El dedo mal puesto de un operador bursátil provocó una pérdida de unos 300.000 millones de euros
Apenas iniciadas las operaciones del lunes pasado las bolsas europeas debieron enfrentar un momento en el que cundió el pánico. Cerca de las 10:00 el índice de referencia de la bolsa de Estocolmo, el OMX Stockholm 30 se desplomó cerca del 8% tras alcanzar los 1895 puntos, con algunas acciones que llegaron a perder más del 10%, como el caso de la firma de moda H&M o la de telecomunicaciones Telia.
Este derrumbe generó una enorme incertidumbre en el resto de los mercados bursátiles nórdicos y en cuestión de minutos se extendió al resto de bolsas europeas, aunque en forma más moderada, pues en términos generales cayeron entre el 2 y el 4 por ciento.
El error llegó a provocar la pérdida de 300.000 millones de euros en un momento dado. Un portavoz de la Bolsa de Estocolmo declaró desde el primer momento que lo ocurrido no se debía a un problema técnico y que creían que se debería a una transacción de un importante participante del mercado.
Alto grado de automatización en los mercados
Para los expertos en cuestiones bursátiles, gran parte de esta gigantesca corriente vendedora se debe al alto grado de automatización existente en los mercados, que lleva a que los sistemas algorítmicos ejecuten órdenes de venta sin atender a razones objetivas.
Luego de la incertidumbre inicial se conoció la verdad: el motivo de este "flash crash" se debió a un error humano en la mesa de operaciones de un banco y aunque el incidente duró solo unos pocos minutos, contribuyó a aumentar los nervios que ya de por sí había durante la jornada. De hecho, todos los índices del Viejo Continente acabaron el día en negativo, aunque lejos de los mínimos de la sesión.
Algo más tarde, fue el Citigroup el banco que debió reconocer que su mesa de operaciones en Londres fue la causante del hundimiento en Estocolmo y que se trató de un error humano.
"Esta mañana, uno de nuestros operadores cometió un error al introducir una transacción", dijo el banco en un comunicado enviado por correo electrónico y recogido por 'Bloomberg'. "En cuestión de minutos, identificados el error y lo corregimos", añadió.
Apenas publicado el comunicado del Citigroup, se supo que ya le fueron pedidas las correspondientes explicaciones por parte de los reguladores del mercado y varias de las bolsas involucradas en el incidente.
Con el correr de los minutos, las bolsas volvieron a su cauce, pues las acciones se recuperaron rápidamente y volvieron también en cuestión de minutos prácticamente al punto de partida, al tiempo que el Nasdaq Stockholm aclaró que el desplome no se había debido a un fallo técnico.
Otros casos famosos de "flash crash"
El caso más sonado de desplome instantáneo fue el de 2010 en la Bolsa de Estados Unidos, aunque en aquella ocasión el flash crash no lo desató un error, sino operaciones fraudulentas, amplificadas por los algoritmos. Hubo acciones que pasaron de cotizar a 74 dólares a menos de un centavo en cuestión de minutos.
La Bolsa de Singapur en 2013, la libra esterlina en 2016 y la criptomoneda Ethereum (que pasó de 300 dólares a 10 centavos en minutos) en 2017 también han vivido episodios similares de caídas bruscas seguidas de recuperaciones inmediatas. Este tipo de acontecimientos, conocidos como errores de "fat finger" (dedo gordo), son algo relativamente común en el mundo de la bolsa, y especialmente en el caso de Citigroup.
El más reciente se produjo en agosto de 2020, cuando los empleados de la entidad pagaron casi 1.000 millones de dólares accidentalmente a los tenedores de bonos del cliente Revlon Inc., en lugar de los 8 millones que les correspondía.
A pesar de lo sucedido el lunes, los inversores de Citi, por el contrario, no parecen haber tomado en cuenta este nuevo error de la entidad, que hoy muestra una suba de más del 3% en Wall Street.