Mayo, mes clave para el dólar: ¿podrá el BCRA acumular más reservas para evitar una crisis cambiaria?
Por fuera de toda especulación política, el comienzo de mayo va a marcar un punto de inflexión para la política económica, especialmente en el frente cambiario, en un contexto en el que se habla cada vez más de mayores restricciones al dólar.
También para la suerte del gabinete económico, que en las últimas semanas quedó definitivamente bajo las balas de Cristina Kirchner.
La vicepresidenta quiere que Martín Guzmán deje de ser titular de Economía, pero también tiene en la mira a otros ministros que forman parte del núcleo duro del Presidente. Para ella, ni Matías Kulfas ni Claudio Moroni deberían mantenerse en Desarrollo Productivo y Trabajo, respectivamente.
Es más: el entorno de Cristina Kirchner ya dejó trascender que espera un gesto de esos funcionarios y le presenten la renuncia a Alberto Fernández.
Desde el círculo cercano a la vicepresidenta tienen dos fechas en la mira: los límites que marca el calendario económico, y que deberían dar cuenta de la salida de aquellos funcionarios.
La primera fecha tiene que ver con la inflación: el Indec dará a conocer el índice correspondiente al mes pasado. Los propios funcionarios ya dan cuenta que marcará por encima del 5%. Aunque antes del fin de semana, desde algunos despachos oficiales, sugirieron que podría trepar al 6%. Cerca del récord de marzo. Si fuese así, a Guzmán le costaría demasiado costo político y personal tener que salir a explicar ese escalón insoportable para los castigados bolsillos de los argentinos.
Clave para el precio del dólar: el nivel de reservas
La segunda fecha para prestar atención -que estará en la agenda de los financistas- se vincula con la evolución de las reservas internacionales. El Banco Central tiene muchas dificultades para quedarse con los dólares que vienen liquidando las cerealeras.
Durante el primer trimestre del año, la autoridad monetaria no pudo comprar ningún dólar -al contrario, fue vendedor neto de u$s48 millones- a pesar de las liquidaciones récord de las cerealeras. Las exportadoras dejaron en la ventanilla del Central nada menos que u$s7.926 millones. Unos u$s1.200 millones adicionales respecto del primer trimestre del año pasado.
En abril, la situación mejoró en el margen. Con liquidaciones en torno a los u$s4.000 millones, el BCRA compró tan sólo u$s160 millones.
Esta dinámica debería cambiar rotundamente en las próximas semanas. Por un lado, existe un compromiso firmado con el Fondo Monetario de acumulación de reservas. Por el otro, la necesidad de dar una señal contundente al mercado de que el Banco Central puede quedarse con los dólares del superávit comercial, y no como sucede hasta ahora.
El FMI quiere más dólares en el BCRA: ¿podrá cumplirse la meta?
El acuerdo con el FMI plantea que las reservas deberían crecer u$s4.100 millones en el segundo trimestre del año.
Así planteado parecería una quimera: ¿Cómo podría cumplirse si en los primeros cuatro meses, las compras apenas superaron los u$s100 millones? La clave es que se viene la temporada alta de la liquidación de la cosecha. Exportaciones por entre u$s7.000 y u$s8.000 millones mensuales.
Desde el equipo económico y las consultoras privadas coinciden en un punto: la acumulación de reservas deberían superar los u$s1.000 millones mensuales a partir de este mismo mes.
Aun cuando no se llegue a la meta con el Fondo, lo importante es que el Banco Central demuestre al mercado que es capaz de dar vuelta la dinámica y embolsar divisas.
No porque no sea importante cumplir con el FMI. Pero a esta altura lo verdaderamente relevante es evitar una nueva crisis cambiaria. Algo que inevitablemente sucedería si al Banco Central le siguen sacando todos los dólares que les compra a los exportadores.
¿Se vienen más restricciones al dólar?
Ya lo anticipó iProfesional la semana pasada: el nivel de importaciones de este mes cerrará con un récord para la última década. El dato preliminar que manejan en despachos oficiales da cuenta de compras en el exterior por alrededor de 7.000 millones de dólares. Nada menos que un 50% por encima de las importaciones de abril del año pasado.
Se trata de una información relevante en el actual escenario económico, con empresas líderes de distintos sectores reclamando a viva voz al Banco Central (BCRA) para que habilite divisas para pagar sus compras en el extranjero. Lo dicho más arriba: también da cuenta de la enorme preocupación -tanto oficial como en el sector privado- por el gran problema que tiene el BCRA para acumular reservas.
Distintos sectores económicos protestaron en las últimas horas por el supuesto bloqueo del Banco Central a las importaciones. ¿Cómo puede ser, si la realidad marca un nivel récord de compras en el exterior?
Claramente, lo que está pasando es que hay empresas que están sobrestockeando mercadería a pesar de los cuidados que toma el BCRA. Con una brecha del dólar en torno al 80%, la tentación por sacarle divisas a la autoridad monetaria es enorme, y eso es lo que está pasando.
La dinámica es insostenible. No puede pasar más que las liquidaciones de dólares fluyan en niveles nunca vistos, pero el BCRA no logre acaparar esos dólares. Por eso es relevante tener en cuenta que, esta vez, el cambio del calendario también puede marcar un cambio de tendencia. Por las buenas o por las malas.
Eso quiere decir que, de no cumplirse con ese objetivo, es muy probable que se tomen medidas adicionales. Más restricciones. Ninguna fuente oficial va a admitirlo pero en la agenda figuran mayores controles tanto a las importaciones como en el mercado cambiario, en un intento por cerrar el grifo.
El FMI incrementa la presión por el dólar
En este escenario donde el BCRA tiene serios inconvenientes para acumular reservas, el FMI ya puso su propia ficha.
El FMI pretende que el Gobierno acelere, aún más, las minidevaluaciones diarias y que también suba unos escalones adicionales las tasas de interés. Georgieva y el staff técnico están muy preocupados por la dinámica inflacionaria de la Argentina y, en ese contexto, reclaman que no se retrase más el tipo de cambio.
En abril, la suba del dólar oficial fue del 3,9%, contra una inflación que pudo haber llegado al 6%. El Fondo reclama que se acelere esa dinámica.
Para el Fondo, el tipo de cambio mayorista dejó de ser un ancla antiinflacionario. Desde Washington deslizaron que lo único estabilizador es el cumplimiento del acuerdo. No la suma de inconsistencias. ¿Habrá tomado nota la dupla Guzmán-Pesce?