mes.
Tal como señala el analista de Ecolatina Juan Pablo Albornoz a iProfesional, "la situación es muy frágil a pesar de la calma cambiaria de los últimos meses" y, con este escenario en marcha, nos aproximamos hacia el inicio del segundo semestre, cuando los distintos mercados del dólar suelen ponerse más volátiles, por cuestiones estacionales.
Esto se debe a que, según el economista, "los dólares no dejan de ser un precio más de la economía" y anticipa que, en el cortísimo plazo, la demanda de pesos por grandes vencimientos de impuestos como Ganancias y Bienes Personales presionarán a la baja a los dólares paralelos, al igual que la necesidad de moneda local para el pago de aguinaldos.
Sin embargo, Albornoz advierte que habrá que prestar especial atención a los que suceda después de este habitual y esperado salto de la demanda de dinero en el mercado de la moneda estadounidense y esa dinámica, según los economistas, estará atada a algunas variables fundamentales:
1. Bajará el flujo de dólares en el mercado
Según explica el economista Jorge Neyro, el dólar blue y los financieros en el segundo semestre del año suelen tener una tendencia más alcista que en la primera mitad. "Esto se debe a que hay menos abundancia de dólares comerciales y todo se va tensando", señala el analista.
En igual sentido, Mateo Reschini, analista de Inviu, para el segundo semestre, siempre hay una estacionalidad menos favorable para el tipo de cambio que en el primero por un menor ingreso de moneda estadounidense por la caída de la liquidación de la cosecha de soja, que suele tener su época más fuerte entre mayo y julio.
Esta caída en la liquidación se combina este año con una fuerte demanda de dólares por parte de los importadores de bienes y energía, motorizada por el crecimiento de la economía pero también un mayor precio internacional de este insumo (esencial para la producción y la vida de las personas) como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania.
"Las importaciones están al alza como resultado de la reactivación de la industria, expresado a través de demanda de energía e insumos intermedios, muchos de ellos importados. Así, en la medida que no alcancen los dólares para acumular reservas acorde pacto con FMI, podrían incrementarse los frenos a la entrega de divisas, impulsando a la suba de las cotizaciones, sobre todo las financieras", indica el economista Federico Glustein.
En ese sentido, asegura que "la demanda de divisas para importaciones y la evolución de las posibilidades de incrementar las reservas que tenga el BCRA", serán claves estacionales para el dólar blue, el MEP y el Contados Con Liquidación (CCL).
Esto se combina, por otro lado, con una mayor cantidad de pesos en el bolsillo de los trabajadores tras el cobro de aguinaldo. Aunque el poder adquisitivo está muy dañado por estos días por la inflación, una porción de esos pesos se dolarizarán en el mercado del dólar blue hacia comienzos de julio.
Además, Glustein suma una variable extra: el contexto político-económico que pueda hacer recalentar los escenarios. Y es que, a medida que se avance hacia 2023, que es un año electoral, es probable que el caldo de la política se agite cada vez más y veamos cómo esta variable comienza a "meter la cola" en el mercado del dólar.
"Donde más impacta el contexto político es en el dólar blue, ya que el mercado reacciona vía expectativas sobre medidas, anuncios o previsiones sobre el escenario", afirma Glustein. Es así como, para el segundo semestre, podría acelerar la cotización si hay expectativas negativas sobre el futuro económico o algunas medidas puntuales.
2. Inflación y crawling-peg pegarán en el dólar
Según datos de Ecolatina, mientras que el MEP y el CCL avanzan aproximadamente un 6% en el año, el nivel general de precios avanzó un 23% solo hasta abril (la mayor suba desde 1992). Así, Albornoz explica que, ajustado por inflación, el CCL está un 14,2% más barato que a fines de diciembre de 2021. "Contemplando nuestra proyección de inflación de mayo, el CCL se abarató en términos reales un 18,6% en el 2022", señala.
Anticipa que, de mantenerse tan elevada la inflación como en estos últimos dos meses (que fue del 6,7% en marzo y del 6% en abril) y lo que se espera en mayo, el dólar cada vez se va a tornar más atractivo en términos relativos.
Al respecto, Glustein menciona que se espera que "la inflación sea mayor al 65% en el año y anticipa que eso va a llevar a la cotización del dólar oficial a subir más de lo esperado", pero anticipa que esto se dará sin acelerar el crawling-peg. Explica al respecto que, si el oficial llega a $160 para fin de año, salvo que haya algún cambio en la política monetaria actual, el dólar solidario alcanzará los $280.
"Es probable que la devaluación de la moneda en el año sea, por lo menos, 10 puntos porcentuales por debajo de la inflación anual, pero que la mejora de los precios internacionales permita que el tipo de cambio ajuste menos que la inflación, ya que podría acelerar el ritmo de avance de los precios", describe.
Por lo tanto, considera que para septiembre, cuando ya caiga la liquidación de la cosecha gruesa, si la inflación no merma, es probable que el Gobierno acelere la tasa de devaluación para no quedar tan atrás.
En consecuencia, estima que las cotizaciones paralelas también acompañarán, ya sea por expectativas o por incremento en la demanda, lo que hará que estos dólares acompañen "más cerca que lejos", este valor de referencia.
Y, según anticipa Albornoz, si bien nadie sabe el momento en el cual repuntarán los dólares financieros, prevé que, sin un cambio genuino de expectativas, la calma cambiaria actual difícilmente se mantenga.
3. Cumplimiento de metas con el FMI
Por otro lado, y en relación a las variables económicas, Neyro asegura que "el gran tema es cómo sigue el cumplimiento de metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI)". Considera que eso puede tener un impacto negativo sobre las expectativas económicas y políticas y explica que el blue y los financieros están muy relacionados a eso.
De hecho, recuerda que cuando se firmó el acuerdo con el FMI comenzó a verse un escenario calmo en el tipo de cambio que en parte dura hasta ahora. En consecuencia, cree que "el gran driver es cómo evolucione el acuerdo con el FMI y si hay que recalcular las metas al alza"
Hay que recordar que entre los principales objetivos se encuentran la reducción del déficit a 2,5% en relación al PBI para este año, un crecimiento del 3,5% - 4,5% para la economía en 2022, un recorte a la asistencia del BCRA al Tesoro de hasta el 1% del producto y una acumulación de reservas por u$s5.800 millones.
4. Dólar y emisión monetaria, una relación cercana
Pero también, dentro de las metas con el FMI, para Neyro, la emisión monetaria es un elemento central para la dinámica del dólar, que incide en los paralelos definitivamente.
Reschini coincide con esta mirada al señalar que, "ante la posibilidad de aumentar la emisión, se podría dar una mayor inestabilidad en el tipo de cambio".
El economista menciona que estamos a $58.000 millones del tope de emisión monetaria establecido por el FMI para el primer semestre y no descarta que, si la demanda de fondos por parte del Gobierno se hace mayor, es probable que se deba solicitar un waiver, en cuyo caso, Reschini anticipa que podría generar una mayor inestabilidad en el tipo de cambio.
Si bien descarta la posibilidad de que esto pueda provocar una escalada en el tipo de cambio, advierte que "será un elemento que puede alterar un poco el mercado en caso que deje una masa de pesos importante en el mercado" porque los que se puedan dolarizar, ante la incertidumbre, lo van a hacer y eso generaría una mayor demanda de moneda estadounidense.