Dólar: un nuevo factor externo acentúa el atraso cambiario, ¿se acelerará el ritmo devaluatorio?
El Banco Central podría verse pronto en la necesidad de realizar un cambio sustancian el su política sobre el precio del dólar. La elevada inflación, que en abril rondaría el 6%, se combina en la Argentina con un contexto internacional menos favorable debido al fortalecimiento global del dólar, ahora impulsado por la suba de la tasa de interés que se avecina en Estados Unidos.
Esto último ya derivó en la depreciación de monedas emergentes, entre ellas el real en Brasil, lo que llevó a que el tipo de cambio real multilateral se atrase fuertemente en los últimos días y empiece a alejarse del objetivo pactado con el FMI de mantenerlo en un nivel competitivo.
Esa apreciación del tipo de cambio real es un factor que suma presión para que el BCRA le dé más velocidad al ajuste del dólar oficial (crawling peg) y así recupere competitividad, dado que un deterioro en este sentido podría resentir el superávit comercial que se necesita en un momento crucial en que hay que acumular reservas netas.
En la hoja de ruta de objetivos y planes para 2022, el Banco Central (BCRA) estipuló "preservar los niveles de competitividad externa, readecuando gradualmente la tasa de crawling en el marco del régimen vigente de flotación administrada al ritmo de la inflación".
Asimismo, en el acuerdo con el FMI se establece que el tipo de cambio real no debe caer por debajo de los valores promedio de diciembre de 2021, aunque los economistas aclaran que esa es una intención, y no una meta vinculante.
Peso vs. dólar: fuerte apreciación cambiaria
Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, indicó a iProfesional que "hoy el tipo de cambio real en punta se ubica 4% por debajo del promedio de 2021".
Por su parte, un informe de Facimex Valores precisó que el tipo de cambio real multilateral (TCRM) se estuvo apreciando marcadamente en las últimas ruedas y se encuentra "en mínimos desde mayo de 2018, momento en que recién comenzaba la profunda crisis de balanza de pagos que atravesó Argentina".
En ese sentido, Fernando Baer, economista jefe de Quantum Finanzas, señaló que "en la primera parte del año ayudó Brasil". Y es que la apreciación del real brasileño y la inflación de Estados Unidos daban algo de aire para que el BCRA no tuviera que depreciar a un mayor ritmo para mantener la competitividad.
"El cambio en el contexto internacional hace que los factores que antes jugaron a favor para ir por debajo de la inflación en el crawling peg, ahora (presionen) para que tenga acelerar", aseguró. En Facimex también remarcaron que "en los primeros meses de este año, el mundo jugó a favor y permitió disimular la apreciación que induce la política cambiaria, con la tasa de devaluación instalada claramente por debajo de una inflación, que se mantiene en torno al 6% mensual".
"Sin embargo, en los últimos días la dinámica cambió producto del fortalecimiento del dólar contra las monedas emergentes, especialmente por la depreciación de 7,5% del real brasilero en la última semana. A esto se agregó la devaluación del yuan", destacaron.
En ese sentido, el economista Federico Glustein explicó que "el dólar comenzó a fortalecerse en los últimos días consecuencia de una suba de tasas de interés por parte de la Reserva Federal en un lapso menor al esperado por el mercado, por lo que, a corto plazo, podría darse una salida de capitales hacia el mercado norteamericano y el mercado brasileño responde a esta situación, por lo que se depreció levemente el real".
¿Hay margen para seguir apreciando el tipo de cambio?
Martín Vauthier, economista de la consultora Anker Latinoamérica, sostuvo que "con una inflación de 4% como la que se daba hasta enero, el BCRA podía estar cómodo con un equilibrio de un crawling peg moviéndose al 3% por mes, y una tasa de interés en la zona de 3,5%. Eso le permitía dada la inflación internacional mantener la estabilidad del tipo de cambio real o no tener una apreciación significativa".
"Pero la aceleración de la inflación que vimos a partir de febrero hizo más difícil para el BCRA cumplir con los compromisos de tipo de cambio real que estaban incluidos en el acuerdo con el FMI", enfatizó.
Asimismo, Glustein sostuvo que "el ITCRM ya está en niveles de octubre 2014, apreciado por demás, generando desequilibrios en el mercado cambiario, al BCRA le cuesta absorber el ingreso de divisas de la cosecha".
En ese marco, el economista alegó que "no hay margen para seguir apreciando el tipo de cambio, el BCRA tiene que acelerar el crawling peg por encima de la inflación".
De igual mirada, Diego Piccardo, economista de la Fundación Libertad y Progreso, evaluó que "no hay margen para seguir apreciando artificialmente al tipo de cambio, ya que el colchón que había para hacerlo se esfumó en el plan platita electoral del 2021". Y opinó: "Ahora llegó la hora de pagar la fiesta con una aceleración en el ritmo del crawling peg que emparde, aunque sea la tasa de inflación".
