Tras la Fed, el Banco Central Europeo subirá la tasa: qué impacto prevén para Argentina
A raíz de la inflación que generó la emisión extra de dinero que necesitaron los distintos Estados para hacer frente a la pandemia del Covid-19 y la suba del precio de la energía y los alimentos a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania, la mayoría de los bancos centrales tuvieron que retocar al alza sus tasas de política monetaria en el último año, pero la autoridad monetaria europea, el BCE, no lo había hecho y se supo que a partir de julio próximo tomará acciones en ese sentido.
Recordemos que el Banco Central de Inglaterra elevó su tasa la semana pasada, la Reserva Federal Estadounidense (FED) también la ajustó hace unos pocos días y la ubicó en un rango de 0,75% a 1% y prevé una nueva suba en breve. También el Banco Central de Brasil realizó cambios en este sentido recientemente y, ahora le tocaría el turno al Banco Central Europeo, que tomará una decisión en este sentido por primera desde 2011.
La decisión se confirmaría tras la reunión prevista para el 21 de julio en Frankfurt, Alemania en un contexto en el que se registró una inflación récord de 7,5% anual en abril y luego de siete meses consecutivos en los que el índice se mantuvo por encima del 4%.
Cómo será la suba de tasas
En ese escenario, el regulador monetario europeo implementará la suba de tasas de interés cercana al 0,25% paulatinamente entre julio y septiembre con el objetivo de frenar la aceleración de precios, que se ve agravada por la suba de los precios de la energía y los alimentos a nivel mundial por la guerra entre Rusia y Ucrania en abril.
Cabe mencionar que, actualmente, el BCE mantiene las tasas en 0% para las operaciones principales de financiación, en un 0,25% para la facilidad marginal de crédito y en -0,50% para facilidad de depósito. Esos índices cambiarán a partir de julio y, tal como anticipó Christine Lagarde, presidenta del BCE, habría más subas en las tasas en los siguientes meses.
Según el economista de Ecolatina, Juan Pablo Albornoz, la suba prevista refleja que, "en términos financieros, el BCE sigue siendo laxo comparado con la FED, que tiene una actitud mucho más agresiva". E indica que esto se debe, seguramente a que a que, cuando se analiza el proceso inflacionario que está en curso en Estados Unidos, tiene componentes diversos que explican este fuerte repunte, mientras que el europeo tiene su principal motivo en la suba de los precios de la energía y los alimentos, por la guerra entre Rusia y Ucrania.
"Son distintos los procesos inflacionarios que viven uno y otro. Creo que están apostando a una inflación más transitoria en Europa que en estados Unidos", resume Albornoz.
Quizás por eso, le decisión viene demorada en el viejo continente y esto genera que dentro del Banco Europeo no haya unanimidad de criterios, ya que algunos países recomiendan una posición más cauta, porque una suba fuerte en las tasas podría desacelerar el crecimiento económico, y otros se muestran a favor de una actuación más rápida. Eso también hace dudar respecto de si el alza realmente se dará en julio o no, porque algunas voces prefieren antes esperar a las cifras macroeconómicas del segundo trimestre, pero el consenso general de los mercados, hoy, indica que será así.Y esto, sin dudas, genera preocupación mundial porque, tal como señala Joel Lupieri, economista de Epyca Consultores, "una suba de tasas en Europa, así como sucedió con la FED, sin dudas tiene un impacto mundial". ¿Por qué? Sucede que estamos hablando de países hiperconfiables que no suelen defaultaer sus deudas.
Así, según Lupieri, "sus activos se consideran seguros y, para países que son percibidos como riesgosos, como el mundo en desarrollo el impacto es negativo porque es posible que veamos un proceso de flight to quality (vuelo hacia la calidad)". Recordemos que este comportamiento consiste en que los capitales del mundo perciben mayor riesgo en algunos activos y se van hacia otros más seguros que pagan mejor que antes.
Suba de tasas en Europa: ¿impactará en Argentina?
Sin embargo, Albornoz señala que esto no impacta directamente a la economía Argentina porque "estamos caídos de los mercados internacionales", aunque sí asegura que lo hace en los mercados emergentes (Argentina ni siquiera es mercado frontera) porque, como apunta Lupieri, "vamos a vivir unos meses de mayor apetito por los activos europeos y estadounidenses y menor por los latinoamericanos".
Según su opinión es pronto aún para hablar de un nuevo ciclo de la economía, porque todo lo que se está dando en el mundo es muy variable hoy, con una inflación aún al alza en Estados Unidos y una pandemia que aún parece con terminar.
Sin embargo, Albornos sostiene que este nuevo ciclo de suba de tasas global sí nos pone ante un nuevo ciclo monetario mundial, y señala que la pregunta es cuánto puede durar. "Eso dependerá del impacto en la actividad que tenga esta suba de tasas", responde a esa pregunta.
No obstante, destaca que es muy agresiva la suba de tasas que el mercado está priceando que la FED llevaría a cabo (la del BCE todavía es mucho menor). Anticipa en este sentido que, hacia fin de año el mercado espera una tasa entorno al 2.75%-3%, lo cual superaría los niveles vistos post crisis sub-prime y, tal como señala, "estamos viendo los efectos de esto en los mercados financieros, con una caída fuerte en general y del sector Tech en particular.
En ese contexto, Albornoz sí prevé que se podrían dar algunos efectos indirectos en la economía argentina:
El principal es del potencial efecto negativo de la suba de tasas en los precios de los commodities (todavía anestesiados por el impacto de la guerra), que viene en alza en el mundo.
Y, por otro lado, menciona que los emergentes se ven presionados a subir las tasas de interés para evitar una depreciación. "Aunque ya lo han hecho y tienen cierto colchón, el riesgo existe: principalmente en lo que respecta a Brasil: que siga subiendo la tasa presenta riesgos para su economía (potencial menor demanda de productos argentinos) y a su moneda (presión sobre nuestro tipo de cambio real)".