Llega un nuevo ciclo económico mundial: qué impacto tiene en dólar y tasas y cómo pega en Argentina
En un contexto en el que la inflación en el mundo sigue siendo elevada, agravada por la guerra entre Rusia y Ucrania, varios países han dispuesto sucesivas subas de tasas de política monetaria. Por su centralidad en la economía mundial, sin dudas, la implementada por Estados Unidos es la que más impacto ha generado, pero también sorprendió el anuncio del Banco Central Europeo (BCE) de que se sumará en julio a esta tendencia. Esto, sumado al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, pone de cabeza la economía del mundo y hace pensar que se está ante el inicio de un nuevo orden económico mundial. ¿Qué elementos caracterizaran esta etapa?
Según aporta Fabio Rodríguez, economista y director de MyR Asociados, "el contexto internacional está en pleno modo corrección, dejando atrás un ciclo de híper-liquidez y tasas bajas". En consecuencia, vamos hacia otro de recortes en la expansión monetaria, búsqueda de equilibrio fiscal y en el que se ataca la inflación en el corto plazo con subas consecutivas de los tipos de interés.
Esto se debe a que, tal como señala Claudio Caprarulo, director de Analytica, "la pandemia fue un hecho disruptivo en la economía mundial y generó cambios permanentes, tanto en los hábitos de consumo como en la forma de producir".
Señala que, a su vez, como consecuencia de fuertes estímulos a la demanda y cuellos de botella que se generaron en la producción y distribución de bienes, la inflación resurgió y que este efecto fue potenciado en 2022 por las consecuencias de la guerra en Europa.
En consecuencia, los analistas señalan que el nuevo escenario económico global está signado por una serie de elementos centrales, que marcarán el destino del mundo en los próximos meses:
1. Se eleva el costo del dinero
En primer lugar, el economista jefe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), Nicolás Zeolla, apunta que "la suba de tasas de interés es una respuesta a dos cosas: el alza de precios y la dinámica de recuperación del mercado laboral en la post-pandemia".
Y, tal como indica el economista y director de EcoGo, Sebastián Menescaldi, "probablemente, la suba de la tasa de interés a nivel global va a generar un nuevo orden económico mundial, principalmente, a través del retroceso de los precios de los activos".
Hoy, como consecuencia de esa estrategia, Caprarulo considera que el consenso empieza a virar hacia un escenario donde la inflación irá disminuyendo, pero no volverá hacia los valores bajos que evidenció en las décadas pasadas. Y advierte que se pone, así, un piso más elevado para las tasas de interés.
En consecuencia, Rodríguez anticipa que en el caso de la región, las advertencias que enciende la suba de tasas giran en torno a los volúmenes de deuda pública y privada emitidas en contexto de tasas de interés muy bajas y anticipa que, "si la restricción monetaria continúa, establecerá un umbral de financiamiento más costoso".
En tanto, en el caso de la Argentina, Zeolla señala que, al estar con una cuenta capital casi congelada, "los stocks monetarios no nos pegan tan fuerte". No obstante, advierte que, mirando hacia adelante, también es preocupante el hecho de que "un escenario de tasas de interés más altas en el mundo encarece el endeudamiento que necesitará la Argentina en los próximos años".
Sucede que nuestro país necesitará de esos capitales para hacer ‘roll-over’ de una parte de su deuda en moneda extranjera y esto se le dificultará si se mantiene esta tendencia mundial de tasas al alza.
2. Un dólar fortalecido
Christian Buteler, economista experto en mercado de capitales, apunta, por su parte, que "con la suba de tasas, los capitales se empiezan a ir desde mercados emergentes hacia los centrales y el dólar se fortalece".
Por otro lado, Zeolla advierte también sobre los riesgos que implica un dólar más fuerte en el mundo, que afecta el desarrollo de las economías emergentes. Sucede que la suba del índice de rendimiento en Estados Unidos empuja al alza el precio del dólar a nivel internacional y vemos una moneda estadounidense que se robustece por una mayor demanda para colocar tasa.
Por un lado, esto debilita las monedas más frágiles, como el peso, y también golpea a países aliados de la Argentina, como Brasil y China, afectando la política monetaria de esos gobiernos. Esto fuerza a la Argentina a hacer esfuerzos también por mantenerse competitiva en el comercio internacional.
Según explica Menescaldi al respecto, se estima que en la segunda semana de mayo, la pérdida de riqueza fue de u$s7,6 billones en el NASDAQ, superando los crash posteriores al Covid-19 y de la crisis financiera de 2006/7 en forma conjunta.