Por su parte, Diego Martínez Burzaco, jefe de estrategia de Inviú, planteó que "con un escenario externo menos favorable debido a la migración de capitales hacia el dólar americano, el llamado vuelo de calidad (fly to quality) puso freno a la tendencia de apreciación de las monedas latinoamericanas. El BCRA, con poca cantidad de reservas acumuladas en un período relevante de estacionalidad de oferta de dólares, y con la inflación de abril y mayo con una inercia importante, está ante una presión adicional para hacer un crawling peg más acelerado".
¿El BCRA acelerará la suba del dólar en mayo?
En enero, la inflación fue de 3,9%, mientras que el tipo de cambio oficial escaló 2,24%; en febrero, el costo de vida fue de 4,7%, en tanto que el dólar mayorista se incrementó 2,31%; en marzo, el crawling peg fue 3,3% mensual frente a un Índice de Precios al Consumidor que aumentó 6,7%. En abril, el tipo de cambio oficial se mueve en torno al 4% mensual frente a una inflación que algunas consultoras privadas estiman que rozará 6%.
En este contexto, Menescaldi evaluó que "como viene la inflación en abril, lo más probable es que el BCRA siga usando el tipo de cambio de lastre para que los precios no salgan volando.
"No creo que el BCRA se vaya a animar a acelerar el crawling peg para recuperar competitividad, me parece que la inflación es un objetivo más importante", argumentó el economista. Y especuló que "podría llegar a subir medio punto más el ritmo de devaluación, si sube la tasa de interés, pero eso recién va a ocurrir cuando salga el próximo dato de inflación, no ahora".
Por su parte, Vauthier dijo que en la actual coyuntura "el BCRA enfrenta un desafío" porque si "acelera el crawling también le pone un piso más alto a la inflación en los próximos meses". Y juzgó: "No veo que el BCRA vaya a acelerar el crawling para tratar de empatarle a la inflación en estos niveles dado los riesgos que se plantean".
Martínez Burzaco coincidió en que "con niveles inflacionarios tan altos creo vamos a seguir viendo una tasa de depreciación por debajo de la inflación y el BCRA tratará de sostener esa situación lo máximo que pueda"
Glustein también concordó que el BCRA "seguirá depreciando el dólar oficial en torno al 3,5%-4% mensual, apreciándolo. El economista alertó que esa apreciación traerá "consecuencias graves como un freno a la importación de bienes intermedios, corridas cambiarias más frecuentes, que tarde o temprano, derivarán en una devaluación más cruda, intensa y ofensiva".
¿A qué ritmo debería devaluar para mantener la competitividad?
Los analistas de Facimex advirtieron que "comienza a alejarse el objetivo acordado con el FMI de mantener el TCRM en los niveles de fines de 2021" y estimaron que para cumplirlo "el BCRA debería acelerar la tasa de devaluación al 4,5% mes contra mes entre mayo y diciembre". "No obstante, creemos que el BCRA no va a llevar la tasa de devaluación por encima de los niveles actuales, por lo que salvo que las condiciones externas vuelvan a ayudar parece inevitable una apreciación del TCRM en 2022", estimaron.
Baer sostuvo que "el tipo de cambio real multilateral está entre 4% y 5% abajo de diciembre de 2021. Solo para corregir eso debería devaluar 5%, y a eso sumar la inflación".
"No descarto que no solo tenga que acelerarse en algún momento el crawling peg, sino que hagan alguna corrección adicional, algún salto discreto que de la señal que se va avanzar en una política cambiaria un poco más pro exportaciones y de acumulación de reservas", opinó. Según su visión, "mayo, junio, julio es el momento para incentivar una corrección adicional del tipo de cambio teniendo oferta de divisas, eso puede ayudar a que el shock sea un poco más bajo y genere oferta por ese lado".
En cambio, Vauthier aseveró que "en este contexto acelerar el crawling peg tampoco ayuda a la competitividad porque eso se traslada rápidamente a precios, con lo cual termina siendo una carrera de nominalidad que es peligrosa para la estabilidad de la macroeconomía".
"La única manera que no se siga apreciando el tipo de cambio real es bajando la inflación más que acelerando el crawling. Para eso, dado que hoy las anclas tradicionales no funcionan (tipo de cambio, tarifas, salarios) se necesita un programa económico que sea creíble para el mercado y que esté respaldado por la política. Además, debe encararse el deterioro del balance del BCRA, dado por una acumulación de pasivos en pesos en los últimos años por el financiamiento del déficit fiscal y reservas netas que son escasas", planteó.