"Esta caída de la riqueza es la que va a coordinar una reducción del consumo y, por ende, el inicio de un nuevo proceso recesivo global. Frente a ello, veremos a un dólar que seguirá fortaleciéndose y que las condiciones financieras globales serán más adversas para las economías en desarrollo", alerta el analista de EcoGo.
3. Problemas en los precios de energía y commodities
Los analistas señalan que el principal problema para nuestro país de un dólar más fuerte es que es un enemigo para el precio de las materias primas. "El efecto comercial que podría tener el deterioro de los términos de intercambio, con un dólar que mejora su posicionamiento en el mundo, es preocupante", señala Zeolla.
A lo que Buteler agrega que "el incremento de tasas podría implicar un freno en la suba del precio de las commodities", porque se reduce la liquidez del comercio como consecuencia de un traslado hacia las tasas más elevadas y asegura que eso afectaría la economía argentina, ya que nuestro principal producto de exportación son granos y, si el precio cae, podría afectarnos.
No obstante, Rodríguez señala que "informes internacionales indican que el shock de precios de commodities perdurará, al menos, hasta fin de 2022, poniendo una fuente de aceleración en la inflación mundial".
Menescaldi prevé también que los precios de las materias primas seguirían siendo elevados en términos históricos, como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania que provoca una importante relocalización de recursos y reduce la oferta existente.
De este modo, indica que "este nuevo ciclo económico global afectaría negativamente a nuestro país, pero su impacto sería indirecto, dado que la persistencia de favorables términos del intercambio tendría un efecto superior al efecto financiero de las tasas de interés globales". Esto se debe, según indica, a nuestra "autarquía" financiera (como define de manera cuasi graciosa al hecho de estar fuera del mercado de deuda global).
Lo anterior se conjuga, según apunta el director de Epyca Consultores, Martín Kalos, con que "hoy, la economía mundial tiene varias encrucijadas: una de ellas es la crisis energética, que era previa a la guerra entre Ucrania y Rusia, pero el conflicto bélico la destapó y la puso mucho más urgente".
El economista describe que hay una escasez de energía en el mundo vinculada a una transición hacia fuentes renovables, que ha generado una desinversión en las fósiles (que son los derivados del petróleo) y desembolsos insuficientes en energías renovables.
"Entonces, la cantidad de energía no llega a cubrir el incremento de la demanda y esto hace que se encarezcan los alimentos, que son intensivos demandantes de energía, por el transporte, sobre todo. Eso impacta en precios más altos y es parte de la dinámica mundial que llegó para quedarse", explica Kalos.
Así, para Caprarulo, otro elemento clave de esta nueva etapa económica mundial es la dupla que integran los precios elevados de commodities y de la energía. "La Argentina se ve beneficiada, en el corto plazo, porque los términos del intercambio están en valores récord y generan un mayor ingresos de dólares comerciales", afirma.
El costado negativo son los mayores gastos en energía, que impactan en las importaciones y los subsidios. Pero Caprarulo confía en que, "en el mediano plazo, es una situación que se puede resolver incentivando las inversiones y la producción local del sector", ya que, a diferencias de otros países, la Argentina tiene el potencial para pasar de ser importador a ser exportador de energía.
4. La amenaza de un ciclo recesivo
Tal como se mencionó anteriormente, al contexto inflacionario se sumó el conflicto bélico Rusia - Ucrania, que lo hace aun peor, y este escenario vino aparejado de la explosión del fenómeno de criptomonedas y los problemas que está teniendo China para sustentar su crecimiento.
Así, Rodríguez asegura que "la tarea de aterrizar la economía, principalmente en Estados Unidos en este contexto y con estos dilemas, exige sintonía fina para evitar la entrada a un ciclo recesivo".
Anticipa que esa situación es la que estarán monitoreando los mercados y la que presenta más riesgos para nuestro país. Por un lado, porque, tal como se mencionó, "una desaceleración mundial en forma brusca afectaría el comercio y la actual oportunidad de precios elevados de commodities".
Y, por otro, porque "a nivel financiero implica mercados con alta volatilidad y recortes de ganancias, en un contexto donde los países de Latinoamérica no pueden sortear la baja de los activos". Esto, en un mundo en el que, tal como advierte Buteler, la suba de tasas fortalece al dólar y los capitales se empiezan a ir desde mercados emergentes hacia los centrales.